Elecciones municipales y autonómicas 2019
Las negociaciones para la reedición del 'Botànic' arrancan esta semana en plena precampaña
PSPV, Compromís y Unides Podem Esquerra Unida arrancan esta semana las negociaciones para la reedición del Acord del Botànic, en plena precampaña para las municipales, tras una semana marcada por los festivos en la que los partidos han analizado los resultados y han manifestado su compromiso en avanzar en este acuerdo progresista que comenzó su andadura en 2015 tras 19 intensos días de negociación.
Las autonómicas del pasado 28 de abril situaron al PSPV como fuerza más votada en la Comunitat, mejorando su resultado respecto a 2015, y con Compromís y Unides Podem perdiendo parte de su representación. Así las cosas, la propia noche electoral los candidatos de las tres formaciones mostraron su disposición a continuar avanzando en el cambio, esta vez con un margen de diferencia menor respecto al bloque de PP, Ciudadanos y Vox, con 52 diputados frente a 47.
La cuenta atrás para la constitución de Les Corts el próximo 16 de mayo ya ha comenzado, y el calendario establece que la investidura del nuevo presidente tendría lugar a finales de mayo o principios de junio.
El president en funciones, el socialista Ximo Puig, ya ha apuntó el martes que confiaba en que el nuevo Consell pudiera estar listo en la primera quincena de junio para reducir al mínimo el periodo de interinidad y este mismo viernes ha subrayado que el periodo electoral que nuevamente se avecina condicionará los plazos, de modo que no cree que haya un acuerdo final sobre ese Botànic II hasta que pasen las municipales.Botànic II
Si en 2015 los contactos arrancaron ya el lunes siguiente al domingo electoral, en esta ocasión las negociaciones formales se producen tras una semana de baja intensidad política, marcada por los festivos del lunes --San Vicente--, el miércoles 1 de mayo y el jueves --la Santa Faz--.
Hace cuatro años, con un resultado mucho más ajustado entre el PSPV y Compromís, las negociaciones se prolongaron durante 19 días, entre las elecciones del 24 de mayo y el acuerdo sobre el quién debía presidir la Generalitat, el 12 de junio, un día después de poner sobre el papel el qué, el Acord del Botánic con los ejes de la acción del nuevo Ejecutivo. En aquel momento Les Corts se constituyeron en la mañana del 11 de junio, sin estar suscrito el pacto --se firmó horas después--, y Puig tomó posesión como presidente el 25 de junio. Los consellers hicieron lo propio cinco días más tarde, el 30.
No obstante, el camino hasta ese desenlace no fue fácil. Si tras los comicios, en los que las urnas dejaron abierta la posibilidad a poner fin a dos décadas de gobiernos del PP, los tres partidos mostraron su disponibilidad a iniciar negociaciones, la reivindicación de la Presidencia por parte de PSPV, como fuerza progresista más votada, y Compromís como garante de la "credibilidad del cambio", tensaron la cuerda.
Los socialistas mostraron su voluntad de apoyar a Joan Ribó (Compromís) en el Ayuntamiento de València como fuerza de la izquierda con más representación y reivindicaron que la coalición hiciera lo mismo en la Generalitat, pero esta reiteró su intención de liderar el Consell.
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Puig puso sobre la mesa su voluntad de hablar "con todos" y abrió la puerta a dos opciones, un gobierno con Compromís y apoyo de Podemos o en minoría con el apoyo de Ciudadanos. El propio PP de Alberto Fabra llegó en un momento dado a ofrecer la abstención para esa segunda opción a cambio del apoyo socialista a los 'populares' en los ayuntamientos.
El 9 de junio, dos días antes de la constitución de Les Corts, el PSPV dio por rotas las negociaciones tras "una infinita paciencia" y al sentirse "insultados" por la postura de Compromís. Puig cenó con Fabra y Antonio Montiel, entonces líder de Podemos, se mostró dispuesto a "sentarse las horas necesarias para lograr un gobierno de progreso".
Un día más tarde Compromís invitaba al PSPV a volver a negociar "sin imposiciones" sobre la Presidencia apelando al diálogo y el 11 de junio por la tarde se firmaba el Botànic entre las tres fuerzas. El día 12 Oltra propuso que Puig fuera el jefe del Consell en un gobierno "transversal", que después se materializaría bajo la fórmula del mestizaje.