Los dos bandos del PSOE reclaman ser el poder legítimo

La crisis interna del PSOE se ha agudizado en la mañana de este jueves. Como ya ocurriera en la tarde de este miércoles, tras quedar vacantes más de la mitad de los puestos de la Comisión Ejecutiva Federal por la cascada de dimisiones de 17 cargos críticos, tanto los partidarios como los detractores de Pedro Sánchez discrepan sobre a quién corresponde a estas horas la dirección del partido.

Los afines a Sánchez sostienen que él sigue siendo el líder y defienden que el Comité Federal de este sábado deberá poner fecha a un congreso extraordinario para elegir a una nueva dirección. A estas horas están reunidos en la sede de Ferraz 16 de los 18 miembros de la Ejecutiva que aún permanecen en la misma y que no dimitieron. Los ausentes son la valenciana Carmen Montón y la cántabra Eva Díaz Tezanos.

A su llegada, Óscar López, portavoz en el Senado y afín a Sánchez, ha señalado que la Ejecutiva va a "pensar" sobre lo ocurrido en las últimas horas. Otra representante de este sector, la secretaria de Participación y Politica en Red, María González Veracruz, ha defendido que Ferraz está cumpliendo "estrictamente los estatutos del partido".

Los críticos dan la dirección por disuelta

El sector crítico, mientras tanto, no reconoce ninguna autoridad a la dirección de Sánchez. Sostiene que desde el momento en el que están vacantes más de la mitad de los puestos de la Ejecutiva esta queda automáticamente disuelta. Sus planes son que el partido quede en manos de una gestora durante un lapso de unos seis meses, hasta que las aguas se calmen y pueda celebrarse el congreso federal para elegir a un nuevo secretario general.

La dirigente del PSOE sevillano Verónica Pérez, quien desde 2014 ha ostentado la presidencia del Comité Federal en cada una de las reuniones de este órgano, ha comparecido poco después de las 10.00 de la mañana a las puertas de la sede de Ferraz, antes de solicitar formalmente la convocatoria de la Comisión de Garantías para que ratifique la disolución de la ejecutiva federal. Los críticos defienden que Pérez, persona de la máxima confianza de Susana Díaz, debe pilotar el partido hasta la elección de la gestora por su condición de presidenta del máximo órgano entre congresos del partido.

"En este momento la única autoridad que existe en el PSOE es la presidenta del Comité Federal que, les guste o no a algunos, soy yo, porque me eligieron mis compañeros y compañeras del Comité Federal", ha señalado en este sentido la socialista sevillana a su llegada a Ferraz. Frente a esa interpretación, la dirección de Sánchez defiende que Pérez no es presidenta del Comité Federal porque éste no es un órgano "estático", sino que su mesa se elige en cada reunión.

"Cualquier militante de este partido sabe que cuando dimite o bien el secretario general o dimite más de la mitad de sus miembros eso significa inmediatamente la disolución de esa ejecutiva", insistió Pérez a las puertas de la sede socialista. Ya en el interior, registró una petición para que se reúna la Comisión de Garantías e intentó reunirse con algún miembro de la Secretaría de Organización que pilota César Luena, de cara a preparar el Comité Federal del sábado.

Polémica sobre la comisión de garantías

Pérez ha abandonado la sede del PSOE pasadas las 12.00 del mediodía. A la salida, ha asegurado que ha pasado "dos horas en el hall de Ferraz" porque no se le ha permitido acceder al resto del edificio. "He venido a instar que se convoque una Comisión Federal de Garantías, porque entiendo que debe pronunciarse sobre un informe que arroje luz al procedimiento", ha dicho Pérez, que ha enfatizado que nadie la ha recibido y que se ha marchado sin respuestas.

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"Es más necesario que nunca un informe de la Comisión de Garantías del PSOE. Espero que la presidenta de ese órgano lo convoque de forma urgente para arrojar luz sobre este proceso", ha agregado Pérez, que también quería obtener "información y documentación" para "preparar el Comité Federal", unos documentos que no se la facilitaron, según dijo, en las "dos horas" que permaneció en la sede del partido.

Los fieles a Sánchez argumentan, en cambio, que no habrá tal reunión de la Comisión de Garantías porque la presidenta de éste órgano, la vasca Isabel Celaá, no la ha convocado. Las normas establecen que la Comisión de Garantías debe convocarla su secretario a instancias de su presidente y debe reunirse con un quórum mínimo de la mitad más uno de sus cinco miembros, de los que en principio dos son afines y tres críticos con Sánchez.

Precisamente Celaá, quien fuera consejera en el Gobierno vasco de Patxi López, emitió en la mañana de este jueves un comunicado en el que señala que una eventual convocatoria "unilateral" de la Comisión de Garantías instada por Verónica Pérez sería "nula a todos los efectos", y remitió precisamente a Pérez ya en la noche del miércoles otra comunicación en la que le recuerda ese mismo extremo.