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El futuro de la izquierda

Garzón no expulsa por ahora a Llamazares pero le exige que decida entre IU y Actúa

Llamazares, junto a Montse Muñoz y Baltasar Garzón el pasado sábado.

El ex coordinador federal de IU y actual portavoz parlamentario de la organización en Asturias, Gaspar Llamazares, mantendrá su carné de militante de IU... por ahora. Tras anunciar este sábado Actúa –el partido impulsado por Llamazares que también integra el exjuez Baltasar Garzón– que tiene pensado presentarse a las elecciones municipales y europeas de 2019, la ejecutiva de IU decidió este lunes pedir por escrito al excoordinador que aclare si tiene pensado apoyar estas candidaturas. Según los estatutos de la federación, hacerlo supondría una falta muy grave y podría acarrear incluso la expulsión de Llamazares de IU.

Actúa celebró el pasado sábado su primera Conferencia Política, un órgano en el que realizó el anuncio formal de lo que llevaba meses cocinándose: su presencia en las próximas elecciones municipales, autonómicas y europeas de 2019. El partido de Llamazares y Baltasar Garzón acudirá a los comicios europeos encuadrado en el espacio Primavera Europea, liderado por el exministro griego Yanis Varufakis, y a pesar de que sus impulsores reconocieron que no podrán concurrir a las autonómicas y municipales en todos los territorios al estar en fase de "implantación", sí que lo harán en todos aquellos lugares en los que puedan "sumar" a la izquierda.

La presencia de Llamazares en Actúa viene de lejos. En el último año y medio, desde que registró ante el Ministerio del Interior el partido, el excoordinador de IU ha organizado multitud de actos en los que ha criticado la estrategia de confluencia con Podemos seguida por IU. Hasta ahí, sus actividades no interferían con su militancia en IU, que no penaliza la doble afiliación de sus miembros, pese a lo cual la dirección liderada por Alberto Garzón retiró el pasado julio la asignación económica a Izquierda Abierta –otro partido liderado por Llamazares que participa a modo de corriente interna dentro de IU– al entender que estaba auspiciando la creación de una formación externa a IU.

No obstante, el evidente distanciamiento y los choques recurrentes que mantiene Llamazares con la actual dirección de IU no habían traspasado hasta este lunes la última barrera: la de la expulsión. Pero el anuncio formal de que Actúa se presentará a las elecciones de 2019 que la formación llevó a cabo el pasado sábado ha terminado de dinamitar los escasos puentes existentes entre Alberto Garzón y su predecesor. El pasado domingo, pesos pesados de IU como el coordinador andaluz, Antonio Maíllo, exigían a Llamazares que "no tome el pelo" a los militantes de la federación y elija entre IU y Actúa. Y este mismo lunes, Alberto Garzón recordaba que crear un partido para competir electoralmente contra IU es algo "muy grave" y está penalizado en los estatutos.

Así las cosas, la reunión de la Coordinadora Federal –la ejecutiva– de IU prevista para este lunes se dedicó a abordar este asunto. Por el momento, y al no haberse producido nada más que una declaración de intenciones por parte de Actúa, la dirección de IU no ha iniciado ningún procedimiento sancionador contra Llamazares y los dirigentes de su corriente que apoyan al partido. Pero sí que les han exigido una "aclaración" por escrito, como señaló Alberto Garzón tras la reunión: antes de mediados de enero, Llamazares y los suyos tendrán que haber dejado claro que no apoyarán en 2019 listas que se presenten contra IU.

Según el líder de la federación, Llamazares y los suyos deben aclarar "si siguen estando en IU" o si apoyan a Actúa a nivel electoral, porque "es absolutamente legítimo participar en un partido distinto" a la federación "siempre y cuando no se compita con IU y no se vaya contra las normas básicas de funcionamiento" de la misma, algo que tachó de "surrealista". Y es más: tal y como aclaró en un comunicado la dirección, Llamazares debe realizar esta aclaración de forma "inmediata", dado que ocupa un cargo público y su apoyo a otra fuerza diferente a IU se trataría "de un incumplimiento manifiesto del compromiso con los estatutos, el programa y los acuerdos democráticos de la organización".

Desde la suspensión hasta la expulsión

Ni el comunicado ni el propio Alberto Garzón aclararon cuáles serían las consecuencias para Llamazares en caso de no contestar al requerimiento o mantener su apoyo a Actúa para 2019, si bien el escrito desliza que "de materializarse" –por ahora no hay listas presentadas–, este apoyo situaría al excoordinador y a los suyos "fuera del proyecto y la organización de IU". Fuentes presentes en la reunión de la ejecutiva explican que en el órgano tampoco se explicitó cuáles podrían ser las consecuencias para Llamazares si no se retractara y únicamente se señaló que la respuesta al requerimiento enviado a los militantes que apoyan a Actúa debe remitirse antes de la próxima reunión de la ejecutiva, en la primera quincena de enero.

Pero los estatutos son claros a este respecto: el dirigente podría hasta ser expulsado. Las normas de IU consideran una infracción muy grave "concurrir en candidaturas electorales, o realizar de forma pública y notoria campaña en apoyo de las mismas, cuando éstas se presenten en competencia con las legalizadas por IU o sus organizaciones territoriales federadas", algo que precisamente es lo que pretende Llamazares: apoyar a Actúa en aquellos lugares en los que Podemos e IU concurran a las elecciones en coalición, una estrategia que el dirigente entiende equivocada y que ha criticado pública y repetidamente en los últimos meses. Y las infracciones muy graves, según los estatutos, pueden tener dos castigos: o "la suspensión de los derechos como afiliado por un periodo desde un año a dos años", o "la expulsión de IU".

En torno a las 21 horas del lunes, Llamazares respondió en Twitter a la exigencia de explicaciones por parte de Alberto Garzón. "No he pertenecido ni pertenezco a ninguna organización que haya competido electoralmente con IU", señaló en uno de sus mensajes el excoordinador, que criticó que "miembros de la dirección federal que han competido con IU" le pidan "cuentas". "Pertenezco a IU desde su fundación y también a Izquierda Abierta", y "cumplo puntualmente con mis compromisos programáticos y económicos como diputado en IU Asturias", sostuvo igualmente Llamazares, que criticó que "la dirección federal [...] disuelve IU e incumple sus compromisos con Izquierda Abierta".

Llamazares quiere liderar la lista de IU en Asturias

Pero Llamazares no solo no pretende abandonar IU, sino que mantiene su aspiración de liderar las listas de la federación para las elecciones autonómicas de 2019 en Asturias –como ya hizo hace cuatro años– sin que eso sea óbice para que apoye las listas de Actúa en otros territorios, tal y como confirmó este mismo lunes a infoLibre el propio excoordinador federal. El dirigente tampoco descarta que su formación concurra en coalición con IU en Asturias o se abstenga de presentarse en otros territorios donde la federación no vaya a confluir con Podemos, como Navarra –para las elecciones autonómicas– o Toledo o Madrid –en el caso de las municipales–.

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Y es que la estrategia de confluir con Podemos en todos los territorios que quiere poner en práctica Garzón se está encontrando con serias resistencias en federaciones como la asturiana, que mantiene desde hace años una relación muy tensa con el partido morado. IU Asturias, de hecho, realizó una consulta entre sus bases el pasado junio para preguntar sobre la conveniencia de ir en coalición a las próximas autonómicas, y el resultado fue muy claro: el 86,3% los afiliados optaron por concurrir en solitario a las elecciones. Las encuestas sonríen a la federación asturiana, que podría ganar voto a costa precisamente de Podemos, por lo que liderar la lista de IU en esa comunidad es un caramelo para los críticos con Garzón, a quienes un buen resultado les serviría para cargarse de argumentos para criticar la estrategia de confluir con el partido morado.

Porque esa es la discrepancia de fondo: la estrategia electoral. Para Llamazares, la polémica que se ha desatado estos últimos días se debe al intento de evitar analizar los motivos de los malos resultados obtenidos por Adelante Andalucía en las pasadas elecciones autonómicas del 2 de diciembre. "Están intentando buscar un chivo expiatorio, una cortina de humo", defiende el excoordinador, que hace unos días impulsó y firmó un manifiesto en el que tanto él como otros dirigentes y exdirigentes críticos –entre ellos el exlíder Cayo Lara, la eurodiputada Paloma López, el llamazarista Tasio Oliver o el diputado Ricardo Sixto– denuncian que ni IU ni Podemos han sabido hacer frente al avance de la derecha y la extrema derecha, por sus "estériles tacticismos cortoplacistas", sus "promesas demagógicas" o sus "miserias oportunistas".

"La deseable aspiración a la unidad de acción de la izquierda política y social española debe ser real y basarse en el respeto a la pluralidad y no en pretensiones de hegemonía excluyente", denunciaban los firmantes de ese manifiesto, que criticaban el "reproche mutuo" y los "estatutos de limpieza de sangre" que, a su juicio, predominan en el actual modelo de confluencia. "El futuro de la izquierda pasa [...] por reconocernos a nosotros mismos en nuestra pluralidad, ejerciendo la crítica y la autocrítica pero sin  poner jamás los intereses partidistas por encima de las posibilidades de colaboración", señalan.

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