El futuro de Cataluña

Sánchez contiene las críticas internas al 155 y espera que Puigdemont convoque elecciones

La plana mayor de la dirección del PSOE, reunida en Ferraz para hablar de las medidas aprobadas por el Gobierno para intervenir la autonomía catalana.

El respaldo del PSOE a la intervención de la autonomía catalana aprobado por el Consejo de Ministros el pasado sábado, que incluye medidas como la destitución del Govern en pleno y el sometimiento del Parlament a la voluntad del Gobierno central sin fijar siquiera una fecha para la normalización de las instituciones a través de las urnas, no es del agrado de todo el mundo dentro del partido.

Es verdad que, de momento, las únicas voces críticas que se han manifestado públicamente son las de algunos antiguos dirigentes del socialismo catalán y las de varios alcaldes, entre ellos la regidora de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlón, que además ha dimitido como miembro de la Ejecutiva de Pedro Sánchez. Otros transmiten sus reservas en los órganos del partido o las hacen llegar en privado. No quieren, al menos por ahora, contribuir a poner palos en las ruedas visibilizando discrepancias en un momento tan delicado. También para el PSOE.

En la reunión de la permanente del partido celebrada este lunes en Ferraz primaron las opiniones favorables a la estrategia defendida por Sánchez —respaldo al Estado de derecho frente al intento de los independentistas de separar Cataluña de España— aunque no todos sus miembros se sienten cómodos con el apoyo al PP, especialmente cuando ha decidido aplicar un paquete de medidas que todo el mundo ha coincidido en reconocer como muy duras.

Entre las pocas voces que lo hicieron constar dentro de la reunión está, según fuentes consultadas por infoLibre, la del Odón Elorza, secretario de Transparencia y Democracia Participativa de la dirección. Y también, aunque con muchos matices, otras dos cargadas de significación por tratarse de personas muy vinculadas al proyecto político del secretario general: Manuel Escudero y José Félix Tezanos, responsables ejecutivos de Economía y Estudios y Programas, respectivamente. El primero, según las mismas fuentes, habría intervenido en la reunión para hacer ver los riesgos que entraña aparecer de la mano del PP en este asunto, aunque insistió en dar su pleno apoyo porque considera que defender el 155 es defender la Constitución y la democracia. El segundo, para señalar que la ausencia de partidos nacionalistas y de Unidos Podemos en la comisión del Congreso que impulsó el PSOE para encauzar el debate catalán desnaturaliza la iniciativa y deja solos a los socialistas compartiendo foto con el PP y Ciudadanos.

A pesar de estas reservas, la permanente respaldó la posición de Sánchez respaldó la posición de Sánchezen la esperanza de que, antes del viernes, el president Carles Puigdemont convoque elecciones autonómicas y evite así la intervención de Cataluña.

En ese objetivo es donde cobra toda el protagonismo el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, el único dirigente político que mantiene abiertas vías de diálogo con todas las partes: Puigdemont, el Gobierno de Rajoy e incluso la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Iceta, que cuenta en estas conversaciones con todo el apoyo de Sánchez, está intentando por todos los medios convencer al president de que adopte dos iniciativas: convocar elecciones para que sea la sociedad catalana la que tome las riendas de la situación y, en segundo lugar, aprovechar la tramitación del artículo 155 en el Senado para ofrecer, sin condiciones previas y garantizando un retorno a la legalidad, un diálogo que pueda llevar al establecimiento de un pacto de Estado para Cataluña. Sin embargo, reconocen fuentes del socialismo catalán, su margen de negociación es muy estrecho.

En la dirección del PSC nadie es capaz de prever qué pasará. Y cunde la preocupación, pensando sobre todo en la aplicación práctica del 155 y las tensiones que puede generar si el Gobierno central acaba enviando a miles de policías para detener a Puigdemont en el caso de que éste se resista a abandonar la Presidencia de la Generalitat. En este contexto, un destacado dirigente consultado por infoLibre dejó clara la incomodidad que les genera el “entusiasmo” con el que la exministra Carmen Calvo, en nombre de la Ejecutiva Federal, está defendiendo la intervención de la autonomía catalana (Calvo es secretaria de Igualdad de la dirección del PSOE pero también negoció, en nombre de Sánchez, las medidas aprobadas el sábado por el Gobierno).

Con todo, las direcciones del PSOE y del PSC mantienen en publico que aún es posible evitar la intervención de las instituciones catalanas. Su esperanza se fundamenta, razonan, en tres elementos que no existían hace pocas semanas y que suponen obstáculos insalvables para la estrategia del independentismo: la movilización ciudadana en contra de la independencia (han dejado de callar y quedarse en casa, destacan), la evidente amenaza, sostienen, que la independencia representa para la economía catalana (salida de empresas, retroceso turístico) y la pérdida de cualquier esperanza de obtener reconocimiento internacional.

El propio Iceta subrayó este lunes, igual que la dirección federal, que “no hay discrepancias entre el PSC y el PSOE”. Ambas formaciones “comparten el objetivo de que las instituciones catalanas vuelvan a la legalidad y de que no se declare la independencia”. “Tanto en el PSC como en el PSOE hay ganas de diálogo y nos estamos moviendo en esta dirección. Desde este punto de vista no hay discrepancias". Tampoco dentro del partido, indicó Iceta, según el cual en la reunión de la ejecutiva de este lunes las 19 intervenciones han estado "de acuerdo en lo que el PSC está haciendo estos momentos".

Respaldo interno

Arropado por la número dos del partido y alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, la líder del PSC en el Congreso, Meritxell Batet, el secretario de Organización, Salvador Illa, o la portavoz en el Parlament, Eva Granados, Iceta agradeció “las voces del PSC que estimulan mi trabajo para evitar un mal mayor”.

¿Y si no se puede evitar? En ese caso, ¿qué hará el PSC? “El PSC ya lo dirá cuando toque. Estamos comprometidos hasta el viernes para intentar evitar esto. Mi trabajo es evitar el desastre, aquí y en Madrid”, ha insistido. “Ningún socialista quiere la aplicación del 155. Defendemos el diálogo, el acuerdo y evitar el peor de los escenarios. Continuamos diciendo que no queremos declaración unilateral de independencia ni el 155” y la “manera de desbloquear la situación es la celebración inmediata de elecciones al Parlament y desencadenar un proceso que lleve a la reforma constitucional".

Mientras tanto, en el PSOE se esfuerzan en tratar de explicar que no existe un 155 suave y aseguran que el objetivo de Mariano Rajoy era aún más duro que lo que aprobó el Gobierno el sábado.

Fuentes del partido consultadas por infoLibre aseguran que Rajoy quería ser mucho más drástico con el Parlament ordenando su disolución (una petición en la que habría insistido especialmente el líder de Ciudadanos, Albert Rivera). Y habría intentado además conseguir el aval de PSOE para poder prolongar la intervención de Cataluña más allá del plazo máximo de seis meses establecido en las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros. La negativa de Pedro Sánchez a aceptar ambas medidas habría obligado al Gobierno, aseguran, a limitar la intervención de la Cámara autonómica catalana y a fijar seis meses como plazo límite para la celebración de elecciones.

A estas alturas, no todos los miembros de la dirección del PSOE se fían del Gobierno y casi nadie en la Ejecutiva se siente cómodo con la aplicación del artículo 155. De ahí que la dirección tenga intención de someter a un seguimiento y supervisión estrictos la aplicación concreta de las medidas que salgan del Senado, si es que finalmente se aprueban. Los socialistas quieren evitar que su apoyo sea interpretado como “un cheque en blanco” y aspiran, según otro dirigente muy cercano a Sánchez, a que el 155 se aplique con un “espíritu” de máximo respeto a la autonomía catalana.

Para añadir aún más presión al PSC y especialmente a sus alcaldes, la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, ha avisado este lunes de que revisará sus pactos municipales con los socialistas si el partido de Miquel Iceta vota en el Senado a favor de aplicar en Cataluña el artículo 155.

“Nadie entendería que se pudiera gobernar con partidos que apoyan que desparezca la autonomía y las instituciones de autogobierno”, ha declarado a los periodistas desde los pasillos del Parlament.

Pascal ha precisado que es pronto para pronunciarse hasta que se produzca la votación en el Senado pero, si el PSC lo avala, el PDeCAT se verá obligado “a hacer un análisis muy concreto” de sus acuerdos con los socialistas, informa Europa Press.

El Ejecutivo endurece su posición respecto al 155 tras su división interna sobre la respuesta a unas elecciones

No obstante, también ha dicho que se haría “caso por caso”, es decir, ayuntamiento por ayuntamiento, y a criterio de sus grupos municipales.

Pascal también ha hecho un llamamiento a que “todos los senadores catalanes” voten en contra del 155, sean del partido que sean, y lo ha pedido especialmente al senador y expresidente de la Generalitat José Montilla (PSC).

“El PSC ha sido un gran partido progresista que ha ayudado a construir la autonomía catalana y no puede votar un artículo que quiere aniquilar su autonomía”, ha argumentado la también diputada de JxSí en el Parlament.

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