Cultura
Dos empresas recurren la licitación del Festival de Mérida por “discriminación” en favor de la actual adjudicataria
La licitación de la gestión del Festival de Teatro Clásico de Mérida está paralizada. El propio Consorcio responsable del certamen suspendió el lunes, de manera cautelar, la convocatoria de la mesa de contratación prevista para el día siguiente, que debía realizar una primera evaluación de las candidaturas presentadas para hacerse con la producción de las ediciones del certamen para 2020 y 2021. Lo hizo después de que dos empresas concurrentes presentaran sendos recursos contra los pliegos, en los que se denuncia "discriminación" en favor de la sociedad que actualmente organiza el festival, Pentación. La productora del empresario Jesús Cimarro fue designada para ello en 2012 por el Gobierno del PP, y ganó en 2016 el concurso público para seguir haciéndolo, ya bajo la presidencia del socialista Guillermo Fernández Vara. Este mismo jueves comienza la 65ª edición del evento.
Las empresas que han presentado el recurso ante la Comisión Jurídica de Extremadura son la productora Seda, que se presenta en una UTE (unión temporal de empresas) junto a Smedia, y la empresa Klemark, participada por el Grupo Marquina y Clece. Esta última sociedad compitió también en el concurso de 2016, junto a Marcus Teatral, una licitación que ganó finalmente Pentación por menos de tres puntos, con Clece en segunda posición. El valor del contrato se establece ahora en 14,7 millones de euros, y el presupuesto base de licitación, en 4,9 millones, algo más alto que en el anterior concurso, que lo fijó en 4,2 millones por dos temporadas —rebajados hasta los 3,1 millones por Pentación en su oferta—. Ambos recursos consideran que se ha incumplido la Ley de Contratos del Sector Público y solicitan la paralización del proceso y la anulación del pliego recurrido.
"Ventaja inadecuada"
Los recursos, a los que ha tenido acceso infoLibre, coinciden en denunciar un requisito del pliego que, consideran, beneficia a la actual adjudicataria y vulnera "los principios de no discriminación" y "de libre competencia en la contratación administrativa". El pliego establece que se otorgarán hasta 10 puntos en el concurso por la "introducción en el proyecto de representaciones teatrales" que supongan "la recuperación de producciones" representadas "en anteriores ediciones del Festival". Esto, señala el recurso de Klemark, "otorga ventaja competitiva al licitador que, por haber gestionado previamente el teatro, disponga de producciones o coproducciones del Consorcio [del certamen], con los derechos de exhibición incluidos". Esto es, Pentación.
A preguntas de este periódico, la Junta de Extremadura alega que esta cláusula "no implica discriminación en favor de empresa alguna, pues se refiere a todas las producciones realizadas a lo largo de las 65 ediciones del Festival, producciones sobre las que ninguna empresa tiene todos los derechos". Y ponen de ejemplo la obra Los gemelos, de Plauto, estrenada por Verbo Producciones, la "más representada tras su estreno en el Festival", según las respuestas del Gobierno autonómico. "Esta cláusula", defiende la Junta, "está orientada a aumentar la programación de las producciones desarrolladas en el marco del festival" para favorecer "el desarrollo profesional de las compañías que las producen y la difusión de sus creaciones".
Pentación ha realizado, en cada una de las ediciones de las que se ha hecho cargo, varias coproducciones junto al propio Festival de Mérida, y tiene los derechos de exhibición de estas obras. Las empresas recurrentes consideran que esto le da ventaja, primero por la facilidad con la que contaría con estas obras para su programación, pero también por una cuestión de costes, ya que no tendría que comprar sus derechos de exhibición. Por eso, los recursos defienden que con un criterio como el sostenido en el pliego se está fiando la licitación únicamente a la experiencia en la organización de este festival, que solo tiene una de las productoras que compiten por el contrato. El recurso de Seda defiende que "la experiencia es requisito que puede justificar la solvencia del empresario", pero insiste en que esta "no puede nunca utilizarse como criterio de adjudicación". Lo mismo alega el documento presentado por Klemark, que considera que esto da una "ventaja inadecuada" a quien tenga esos derechos, en este caso Pentación, porque "le concederá 10 puntos que sin duda resultarán decisivos".
"Estamos indignados", dicen fuentes de Seda a este periódico. La productora considera que "la única empresa que puede ganar esta licitación, tal y como está, es la empresa que ahora mismo dirige el festival". Fuentes de Klemark aseguran que los pliegos están redactados a favor de Pentación, y reclaman "transparencia e igualdad para todos". "Esto tiene que ser como en todos los concursos públicos, las administraciones cometen errores y ahora tienen la oportunidad de arreglarlos", conceden desde la compañía. La empresa Pentación ha declinado hacer comentarios sobre este asunto, y deriva las peticiones a la Junta de Extremadura. El Gobierno autonómico alega que con la licitación "ha optado por la mayor transparencia y por la participación del mayor número posible de empresas capaces de garantizar la calidad de la programación del Festival durante un período razonable de tiempo".
10 puntos en juego
De los nueve grandes espectáculos previstos para la edición de este verano, Pentación coproduce dos: Prometeo y Metamorfosis. El mismo número de coproducciones que en el verano de 2018, con Fedra y Las amazonas, y en 2017, con La Orestíada y La comedia de las mentiras. En la edición de 2015, por ejemplo, las coproducciones ascendieron a tres, que copaban la mitad de las noches de función del Teatro Romano. Tras el estreno de estas coproducciones en el Festival de Mérida, es frecuente que la empresa programe luego sus obras en los teatros que posee en Madrid, el Teatro La Latina o el Bellas Artes: sucedió con Fedra en otoño de 2018 o con La comedia de las mentiras en primavera de ese mismo año.
En esta sección del pliego de la licitación, solo otros dos apartados igualan o superan esos 10 puntos en juego: la cualificación y experiencia del director artístico y la introducción de representaciones que "permitan una mejor difusión de los fines del Festival, y a la vez se desarrollen en elementos que forman parte del patrimonio cultural de Extremadura". Las empresas recurrentes señalan que estos criterios que se consideran dependientes "de un juicio de valor" serán decisivos para ganar el concurso, pues suponen 49 puntos frente a los 33 de la oferta económica. "Aún más", dice el recurso presentado por Seda, "cuando el otro criterio de adjudicación que contiene el Pliego de la presente licitación, la baja económica, se marca para todos en un máximo de un 5%". El resultado de la licitación de 2016 fue muy ajustado, con una distancia de menos de tres puntos.
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Este martes, la mesa de contratación debía abrir los sobres para conocer qué empresas se habían presentado y si acreditaban suficiente capacidad y solvencia para competir por el contrato. En una segunda fase, la mesa debería evaluar las propuestas en base a los criterios definidos. Es decir, el Consorcio ha detenido el proceso cuando estaba a punto de iniciar su primera fase. La Junta de Extremadura asegura a este periódico que "la convocatoria de la mesa de contratación no se ha suspendido", sino que "se ha aplazado", aunque el documento oficial firmado por el director-gerente del Consorcio del Festival comunique literalmente la "suspensión de convocatoria de la mesa de contratación" y no dé ninguna nueva fecha ni plazo para establecerla. Según fuentes jurídicas consultadas por este periódico, con esta suspensión a iniciativa del propio órgano licitador, sin esperar a que lo haga la comisión de control, el Consorcio buscaría "cubrirse las espaldas".
En cualquier caso, la Comisión Jurídica de Extremadura, que se ocupa de dirimir este tipo de casos, deberá evaluar los recursos y decretar si levanta la suspensión y sigue adelante con la licitación, o si anula los pliegos. Aunque por ley la Comisión podría tardar hasta dos meses en pronunciarse, la Junta de Extremadura calcula que el proceso puede estar resuelto en un mes. Es decir, en plena celebración del festival.