Inmigración
Un ‘funeral multirreligioso’ recuerda en Madrid la tragedia humanitaria del Mediterráneo
Más de un centenar de personas de diferentes razas y religiones se congregaron este domingo en el centro pastoral San Carlos Borromeo, en el madrileño distrito de Vallecas, para rendir homenaje a las más de mil personas desaparecidas la semana pasada en el Mediterráneo: 400 inmigrantes el 14 de marzo y 700 el día 19 de marzo, cuando las embarcaciones con las que intentaban alcanzar la costa italiana naufragaron en mitad de la travesía. "Estamos aquí para reclamar la memoria y para denunciar que no se puede construir una nueva Europa sin acoger a todos aquellos que vienen, a quienes hemos esquilmado tanto en África", apuntó subido al escenario el cura Javier Baeza, uno de los organizadores del evento.
El acto comenzó a las 13.00 horas. Minutos antes del inicio, el centro confesional se encontraba abarrotado y decenas de personas decidieron escuchar la ceremonia, durante algo más de una hora y refugiados bajo sus paraguas que les cubrían de la lluvia que azotó este domingo la capital, a través de unos altavoces instalados en la puerta. El acto arrancó con un saludo de bienvenida a los asistentes y unos minutos de música, interpretada por una violonchelista. A continuación, se procedió a la lectura de fragmentos de la Biblia y el Corán, además de rezarse una corta oración budista, que corrió a cargo del monje tibetano Thubten Wangchen.
"Ha sido un acto muy humano. No importa que seamos de un continente, nacionalidad o religión diferente, al final todos somos seres humanos que queremos vivir", apuntó en declaraciones a infoLibre el religioso. Wangchen lleva más de veinte años viviendo en Barcelona, por lo que su español es fluido. Preguntado por la gestión de la Unión Europea en materia de inmigración, el monje budista no duda en afirmar que "se están haciendo cosas buenas" pero recalcó que "son completamente insuficientes", porque, desde su punto de vista, "la ayuda no viene sólo con las palabras, lo que importan son los hechos".
Al menos catorce inmigrantes mueren tras ser arrollados por un tren en Macedonia
Ver más
"Nos parece indigno que la comunidad internacional no haya movido un ápice para hacer memoria de aquellas personas que han muerto en el Mediterráneo", apunta Baeza a este diario. Preguntado por la reunión que la Unión Europea organizó tras la tragedia, el párroco no dudó en afirmar que le pareció "una auténtica vergüenza". "Cada vez que se reúnen los poderosos de este mundo salen decisiones que colaboran en la muerte de los inmigrantes", apostilló, añadiendo que "tenemos que ser los ciudadanos los que exijamos a nuestros representantes que cambien la política migratoria en Europa".
Preguntado por la suspensión de la misión de rescate Mare Nostrum y su sustitución por la Operación Tritón, a cargo de la agencia Frontex y con el único objetivo de controlar las fronteras europeas, Baeza dijo que "Europa no puede pertrecharse tras la seguridad". "Hay que transformar los barcos puestos al servicio de la seguridad, militarizados, por otros al servicio del salvamento", aseguró, añadiendo a renglón seguido que no se pueden poner "tapones a Libia", a las "regiones del sur" y, en definitiva, al "hambre y la miseria".
Para finalizar, se leyó un poema anónimo en recuerdo a todos los inmigrantes ahogados –"Llegasteis desde muy lejos para alfombrar nuestro mar. Sois nuestros invitados. Hermanos venidos en un barco sin nombre"– y los asistentes se pasaron cuencos con agua para que todos la tocasen como "símbolo de compromiso contra las fronteras y la lucha por un mundo más justo". Tras esto, el acto quedó clausurado.