Andalucía
El humillante final de “Pepe el tractorista”
El alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP), fue detenido este miércoles por la Policía Nacional en el marco de una investigación judicial sobre una supuesta red de corrupción en el Ayuntamiento basada en la concesión de favores a promotores a cambio de contrapartidas. Torres Hurtado gobierna con 11 concejales de 27 gracias a los cuatro ediles de Ciudadanos, que anunció el fin de su apoyo al regidor, pero no necesariamente al PP. La decisión sobre una moción de censura está en manos del partido de Albert Rivera.
El caso golpea al PP en su segundo mayor espacio de poder municipal en Andalucía, tras Málaga. El PP suspendió de militancia a Torres Hurtado, que queda políticamente amortizado. El alcalde, en una rueda de prensa en el Ayuntamiento tras su puesta en libertad, defendió su inocencia, atribuyó el "espectáculo mediático" de su detención a un acto de "acoso político" y anunció que no dimitirá. "No sabe usted lo que resiste un tío de los montes", advirtió, fiel a su estilo hasta en su peor momento.
Al menos otras 16 personas fueron interrogadas, entre ellas la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto –ya imputada por prevaricación desde noviembre y que también quedó en libertad con cargos y suspendida de militancia–, la secretaria general del Ayuntamiento, cinco cargos de la cúpula de Urbanismo y varios empresarios, entre ellos el promotor inmobiliario José Julián Romero, según fuentes conocedoras de la investigación. La policía también registró el domicilio del alcalde –donde este fue detenido– y la sede del constructor Roberto García Arrabal, presunto beneficiario de los favores de Urbanismo, indicaron las mismas fuentes.
Sobornos y malversación
El juzgado de instrucción número 2 de Granada investiga una "trama corrupta" en el área de Urbanismo del Ayuntamiento, según el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). El abanico de delitos investigados abarca el cohecho (soborno), fraude en la contratación, asociación ilícita, prevaricación, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, estafa, falsedad en documento mercantil, administración desleal y contra la ordenación del territorio. Torres Hurtado quedó en libertad tras declarar ante los agentes. El juzgado investiga el papel de los detenidos en operaciones realizadas en Urbanismo consistentes en "incrementar durante la fase de planeamiento el uso lucrativo de parcelas compradas por promotores", según fuentes conocedoras de la investigación. Este incremento de los usos lucrativos se hacía durante la fase de desarrollo del planeamiento, en procesos como el estudio de detalle, para incrementar el valor de los terrenos. Lo que popularmente se conoce como pelotazo.
Varias operaciones investigadas
Las operaciones investigadas son diversas. Entre ellas está una operación urbanística que permitió la construcción de una discoteca y una pista de patinaje en zona considerada verde por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en unos terrenos valiosos por su proximidad al centro comercial Serrallo (que da nombre al caso Serrallo). El promotor es Roberto García Arrabal, que ya el pasado año vendió la empresa Serrallo a un fondo de inversión. El juzgado investiga si la operación ha causado un menoscabo a las arcas públicas del Ayuntamiento, al no haber pagado el promotor todo lo que debía.
Otro asunto investigado es un desarrollo urbanístico en Cerrillo Maracena por parte del empresario José Julián Romero, que compró al Ayuntamiento unos terrenos pero supuestamente no los pagó en su totalidad. Otras operaciones de Romero, caso de la construcción de un parking, también están siendo investigadas. Romero debe 5,6 millones al Estado, según el listado de deudores hecho público en diciembre por la Agencia Tributaria.
Aislado y debilitado
El alcalde de Granada desde 2003 gobierna la ciudad con sólo 11 de 27 concejales. Lo mantienen en el poder los cuatro concejales de Ciudadanos, que anunció este miércoles la retirada inmediata de su apoyo. Ello supone el abrupto y humillante final de su trayectoria, marcada por los éxitos electorales y en declive desde las elecciones de mayo de 2015, cuando la pérdida de la mayoría absoluta y las acusaciones de irregularidades urbanísticas empezaron a aislarlo y a debilitarlo.
Queda por saber si la oposición al PP formará una nueva mayoría de Gobierno que sitúe al frente del Ayuntamiento de Granada (235.800 habitantes) al socialista Francisco Cuenca (8 concejales), o si toma el cargo otro concejal del PP. El mejor situado es a priori el primer teniente de alcalde, Sebastián Pérez, líder provincial del PP y senador, además de ex presidente de la Diputación y adversario interno de Torres Hurtado. La clave es Ciudadanos, que este miércoles ya se mostró dispuesto a una moción de censura aunque sin descartar otro alcalde del PP.
Diputado, senador, delegado del Gobierno...
Hijo de familia vinculada a la agricultura, Torres Hurtado (Píñar, Granada, 1946) estudió ingeniería agrícola en Madrid. Su apodo es Pepe el Tractorista. En 1978 fue elegido vicepresidente de la Cámara Agraria de Granada. Su habilidad para las relaciones sociales fue siempre evidente. Campechano, con un aire de espontaneidad y probadamente astuto, Alianza Popular lo tentó para la política y en 1982 sacó acta de diputado en el Congreso. Luego fue senador y después parlamentario en Andalucía. Amigo del líder histórico de la derecha andaluza, Javier Arenas, en 1996 José María Aznar lo nombró delegado del Gobierno central en la comunidad.
Sus adversarios políticos recuerdan la contundencia policial contra las manifestaciones durante su época como delegado. Durante el tiempo que ocupó este cargo ETA mató en Andalucía a Luis Portero, fiscal jefe del TSJA; Antonio Muñoz Cariñanos, médico militar; Alberto Jiménez Becerril y José María Martín Carpena, concejales del PP en Sevilla y Málaga, respectivamente, entre otros. Torres Hurtado siempre ha citado los crímenes de ETA como la peor experiencia de su trayectoria política.
Dejó el cargo de delegado del Gobierno en 2002 y se presentó a alcalde en 2003, logrando arrebatar la alcaldía al PSOE con la primera de sus tres mayorías absolutas. Electoralmente era "una máquina", en la terminología típica del PP para sus alcaldes, que permitieron a la derecha andaluza progresar a partir de las ciudades y llegar casi a rozar el poder en la Junta de Andalucía. En mayo de 2015 volvió a ganar, pero sin mayoría absoluta. Un año antes había sufrido un infarto de cerebelo, que lo obligó a apartarse más de tres meses de la alcaldía. No le hacía ni pizca de gracia que le preguntaran si se veía con fuerzas para volver a presentarse. "No olvidéis que yo soy de campo", decía, declarándose en broma dispuesto a seguir "hasta 2031".
Casado y con dos hijos, su estilo es –era– distinto al de Teófila Martínez (Cádiz, ahora desalojada del poder) y sobre todo al de Francisco de la Torre (Málaga), menos obvios en su identificación con la derecha sociológica. Torres Hurtado, al margen de su habilidad para conectar con todas las capas sociales basándose en su habilidad en el trato, se identificaba nítidamente con la derecha, en el fondo y en las formas. "No me molesta que me digan que soy de derechas, porque son las ideas que triunfan hoy en el mundo", declaró a Ideal en una entrevista.
Con fama de decir lo que piensa, sin miramientos, ha tenido siempre esos tics napoleónicos de quien identifica su cuidad con él mismo. Su táctica más frecuente era confrontar con la Junta, acusándola de maltratar "a Granada y los granadinos". Tan simple como eficaz. Sus adversarios lo llaman populista. Es frecuente que hable sin papeles, confiado en sus tablas. Si un chascarrillo se le viene a la cabeza, lo suelta, aunque esté en público y luego puedan caerle críticas. También ha hecho comentarios sexistas. "Las mujeres, cuanto más desnudas, más elegantes. Los hombres, cuanto más vestidos, más elegantes", soltó en un acto público el verano pasado. Luego se disculpó y lo atribuyó a la "ola de calor". Tenía salidas para todo.
Llevaba mal la pérdida de la mayoría absoluta. Durante la campaña de las últimas municipales, y sabedor de que Ciudadanos venía fuerte en las encuestas, Torres Hurtado se empleó con suma dureza contra el partido naranja y su candidato, Luis Salvador, al que acusaba de llevar "20 años cobrando del PSOE". En cuñas de radio y folletos buzoneados el PP cargaba contra Salvador, al que presentaban en una fotografía con José Luis Rodríguez Zapatero. En cuanto la aritmética postelectoral evidenció que el PP necesitaría a Ciudadanos para gobernar, Torres Hurtado se apresuró a poner por escrito una disculpa. Es un pragmático.
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Tapado por cartones
Este lunes, cuando tuvo que salir del Ayuntamiento camino de comisaría para declarar, se hizo proteger con unos cartones para evitar ser fotografiado en tan humillante situación. Luego convocó a los medios a las 19.00 horas en el Ayuntamiento y se sentó sin papeles ante los medios, aceptando preguntas. "Me han quitado hasta el teléfono, y eso me tiene fastidiado", dijo. El eje de su comparecencia fue defender su honradez, criticar las formas de la Policía Nacional y lanzar una vaporosa acusación de "acoso político" que sólo podría ir dirigida –aunque no lo especificó– contra su propio partido.
El caso lastra la credibilidad de la estrategia de oposición del PP en la comunidad, basada en la denuncia de los casos de corrupción que afectan al PSOE, sobre todo los ERE y los cursos de formación.