El Gobierno renuncia a un escenario de restricciones y apuesta por la tercera dosis para salvar la Navidad
Vacunación y mascarilla. Esa es la receta que ha conseguido durante meses mantener controlada la incidencia de la pandemia en España y la hoja de ruta que el Gobierno no tiene previsto alterar a las puertas del mayor puente festivo del año y de las vacaciones de Navidad. El aumento sostenido de la incidencia acumulada en las últimas semanas y la aparición de la nueva cepa ómicrom habían abierto el debate sobre la posible vuelta de las restricciones en la hostelería. Un escenario del que, por el momento, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no quiere ni oír hablar: “La voluntad de este Gobierno es combatir el virus sin parar la economía”, dijo este martes la ministra portavoz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Y ello a pesar de que la opinión de los expertos de la Comisión Interterritorial de Sanidad apuntaba hacia otro tipo de medidas hace solo una semana. La llamada Ponencia de Alertas, el organismo del Consejo Interterritorial que acoge a especialistas en Salud Pública y epidemiólogos, propuso cerrar a las once de la noche bares y restaurantes y a la una de la mañana las discotecas en territorios situados en el umbral del "riesgo medio", es decir, con una incidencia acumulada de entre 50 y 150 casos.
La medida fue discutida en el Consejo Interterritorial y rechazada por la práctica totalidad de los consejeros autonómicos, reacios a la implantación de restricciones durante las fiestas de diciembre. Tras esa oposición unánime de los gobiernos regionales, el Gobierno refuerza ahora el mensaje de que será el mantenimiento de las medidas de prevención (distancia social y mascarillas) y la tercera dosis de la vacuna la que consigan salvar económicamente las navidades.
Llamamiento del Gobierno
“Tenemos clara cuál ha sido la receta y cuál ha sido el éxito colectivo de España: una apuesta clara por la vacunación y por las medidas de prevención”, expuso Isabel Rodríguez este martes. En el Gobierno confían en no tener que “plantear otro tipo de escenarios” que pongan en el horizonte “otro tipo de decisiones”. Es decir, las temidas restricciones que sí plantean abiertamente los expertos. Aunque nadie se atreve a aventurar lo que pueda pasar de aquí a dos semanas, la intención firme de Pedro Sánchez es la de salvar la Navidad sin limitar horarios ni aforos en la hostelería.
Aún así, en el Gobierno existe una lógica preocupación por la evolución de los contagios en los próximos días, no tanto por la nueva cepa como por tratarse de unas fechas que el año pasado ya resultaron fatales para el incremento de la incidencia. “Se aproximan días de convivencia con la familia, con los amigos, de hacer viajes. Es muy importante mantener las normas de cuidado”, lanzó la portavoz ante los medios en forma de llamamiento a la ciudadanía. Los planes pasan por intensificar la tercera dosis de la vacuna e incluso por abordar a mediados de mes la vacunación infantil: “Reforzando con la tercera dosis y con la vacunación infantil no nos veríamos abocados a situaciones más graves”, afirmó la portavoz.
La opinión de las comunidades
Por el momento, Gobierno central y autonomías parecen ir de la mano en esa hoja de ruta, algo bastante excepcional durante la pandemia. La confrontación entre el Ministerio de Sanidad y y los gobiernos autonómicos para adoptar restricciones que limiten la transmisión del coronavirus ha sido una constante durante la gestión de la crisis sanitaria. El último episodio se produjo en junio y, una vez más, el documento titulado “Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de COVID-19”, más conocido como semáforo covid, estuvo en el centro de la trifulca. El departamento de Carolina Darias pretendía hacer sus recomendaciones obligatorias y forzar a comunidades como Madrid a cerrar el interior de bares y restaurantes ante la llegada de la quinta ola, mediante la adopción de un nuevo instrumento llamado “Documento de Actuaciones Coordinadas”. Finalmente, la intentona se desechó: Galicia, Andalucía, Euskadi y Castilla y León también anunciaron que lo incumplirían.
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En esta ocasión, sin embargo, no ha sucedido así. Los expertos del Consejo Interterritorial, cuyo dictamen es el primer paso para una decisión del órgano, propusieron la semana pasada cerrar a las 11 de la noche bares y restaurantes y a la una de la mañana las discotecas, lo que señalaba a las regiones que, más allá del número de positivos, ya contaban con más presión asistencial: Euskadi, La Rioja y Navarra. También se limitaba al 50% el aforo de los interiores, con 10 comensales por mesa.
En la reunión de la Comisión de Salud Pública, con los cargos intermedios de cada consejería de Salud presentes, se desechó una vez más tomar medidas comunes o endurecer las decisiones que cada autonomía toma a su libre albedrío. Y al Ministerio de Sanidad, que en otras ocasiones ha llamado a actuar con más dureza y a la necesidad de una actuación coordinada dentro de la cogobernanza, le parece bien.
En su comparecencia de la pasada semana, la ministra Darias llamó al “consenso” entre comunidades y Gobierno para tomar una decisión e insistió en el mensaje que este martes ha lanzado la ministra portavoz: la única salida posible es la vacunación. El país disfruta de una situación favorable contra el covid en comparación a sus vecinos europeos gracias al éxito de su campaña de inmunización. Sin embargo, los epidemiólogos recuerdan que estos remedios no son perfectos y que, si la actual ola sigue avanzando o la variante Ómicron se impone, medidas clásicas como la limitación de interiores deberían volver. Las medidas destinadas a los no vacunados, como la imposición del pasaporte covid, pueden limitar la transmisión pero el virus también circula entre los que han recibido los sueros. Los especialistas del Interterritorial apuestan por hacerlo ya, aunque ahora el Gobierno no comparte el mismo criterio.