Alemania
Martin Schulz lamenta haberse convertido en el "cabeza de turco" del SPD
El expresidente del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), Martin Schulz, ha reconocido sus errores al mismo tiempo se ve como un chivo expiatorio de su partido para todo lo que ha salido mal, según ha reconocido en una entrevista repleta de franqueza a la revista alemana Der Spiegel.
"Cometí un error tonto y quedé vendido a mis rivales", ha comentado el político al escritor Markus Feldenkirchen en un extracto publicado hoy en Der Spiegel. "Valoré erróneamente este agujero de credibilidad. Lo valoré de manera completamente errónea", indicó sobre un error que le costó un puesto en el nuevo Gobierno de la canciller Angela Merkel, así como la jefatura de su partido.
Después de las elecciones alemanas del 24 de septiembre, donde quedó claro que Merkel necesitaría de nuevo un compañero de baile para gobernar, Schulz declaró que nunca formaría parte de un Ejecutivo capitaneado por la mandataria. Sin embargo, el SPD decidió dejar de lado su idea inicial de volver a la oposición tras cuatro años de Gobierno con Merkel y volvió a sentarse en la mesa de negociaciones tras el fracaso de los conservadores para formar una alianza con los liberales y ecologistas.
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Cuando se alcanzó finalmente el acuerdo de coalición entre conservadores y el SPD, Schulz anunció su intención de dimitir del cargo de líder del partido y sus deseo de ser el nuevo ministro de Exteriores de Alemania, pero una oleada de críticas internas que lo acusaron de faltar a su palabra lo obligó a dar un paso a un lado. En la entrevista, Schulz asume que cometió un error cuando se mantuvo al frente del partido después de decidir negociar un Gobierno con los conservadores de Merkel. "Ahí habría tenido que dimitir. En ese momento debería haberme ido", ha comentado el político de 62 años.
Sin embargo, entonces pensó que si el presidente federal de Alemania lo convocaba para hablar sobre la formación de Gobierno y la necesidad de hablar con los conservadores, entonces no podía negarse o dimitir. Su disciplina fue su perdición, ha comentado. "Fui un líder de partido desafortunado", reconoció Schulz echando la vista atrás. "Creo que no he fracasado políticamente, pero seguramente en parte me he estrellado contra las estructuras del partido", comentó el exdirigente, que aseguró sentirse "el cabeza de turco ideal para todo lo que ha hecho mal el partido desde hace años".
La dura campaña electoral y las difíciles negociaciones para formar Gobierno que hicieron que Merkel tuviera que esperar más de cinco meses para asumir su puesto como canciller del país europeo dejaron agotado al ex presidente del Parlamento Europeo. "Dios, estoy cansado. Increíblemente cansado", comenta Schulz en la entrevista. "No sé si volveré a estar bien de nuevo. Creo que necesito medio año para volver a tener fuerzas".