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La nueva legislatura

El Gobierno presume del inicio de una "gran coalición" en la sombra con el PSOE

De Guindos, Méndez de Vigo y Montoro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lleva casi dos años, desde que vio que le iba a ser imposible volver a gobernar con mayoría absoluta, vendiendo las bondades del bipartidismo, de la alternancia de dos partidos al frente del Ejecutivo. Una vez pasado el 20D, ya con los resultados electorales sobre la mesa, el jefe de los conservadores ofreció a los socialistas una "gran coalición" liderada por él para dar "estabilidad" a España. No fue posible. Pero las invitaciones al PSOE a sumarse a a las iniciativas legislativas clave van a seguir siendo una constante en las filas conservadoras. De hecho, en Moncloa y en el PP aseguran que esas llamadas a la colaboración están teniendo efecto y ponen como ejemplo los avances en cuestiones como el techo de gasto, el Salario Mínimo Interprofesional o la ley de Educación. Algunas voces hablan ya del inicio de una especie de "gran coalición" en la sombra.

"Lo que se ha visto esta semana en la subcomisión para el pacto educativo, en la negociación del techo de gasto o en la subida del salario mínimo es algo similar a lo que pretendía Rajoy cuando después de las generales de diciembre y las de junio ofrecía una gran coalición al PSOE, a la que también podía sumarse Ciudadanos. La legislatura está como está y los números son los que son. Si no hay entendimiento con los socialistas todo será más difícil", apuntan fuentes gubernamentales. 

En el Gobierno y en el partido que lo sustenta apuntan a que el "clima de entendimiento" en cuestiones "fundamentales" que PP y PSOE han inaugurado esta semana en el Congreso de los Diputados en un "buen punto de partida" para otros asuntos clave de la legislatura. El principal y más urgente a día de hoy son los Presupuestos Generales del Estado para 2017.

La "holgura" del PSOE

Sin mencionar directamente el término "gran coalición", la preferencia de que el PSOE sea el socio prioritario del PP en esta legislatura fue una de las ideas que el Gobierno quiso trasladar en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. El equipo de Rajoy no quiere que su verdadero socio, Ciudadanos, se sienta marginado. Pero son claros: los números son los que son.

La idea la dejó muy clara el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cuando se le preguntó por el acuerdo con la formación liderada por Albert Rivera y los roces de los últimos días. "Para sacar adelante una ley en una Cámara de 350 [diputados] hacen falta 175 más uno", subrayó. Para añadir a renglón seguido que siempre es "preferible" que se entiendan con quienes suman "con holgura" en lugar de con el "voto marginal".

"Ésa tiene que ser la tónica de esta legislatura y lo que no entre en esa suma no se podrá hacer", sentenció el responsable de Hacienda y Función Pública. Montoro y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, están siendo dos de los actores fundamentales del Gobierno en los contactos que se están estableciendo con los grupos parlamentarios

Maíllo: con C´s "no llega a la mayoría absoluta"

Desde la dirección nacional del partido el mensaje a trasladar en público fue el mismo. A saber: Ciudadanos es muy importante, el pacto está vigente al cien por cien, pero sus 32 escaños sumados a los del PP no dan para sacar iniciativas adelante.

En Castellón, donde asistió a un acto del PP de la Comunidad Valenciana, el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo, otorgó plena vigencia al pacto que facilitó la investidura de Rajoy: "Nuestro acuerdo con Ciudadanos sigue plenamente vigente y nuestra pretensión, sin duda, es cumplirlo". No obstante, recordó que "la suma de ambos no llega a la mayoría absoluta". "Tenemos que tener otros socios", añadió. "Ciudadanos siempre ha pedido que el PP y el PSOE dialoguen. Bueno pues esto es lo que hemos hecho", insistió consciente del malestar en la formación de Albert Rivera, que esta misma semana advirtió de que en Ciudadanos no apoyarán ninguna medida que previamente no haya sido negociada con ellos.

El número tres del PP mantuvo que durante esta legislatura habrá que dialogar mucho con todas las fuerzas. E intentó contextualizar los primeros pasos que se han dado con el PSOE: "Hay muchas comunidades autónomas y ayuntamientos gobernados por el PSOE donde cuestiones como las que tienen que ver con la financiación autonómica o con la financiación local, también tienen que ser negociadas con el PSOE". "Yo creo que Ciudadanos lo comprende, lo entiende y eso es perfectamente compatible con la vigencia del acuerdo y con el cumplimiento, en concreto, de esas 150 medidas", destacó Martínez-Maillo.

En todo caso, la relación entre PP y Ciudadanos está tocada. En la formación naranja no están nada contentos con la forma en la que el Gobierno ha resuelto el tema de la amnistía fiscal. En esta materia hay disparidad de criterio entre PP y Ciudadanos. En el partido de Rivera creen que es posible reclamar a los beneficiarios de esta regularización el 10% de las cantidades afloradas, independientemente de que se correspondiesen o no con ejercicios fiscales prescritos. En Hacienda insisten en que van a investigar a esas personas por si se detectan irregularidades o comportamientos ilegales. Pero aclaran que no pueden cambiar las reglas de la amnistía a mitad de partido porque sobre la marcha no se puede redactar de nuevo la ley y pretender que tenga efecto retroactivo.

Fuentes de la dirección del Grupo Parlamentario Popular señalan que el malestar de Ciudadanos en lo relacionado con la amnistía fiscal no va a romper el acuerdo. Como tampoco lo va a romper, aseguran, la discrepancia respecto al pacto anticorrupción que se puso de manifiesto tras la muerte de Rita Barberá.

El fallecimiento de la exalcaldesa de Valencia y exmilitante del PP en una habitación de hotel en Madrid dirigió todos los focos hacia el pacto entre PP y C´s, concretamente hacia el punto que señala que un cargo público debe ser apartado en el momento de la imputación. Obviando que había sido la dirección nacional del PP quien obligó a Barberá a entregar su carné de militante del PP, sectores del partido y del Gobierno salieron a criticar la dureza del pacto suscrito y la necesidad de abrir un periodo de reflexión al respecto. Tras varias declaraciones contradictorias de miembros de la cúpula del partido, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, tuvo que salir a defender la plena vigencia del acuerdo con Rivera.

No obstante, en el PP admiten que ese punto del pacto tuvo que ser aceptado porque era condición previa para que Ciudadanos se sentara a hablar con el PP. 

Casado: sería lo ideal ir "de la mano"

También el portavoz del PP se refirió este viernes a las relaciones con el PSOE y Ciudadanos. El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, mostró su confianza en que PP y PSOE vayan "de la mano" en la aprobación de "las leyes fundamentales" de esta legislatura.

"Lo ideal sería que todas las reformas importantes que necesita España se hicieran y salieran adelante con el mayor consenso posible, y eso engloba al principal partido de la oposición, que es el PSOE", precisó Casado en el acto para festejar el aniversario de la Constitución Española que ofreció la Comunidad y la Delegación del Gobierno en Madrid, informa Europa Press.

Entre las reformas en las que Casado ve "imprescindible" ese consenso están el pacto de Toledo sobre pensiones, el educativo, el techo de gasto, "y si fuera posible" en los Presupuestos Generales del Estado. "Esto no es algo que sorprenda, porque Rajoy ya planteó una gran coalición en la que PP Y PSOE fueran de la mano; no fue posible, pero esperemos que en la aprobación de leyes fundamentales de esta legislatura sí que lo sea", señaló.

Una "buena base"

En el equipo de Rajoy insisten en que hay que quedarse con la foto final, no con el día a día. Recuerdan, en este sentido, que en una legislatura como esta lo importante es cómo acaba el partido, cómo se van modelando cada una de las iniciativas. El jefe de los conservadores insiste en que no va a permitir que la oposición derribe lo que él llama su programa de reformas, que se derogue ley a ley. Pero también ha insistido en que está dispuesto a mejorar todo lo que sea mejorable. Es lo que pretenden ahora con la Ley de Seguridad Ciudadana.

Después de que el martes una moción consecuencia de interpelación urgente del PSOE instara al Gobierno a derogar la llamada ley mordaza, ley mordazael principal partido de la oposición registró una proposición de ley para cambiar la legislación en esta materia. Dado que se trata de una proposición de ley, el Ejecutivo no puede hacer oídos sordos. Su idea es intentar reconducir la situación de una forma similar a como están intentando con la Lomce.

La "oposición útil" del PSOE

Por su parte, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, reivindicó la "oposición útil" con la que el PSOE, dijo, consigue "rentabilidad social". La dirigente socialista contrapuso la actuación de su partido al "espectáculo" que, a su entender, hace el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

En declaraciones a los periodistas antes de participar en un acto organizado por el grupo federal de Afrosocialistas, con motivo del Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, Díaz defendió la labor de oposición de los socialistas y sacó pecho por el acuerdo alcanzado con el Gobierno para subir un 8% el SMI.

"A otros les va más el espectáculo, a mí me va mucho mejor que la gente viva mejor, y a mis compañeros también", defendió Díaz, cuando se le preguntó por la participación este viernes de Iglesias en una protesta de los trabajadores de Coca-Cola frente a la sede del PPPP.

Fuentes del Gobierno y del PP consultadas por infoLibre comparten la esencia de las palabras de Díaz y subrayan que Podemos "está desdibujado" en el Parlamento desde que Rajoy fue investido presidente del Gobierno.

Mientras, según Europa Press, el entorno del ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez cree que el pacto que ha alcanzado el partido con el PP para aprobar la senda de estabilidad demuestra que el acercamiento entre ambos partidos no acabó en la abstención, sino que el Gobierno de Mariano Rajoy va a seguir buscándoles durante la legislatura y los socialistas van a continuar respondiendo, en una "coalición no declarada".

La mala memoria de Montoro

La relación PP-PSOE-Ciudadanos fue la nota dominante de las preguntas de los periodistas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Previamente, el grueso de la exposición del Gobierno había estado destinada a anunciar subidas de impuestos y otras medidas fiscales con un impacto previsto en la recaudación de 7.500 millones de euros.

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Los conservadores ganaron en las urnas con la promesa de no subir impuestos. Y choca con lo anunciado este viernes. Montoro, no obstante, no lo ve así. "¿En qué parte de nuestro programa hemos dicho algo del Impuesto de Sociedades?", señaló poniendo en valor que a lo largo de su carrera política ha participado en la redacción de muchos programas electorales del Partido Popular.

"Lo que dijimos en el programa es lo que nos falta por hacer. Y tenemos tiempo sobrado", añadió. Montoro insistió en que el PP se presentó a las pasadas elecciones con la promesa de bajar el IRPF y el IVA en algunos ámbitos. Por lo tanto, la subida del Impuesto de Sociedades no va incluida en las promesas. "La legislatura acaba de empezar y ahora tenemos que hacer un esfuerzo muy grande para reducir el déficit", subrayó.

A Montoro se le olvida lo que figura en la página 78 de su programa: "Rebajaremos la carga fiscal de los ciudadanos, asegurando que los beneficios de la recuperación económica llegan a todos los hogares".

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