Un centenar de licitaciones y casi tres millones de euros: los contratos vinculados al entorno de los Ayuso
Jueves, 17 de febrero de 2022. Los obuses surcan el cielo entre la Puerta del Sol y Génova. Ya no queda nada de aquel pulso soterrado entre la dirección nacional del PP y la baronesa madrileña. Ahora lo que hay es una guerra sin cuartel, a cara descubierta, entre ambos sectores de la formación conservadora. En medio de la contienda, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, toma la palabra desde la Real Casa de Correos, sede del gobierno regional. Lo hace a través de una comparecencia sin preguntas. Diez minutos de intervención en los que se esfuerza por poner en valor el concepto familia. "Lo más importante que tenemos", remarca. Ayuso sabe perfectamente que la lupa se ha situado sobre aquellos con los que mantiene –o ha mantenido– una relación previa. Un entorno que desde que ella ocupa la Puerta del Sol aparece vinculado a más de un centenar de licitaciones valoradas en más de tres millones de euros.
Desde que se impuso en los comicios de 2019, buena parte de los focos han estado situados sobre su hermano Tomás Díaz Ayuso. Casi tres años lleva la oposición escudriñando sus negocios. Al fin y al cabo, siempre circuló el rumor sobre el supuesto cobro de comisiones por parte del primogénito de la familia para intermediar en la adjudicación de contratos sanitarios. Y lo hizo de una forma tan intensa que, incluso, se puso sobre la mesa en la Asamblea de Madrid. "Dedíquense ustedes al hermano de la señora Ayuso, que sí que se dedica a ir por los hospitales a sugerir a las unidades de contratación a qué empresa hay que contratar", llegó a señalar la diputada socialista Carmen López desde la tribuna de oradores. Inmediatamente después, fue expulsada del hemiciclo.
Ninguna prueba había entonces que permitiese vincular directamente a Tomás Díaz Ayuso con la Administración madrileña. Cero empresas a su nombre llevándose contratos del Gobierno autonómico. Ningún papel que corroborase las bombas lanzadas desde la oposición. Como mucho, algún mensaje anónimo recibido por la bancada de Más Madrid advirtiendo de la supuesta participación del hermano alrededor de un contrato para la compra de mascarillas. Una información que solo pudo corroborarse tras el estallido del enfrentamiento entre Génova y la Puerta del Sol. En plena batalla con la dirección nacional, y ante las continuas preguntas de los medios, la presidenta no tuvo más remedio que reconocer que su hermano jugó un determinado papel en el marco de ese expediente de contratación que ha terminado por sumir al PP en una crisis interna sin precedentes.
La adjudicación que ha hecho saltar todo por los aires es de hace casi dos años. En abril de 2020, en plena primera ola de la pandemia, Priviet Sportive, una firma que nunca antes había contratado con la Administración madrileña, se hizo con una licitación de 1,5 millones de euros por la vía de emergencia –es decir, de forma directa, sin publicidad ni concurso público– para la venta de mascarillas. La adjudicación en sí tenía ciertas particularidades. La primera, que el Gobierno regional comprase material sanitario a una empresa que siempre se había dedicado al sector textil y ganadero. La segunda, que como administrador de dicha compañía figurase el empresario Daniel Alcázar, que como desveló elDiario.es era amigo de la familia Ayuso. La conexión, el pueblo de ambos: Sotillo de la Adrada.
Tan estrecha era la amistad que el hermano de la presidenta, justamente, había mantenido "relaciones comerciales" con esa sociedad en el año negro de la pandemia –la Comunidad de Madrid no aclara ni por qué ni si habían trabajado juntos en épocas anteriores–. En concreto, según explicó la propia Ayuso sin poner sobre la mesa ningún papel, su hermano Tomás emitió en aquel ejercicio cuatro facturas a dicha empresa. De tres no aportó un solo dato. De la restante, que ascendió a más de 67.000 euros –IVA incluido–, solo dijo que fue por "gestiones" para la adquisición de las mascarillas en China y su traslado a Madrid. "No es una comisión por obtener el contrato de la Administración", quiso dejar claro a través de un comunicado.
Artesolar y la iluminación
No es la única relación comercial con el Ejecutivo autonómico en la que aparece el nombre de Tomás. En estos momentos, el foco también está situado sobre otras empresas que guardan cierta vinculación con el hermano de la presidenta. Una de ellas es Artesolar Iluminación, una firma especializada en la fabricación e instalación de lámparas LED. La sociedad en cuestión está administrada por Chen Pen Shengli, un empresario chino a quien varios medios sitúan como personaje clave en la llegada de material sanitario a la región durante lo más duro de la pandemia. Y, según afirmó este martes la propia firma, el primogénito de los Ayuso, aunque nunca ha pertenecido a la plantilla, ha sido en los últimos años "colaborador externo" de la empresa en "algunos proyectos".
En concreto, en 2019 cobró "en concepto de su actividad, incluido gastos de representación y uso de vehículo" unos 2.650 euros al mes de media durante algunos meses, una cifra que se redujo hasta los 2.000 euros en 2020 y unos 1.000 en 2021. Según los datos que constan en el Portal de la Contratación Pública, Artesolar Iluminación se ha hecho desde 2017 con dieciocho contratos menores por valor de 113.180 euros. De ellos, una decena fueron adjudicados desde la llegada de Díaz Ayuso a la Puerta del Sol por valor de 70.503,41 euros. Es decir, que seis de cada diez euros que esta empresa ha facturado a la Administración madrileña desde 2017 han sido con la menor de los Ayuso al frente del Gobierno autonómico.
Artesolar defiende que contrata con todo tipo de organismos de la Administración "independientemente de su afiliación política". Y que las adjudicaciones en cuestión se produjeron "de forma directa" y con total publicidad a través de la plataforma de contratación Adquira. Pero a la oposición hay detalles que les chirrían. Por ejemplo, que varios de las licitaciones menores relacionadas con el Hospital Ramón y Cajal tengan el mismo concepto e importes idénticos. Sospechan que haya podido producirse un fraccionamiento irregular de los contratos. Por eso, este miércoles han decidido incluirlos en la ampliación de la denuncia que presentaron la semana pasada ante la Fiscalía Anticorrupción.
Arteconfort y las mascarillas
Dicha firma con la que ha mantenido relación el hermano de la presidenta está, además, vinculada a otra empresa de nombre similar: Arteconfort Hotel. La sociedad tiene como objeto social el desarrollo de "toda clase de operaciones comerciales con productos nacionales y extranjeros (...) relacionados con el hogar, la hostelería, el ocio y la imagen personal". Algo que, sin embargo, no le impidió hacerse con un contrato de 150.000 euros por el procedimiento de emergencia para el suministro en el Hospital La Paz de "mascarillas quirúrgicas con gomas de sujeción U.S.U. polipropileno 3 capas con bordes termosellados". Es otra de las licitaciones en las que la oposición tiene también puesto el ojo.
Sobre este contrato, Arteconfort ha explicado que dados sus contactos continuos con "proveedores y sistemas logísticos de China" decidieron adquirir un millón de mascarillas quirúrgicas en plena primera ola a 0,36 euros la unidad. En junio, vendieron la mitad "a precio de coste" a sus "principales clientes". La otra mitad, al "sistema sanitario español", entre ellos el Hospital La Paz, a 0,30 euros la unidad. "Asumiendo Arteconfort pérdidas netas del 20 por ciento", recordó la compañía a través de un comunicado, algo que enmarcaron como "una aportación ética a la sociedad" en pleno zarpazo del coronavirus.
El exsocio de la familia
No son las únicas empresas que han recibido contratos del Ejecutivo regional en las que puede encontrarse un nexo de conexión con los Ayuso. Dentro de la lista se encuentra también Proyectos Hospitalarios Internacional (Prhoinsa). La firma dedicada a "la comercialización de equipamiento médico de todo tipo", tal y como desveló infoLibre, comenzó sus operaciones el 21 de abril de 1999 con un capital social de catorce millones de pesetas (poco más de 84.000 euros). Y por ella han pasado dos nombres que no sonarán ajenos a la presidenta regional: Juan Manuel Pitarch Divar y Juan Carlos Herrero Casasola. Ambos formaron parte del accionariado de MC Infortécnica, la empresa en la que también participaban los padres de Ayuso y que recibió el famoso préstamo de 400.000 euros de la entidad semipública Avalmadrid.
Herrero Casasola, que también fue uno de los fundadores de Sismédica SL, la empresa que actualmente pertenece al 50% a la presidenta regional, fue nombrado el 16 de diciembre de 2019 administrador único de Proyectos Hospitalarios Internacional. Desde entonces, esta firma se ha hecho con 100 contratos con el Ejecutivo regional, según los datos que constan en el Portal de la Contratación Pública. Es cierto que las relaciones entre esta compañía y la Administración madrileña no han surgido de la nada. De hecho, desde 2015 constan al menos 258 adjudicaciones. Pero también lo es que buena parte de lo adjudicado pertenece a la etapa Ayuso. Si todos los contratos de los últimos siete años que figuran en el Portal de Contratación ascienden a 1,49 millones de euros, solo los registrados desde diciembre de 2019 son por 1,13 millones de euros.
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El más importante de todos ellos es de los primeros compases de la pandemia –aunque no ha sido volcado al sistema hasta el pasado mes de enero, año y medio más tarde–. El 7 de junio de 2020, la entonces viceconsejera de Asistencia Sanitaria, Ana Dávila-Ponce de León, firmó la resolución por la que se ordenó la contratación por el procedimiento de emergencia de Prhoinsa para la compra de 25 ventiladores Biolight Meditech por 925.000 euros para los centros hospitalarios del Servicio Madrileño de Salud. No fue, no obstante, la única en los primeros meses de pandemia. En marzo de 2020, 25.410 euros por la vía de emergencia para el suministro de material para la prevención ante la exposición al coronavirus a los centros adscritos a la Agencia Madrileña de Atención Social. En junio, otros 22.457,60 euros por el servicio de biodescontaminación para el Hospital La Fuenfría.
La expareja
El escándalo Ayuso saltó cuando dos medios publicaron que desde Génova se habría intentado montar una operación de espionaje contra la presidenta madrileña y su entorno, un extremo que desde la dirección nacional negaron en todo momento. La investigación, según publicó El Confidencial, no se limitó en exclusiva al hermano, sino que también se habrían realizado indagaciones para intentar averiguar si la presidenta había beneficiado con adjudicaciones a alguna de sus antiguas parejas, entre ellas Jairo Alonso. Al parecer, habían detectado que su último novio tenía una vinculación laboral reciente con una firma dedicada a las nuevas tecnologías.
La empresa en cuestión es Asseco Spain. Alonso empezó a trabajar hace unos meses en ella como jefe de Operaciones. "Es una persona que ha estado llevando operaciones y tiene muchos contactos", resaltó en declaraciones a El Plural José Carlos Pinilla, CEO de la compañía. No obstante, quiso dejar claro que no habían recibido ni un solo contrato con la Administración desde que Alonso entrase a trabajar en la empresa en noviembre. Eso no quita que su relación con la Comunidad de Madrid haya sido más fructífera con el Gobierno de Ayuso que con otros anteriores. Así, mientras que en la etapa previa a la llegada de la dirigente conservadora a la Puerta del Sol la tecnológica había recibido poco más de 3.000 euros de adjudicaciones, desde su nombramiento como presidenta constan cuatro decenas de licitaciones que suman algo más de medio millón de euros, según desveló el diario digital.