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Elecciones en Cataluña

Cs se plantea ahora una coalición electoral con el PP en Cataluña pero los críticos rechazan pactos de “trincheras”

La líder de Ciudadanos Inés Arrimadas, durante su intervención en el primer aniversario de gobierno en Andalucía.

Los intentos de Pablo Casado de buscar alianzas electorales con Ciudadanos sólo han tenido éxito, hasta la fecha, en Navarra, donde el partido naranja concurrió en las dos últimas elecciones generales bajo el paraguas de Navarra Suma junto a Partido Popular (PP) y Unión del Pueblo Navarro (UPN). Pero nada más. El exlíder de Cs, Albert Rivera, le dio calabazas tanto para las generales de abril, cuando se negó a una lista conjunta para el Senado, como para las de noviembre, cuando se negó a formar parte de la iniciativa conservadora España Suma. "España Suma, pero la corrupción resta", llegó a justificar su rechazo a principios del pasado septiembre.

Ahora, transcurridas unas elecciones generales en las que Cs se hundió hasta los diez escaños, a las puertas de un nuevo congreso que deberá elegir al sustituto de Rivera y con unas elecciones catalanas en el horizonte, ya no existe en la cúpula del partido naranja la firmeza con la que Rivera se oponía a colaborar con el PP más allá de la excepción navarra.

En el partido que lidera Inés Arrimadas de forma transitoria hasta el congreso que se celebrará el próximo marzo defienden que la situación en Cataluña es "muy complicada desde hace tiempo". Y que tras esta afirmación está el hecho de que Cs el el primer partido de Cataluña, "la voz de los constitucionalistas a los que el separatismo lleva años intentando silenciar".

En este contexto, subrayan que "como casa común del constitucionalismo" ellos "siempre" han estado "dispuestos a aunar fuerzas entre constitucionalistas para combatir al nacionalismo".  

Más allá de estas precisiones, en Cs no hay todavía ninguna posición cerrada ni nada sobre la mesa. Primero, porque las decisiones de calado corresponderán a la ejecutiva elegida en el congreso y, segundo, porque pese a que las elecciones catalanas parecen estar cerca, el president Quim Torra no ha fijado todavía la fecha. No obstante, el clima para confluir con el PP parece ahora más favorable que antes de las últimas generales.

Carrizosa: "La mano tendida"

"Hemos dicho en reiteradas ocasiones que nosotros tendemos una mano a los partidos constitucionalistas para llegar a todo tipo de acuerdos. Acuerdos antes de las elecciones y acuerdos posteriores a las elecciones en aquellos puntos básicos en los que el constitucionalismo debe estar de acuerdo, que son la defensa de los valores y los principios de nuestra Constitución", mantuvo este miércoles en rueda de prensa en el Parlament el líder de Cs en la Cámara catalana, Carlos Carrizosa. La información de que Cs se abre ahora a concurrir conjuntamente con el PP en Cataluña había sido avanzada por El Confidencial.

Sólo un día antes, Arrimadas, portavoz en el Congreso de los Diputados, había sido preguntada por una futura lista conjunta PP-Cs a los comicios catalanes y, pese a que evitó hablar de forma expresa del partido liderado por Pablo Casado, aseguró que su formación está "en contacto permanente con el resto de fuerzas constitucionalistas". Y habló de lo excepcional de la situación al apuntar que se están produciendo hechos sin precedentes en la relación entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y los independentistas. 

Igea, contra las "trincheras"

En pleno proceso de renovación de la dirección tras la marcha de Rivera, la posible colaboración con el PP no gusta en todos los sectores. El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, que ha amagado con plantear una candidatura alternativa a la de Arrimadas si esta no asume un giro, no ve con buenos ojos que Cs y PP concurran juntos.

En declaraciones a los periodistas en Burgos, Igea defendió que su formación debe mantenerse alejada de las "trincheras" haciendo una defensa de la igualdad de derechos, la protección social, los servicios públicos esenciales, la defensa de la Constitución y el mensaje del acuerdo. No pasa inadvertido, en todo caso, que es vicepresidente de una comunidad autónoma cuyo presidente, Alfonso Fernández Mañueco, es del Partido Popular. Igea es, pues, número dos de un Gobierno autonómico que PP y Cs gobiernan en coalición.

"Quien va a levantar la bandera de la igualdad de todos los españoles en Cataluña es Ciudadanos", añadió, según informa Europa Press.

Cuando en el partido naranja hablan de que ellos son "la voz de los constitucionalistas" en Cataluña tienen muy presente que uno de sus retos de cara a las próximas autonómicas va a ser el de conquistar a votantes del PSC desencantados con los acuerdos y las negociaciones de Sánchez.

¿En caída libre?

En las elecciones autonómicas del 21 de diciembre de 2017, Cs fue la fuerza más votada con 36 escaños. El PSC, con 17, se ubicó como cuarta fuerza. Y el PP quedó a la cola con cuatro escaños.

A día de hoy, Cs tiene muy complicado que se repita un resultado similar. De acuerdo con la última encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de la Generalitat –el CIS catalán–, presentada el 20 de diciembre, Ciudadanos caería a la cuarta posición con entre 14 y 16 diputados. Esquerra se impondría con entre 38 y 39 escaños, seguido por JxCat con entre 29 y 31 diputados, y el PSC con 24-25. La Cámara catalana se completaría con los Comúns (entre 11 y 13 escaños), la CUP (9-10), el PP (4-5) y quizá Vox (de 0 a 2).

La mayoría absoluta en el Parlament se sitúa en 68 diputados, justo la frontera en la que se situaría la suma de ERC y JxCat, con 67 escaños en su horquilla más baja y 70 en la más alta. Más alta sería la suma de un hipotético tripartido de ERC-PSC-Comúns, que se situaría entre 73 y 77 diputados. 

¿Y el PP?

En esta cuestión, el PP nunca ha negado que lo mejor para las fuerzas ubicadas a la derecha del Partido Socialista es unirse para poder derrotar a la izquierda. De hecho, Casado llegó a la presidencia de los conservadores tras la moción de censura que derribó a Mariano Rajoy con el compromiso de que su partido volvería a ser "la casa común" de este espacio ideológico.

Escuchar a dirigentes del partido naranja no cerrar la puerta a listas conjuntas con el PP en Cataluña ha sido recibido con optimismo en las filas conservadoras. Pero, de momento, la estrategia pasa por no apretar mucho al partido naranja. 

Los conservadores intentan evitar presiones por la situación de interinidad que vive Inés Arrimadas hasta el congreso que escoja a un líder con plenas funciones. Pero aseguran que las relaciones van "en la buena dirección". Y que ellos han puesto mucho de su parte para que así sea. Recuerdan, por ejemplo, que son socios de Cs en comunidades y ayuntamientos, que intentaron que estuvieran presentes en la Mesa del Congreso, que se lo facilitaron en el Senado y que están dispuestos a seguir colaborando con ellos en el ámbito parlamentario para que la oposición a Sánchez sea lo más sólida posible.

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En el PP recuerdan, además, que cuando han planteado alianzas nunca han puesto sobre la mesa imposiciones. De hecho, subrayan, la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, que fue número uno a las generales por Barcelona, llegó a ofrecer el liderazgo de la lista a Arrimadas en el supuesto de que cuajase la opción de España Suma.

Preguntado este miércoles al respecto, Casado dijo respetar los procesos internos de Cs, pero aprovechó para asegurar que, a su juicio, Ciudadanos está "mejorando" si se tiene en cuenta que tras las últimas autonómicas catalanas no colaboró para que el PP [4 escaños] pudiese tener grupo propio en el Parlament.

Antes de que lleguen unas nuevas elecciones generales y se pueda comprobar el éxito de la iniciativa de España Suma que pretende el PP, los conservadores se habían puesto como objetivos a corto plazo buscar fórmulas de colaboración en Cataluña, Galicia y País Vasco con las autonómicas como telón de fondo. "Habrá obstáculos, pero no hay motivos para pensar que todo vaya a torcerse", considera un líder territorial.

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