LA CRISIS DE LA PRENSA
Crece el malestar en Prisa por el fichaje de González Ferrari en la SER y las decisiones de la dirección de 'El País'
Las turbulencias ganan en intensidad en Prisa. Tanto en la redacción de El País, el buque insignia, como en el resto de las empresas del grupo, a los problemas laborales se suman las polémicas internas por asuntos profesionales y por fichajes que causan perplejidad entre muchos profesionales.
El periodista Javier González Ferrari acaba de ser fichado como tertuliano en dos programas de la Cadena Ser: Hoy por hoy y Hora 25. En el primero ya fue presentado este miércoles por Pepa Bueno, y en el segundo se estrenará en los próximos días junto a Àngels Barceló. González Ferrari aterriza en Prisa procedente de la presidencia de Atresmedia Radio y Onda Cero, adonde llegó hace 13 años. Y su presencia ante los micrófonos de la Ser ha despertado los recelos –además de regurgitar agrios recuerdos– de los más antiguos profesionales del grupo.
El periodista madrileño, que comenzó su carrera radiofónica en 1975 en la Cadena Ser –y adonde regresó en 1994– fue director de Radio Nacional de España tras llegar el PP al Gobierno en 1996. Después se le designó director de informativos de TVE y, en 2000, con el segundo Ejecutivo de José María Aznar, fue nombrado director general de RTVE. En ambos puestos, fue acusado en repetidas ocasiones de manipulación informativa. Finalmente, dejó el cargo sólo un mes después de la huelga general del 20 de junio de 2002. Un año más tarde, la Audiencia Nacional condenó a RTVE por violar los derechos fundamentales de huelga y libertad sindical a resultas de una denuncia de CCOO por el tratamiento informativo del 20-J. La sentencia obligaba a TVE a emitir un comunicado en todos los informativos: el de la famosa lectura burlona que hizo Alfredo Urdaci de las siglas del sindicato.
Pero a González Ferrari también se le asocia en Prisa a la “campaña” contra su fundador, Jesús de Polanco, a raíz del caso Sogecable. En febrero de 1997, el juez Javier Gómez de Liaño comunicó a Polanco que le procesaba por apropiación indebida de 23.000 millones de pesetas –138 millones de euros–, por lo que le retiraba el pasaporte y le prohibía salir de España. El entorno de Polanco consideró entonces que tanto TVE como RNE se habían “ensañado” con el tratamiento que dieron al asunto. El grupo siempre sostuvo que el procesamiento de su presidente respondía a la suma de los intereses del Gobierno del PP, Telefónica, El Mundo y la CopeEl Mundo. El director de la revista Época, Jaime Campmany, fue quien presentó ante la Audiencia Nacional la querella que desembocaría en el caso Sogecable. González Ferrari era entonces director de RNE, además de dirigir y presentar Los desayunos de Radio 1, que también transmitía TVE.
¿Cambios en 'El País'?
El aterrizaje de Ferrari en la Ser se suma al ambiente enrarecido en la redacción de El País, sobre todo tras la polémica cancelación de la asamblea de trabajadores convocada por el comité de redacción. La inquietud por el cambio de línea editorial, la pérdida de cuatro redactores hace apenas unas semanas y las críticas por la gestión de algunos responsables del periódico explican buena parte del malestar.
En la redacción se da por supuesto que se harán cambios en los mandos las próximas semanas. Miguel Jiménez, redactor jefe de Economía, a quien se considera más próximo al presidente del grupo, Juan Luis Cebrián, que al director de El País, Antonio Caño, está llamado a ocupar un puesto de relevancia. Y el actual director adjunto, David Alandete, persona de la máxima confianza de Caño pero muy cuestionado por la redacción, podría pasar a desempeñar otras funciones más ligadas a la apuesta digital del periódico.
infoLibre ha intentado, sin éxito, conocer la versión oficial de El País sobre estos temas.
La abortada asamblea de trabajadores el pasado 16 de septiembre fue convocada por el comité de redacción del diario para refrendar un comunicado que vertía duras críticas contra Caño. Entonces el detonante fue una información sobre la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, su marido y Telefónica, de la que sus redactores retiraron la firma tras haberse cambiado el titular en la página web.
Ahora se ha sumado un nuevo motivo de conflicto entre parte de la redacción y la dirección por el caso de Andrea, la niña de Noia (A Coruña) con una enfermedad degenerativa que falleció la semana pasada tras una dura lucha de sus padres con los médicos para conseguirle una muerte digna. El periódico tenía la exclusiva de la noticia, pero no quiso publicarla por considerarla una defensa de la eutanasia, según ha podido saber infoLibre. La difundió la Cadena Ser cuatro días más tarde.
“Los lectores confían en nosotros para que no les hurtemos ninguna información que haya sido debidamente contrastada y resulte relevante para su conocimiento”, advertía a Caño el comunicado del comité de redacción que los periodistas no pudieron votar hace un mes. También le avisaba de los “riesgos de desafección” hacia el periódico como consecuencia de la “pérdida de la calidad informativa” del diario.
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Al panorama de desasosiego profesional se le añade el laboral. Los comités de todas las empresas de Prisa han enviado un comunicado a los trabajadores en el que tachan al grupo de “ente sin alma regido por tecnócratas”. Aseguran que constituye la “tónica general” en Prisa el “goteo de despidos”, las amenazas veladas de los responsables de Recursos Humanos y directores a los empleados y la “sustitución sistemática de trabajadores fijos por personal al que se contrata bordeando el fraude de ley”.
Según explican los comités, se trata de becarios, eventuales o contratados por obra que cobran “sueldos bajos”, trabajan en “condiciones precarias” y duplican las jornadas legales. “Esta situación intolerable se repite en todas y cada una de las empresas de este grupo que, en otros tiempos, ha sido el adalid de la libertad de prensa y representante de las ideas progresistas en este país”, se quejan. El comunicado cifra en el 60% el número de trabajadores temporales de la plantilla.
Los comités también piden explicaciones a la dirección del grupo sobre las negociaciones de venta del diario económico Cinco Días. Aseguran que los trabajadores desconocen quiénes han presentado las dos ofertas recibidas para su compra. Tras criticar el “desamparo”, la “desafección” y la “incertidumbre” en que viven las plantillas de todas las empresas, los comités amenazan con emprender las “acciones” que consideren “oportunas”, sin precisar más.