Refugiados
Un informe revela las condiciones de vida de las refugiadas en Grecia con hijos a cargo
La ONG Women's Link Worlwide ha publicado un informe en el que retrata, a través de testimonios, las condiciones de vida de mujeres con hijos a cargo que huyen de la guerra e intentan llegar a Europa con sus familias, viéndose en ocasiones expuestas a la disgregación de sus miembros, a malas condiciones de alimentación e higiene, a los peligros dentro de los propios campos de refugiados, a la falta de atención sanitaria, a las dificultades para pedir asilo y a la incertidumbre de qué pasará en los próximos meses, según relata el documento, titulado Atrapadas en Europa, ¿dónde está la dignidad?
Se trata de doce mujeres de entre 16 y 50 años que huyeron de la guerra en Siria y que, según los responsables de la publicación, han quedado "atrapadas" en un aparcamiento del puerto griego de Pireo junto con otras 1.300 personas, ante la imposibilidad de seguir avanzando hacia otras regiones de Europa o de establecerse por carecer de "los más básicos derechos", tal y como informó Europa Press.
"Piensan que hubiera sido mejor morir en un bombardeo en Siria en lugar de hacerlo poco a poco en aquel lugar inmundo", aseguran desde la organización.
Women's Link Worlwide, que ha presentado una queja ante la Defensora del Pueblo Europeo por el acuerdo UE-Turquía, envió dos expediciones a Grecia y Turquía para conocer de primera mano la situación que atraviesan refugiados en ambos países. En el caso concreto del Pireo, señala que los "habitantes" del párking fueron alojados primeramente en una nave industrial en la zona, de la que fueron desalojados unos meses después para trasladarse a un aparcamiento en tiendas de campaña.
"Las mujeres sólo tienen cuatro duchas para ellas de las que sólo sale agua fría y pueden estar seis minutos bajo el agua (...) Las letrinas son portátiles y hay una hilera de unas quince que tienen que ser usadas indistintamente por hombres y mujeres y sólo las limpian dos o tres veces a la semana (...) algunas mujeres prefieren no usarlas y, a pesar del miedo a ser atacadas, buscan otras zonas del puerto para hacer sus necesidades", explican.
Además, señalan que la única manera de acceder a alimentos es el reparto que realiza el Ejército Griego tres veces al día "en horarios variables" y se realiza por orden de nacionalidades: primero los afganos e iraquíes y después los sirios. El menú: macarrones, patatas y naranjas.
"Algunas llevamos 40 días en este lugar y somos incapaces de seguir comiendo lo mismo –se lamentan las refugiadas con las que hablaron las voluntarias de la organización–. Es desesperante. Nos limitamos a comer una naranja para recuperar algo de vitalidad. El resto de la comida se queda donde la dejaron".
Hijos a cargo
Como consecuencia de todo ello, muchas de las mujeres que protagonizan el informe de la organización "están consumidas físicamente" y "atormentadas" ante la duda de haber cometido un error al "haber sacado a sus hijos e hijas de Siria para evitar los efectos de la guerra, a cambio de una vida inhumana".
"No duermo por las noches –relata una de ellas–. Me siento en una silla fuera, vigilando las tiendas de mis nueras y mis hijos, para que nadie entre y les haga daño. Este no es un lugar seguro. Los afganos, que están al otro lado de la carretera interna del pueblo, se emborrachan y pasan a nuestra parte merodeando para meterse en las tiendas de las mujeres".
Otra de las refugiadas, Amal (nombre ficticio), de 19 años y embarazada de su segundo hijo, cuenta que "su vida ha terminado" y que "su mayor preocupación" es tener algo que ofrecerle a sus hijos, un niño de casi dos años y otro en camino.
De hecho, una de las cuestiones que más preocupa a las mujeres entrevistadas por la organización es la atención sanitaria para sus hijos, que en algunos casos sufren erupciones cutáneas, escapes de orina, asma, gripe y uno de ellos "está perdiendo visión" y necesita ser operado.
Además, algunas de ellas se han visto separadas de sus maridos y parte de sus hijos, que han conseguido llegar hasta países como Alemania, mientras que ellas han quedado en Grecia y con hijos sin escolarizar. "Al ser una mujer sola, no tengo más opción que seguir al grupo para sentirme algo protegida y poder cuidar de mis hijos. Iré donde vaya el grupo", relata una de ellas.
"Es prácticamente imposible pedir asilo"
En cuanto al sistema de petición de asilo, denuncian que es "de difícil acceso y en la práctica no funciona". "Aquí la petición de asilo tiene que realizarse por Skype contactando con una dirección que aparece en una hoja informativa que solo está escrita en griego. Dependiendo de la lengua que se hable, la conexión se realiza un día determinado y a una hora concreta (...) Este sistema hace prácticamente imposible comenzar el proceso de petición de asilo al que tienen derecho", lamenta la organización.
Asimismo, denuncian la falta de traductores y abogados para tramitar todas las solicitudes de asilo y que "tampoco existe personal y funcionarios suficientes con formación especializada en género" para adoptar esta perspectiva a la hora de planificar la atención a refugiados y las necesidades especiales de mujeres y niños.
Además, critican que, en los casos en que los refugiados en lugares como el Pireo tienen acceso a un procedimiento de petición de asilo, este se desarrolla "de forma apresurada y sin garantías para los solicitantes", en un plazo máximo de 15 días, algo que consideran una vulneración al derecho europeo, que "no puede ser manipulado o ignorado" y que "garantiza el respeto de la condición humana, la igualdad y la no discriminación y no la arbitrariedad y la irresponsabilidad".
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La organización culpa a la UE de actuar "de manera oportunista" y emplear únicamente una "visión migratoria" de la crisis de refugiados que llegan a Europa huyendo de la guerra que convierte a quienes llegan a pedir asilo en "inmigrantes ilegales" que pueden ser "detenidos y expulsados sin mayor explicación".
"Los derechos humanos deben cumplirse dentro del territorio de la UE, no son un lujo del que podamos prescindir en tiempos de crisis. Son nuestra estructura misma y, por lo mismo, su no respeto genera responsabilidades que pueden y deben ser reclamadas", advierte Women's Link Worlwide, cuya queja ante la Defensora del Pueblo Europeo ha dado lugar a una investigación ante posibles vulneraciones del ordenamiento europeo por parte del tratado UE-Turquía.
En este sentido, el informe incluye un listado de las normas y artículos que, a juicio de la organización, se estarían vulnerando en la respuesta europea ante la llegada de miles de refugiados a la UE, empezando por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención de Ginebra sobre Refugiados y continuando por la Convención sobre los Derechos del Niño, El Convenio del CE sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, la Carta de Derechos Fundamentales de la UE y las directivas europea sobre Condiciones de Acogida y sobre Procedimientos, entre otras.