Vuelo RU9778: el PSOE sospecha que la Comunidad trajo las mascarillas por las que cobró el hermano de Ayuso
Madrid, 14 de abril de 2020. El Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez está prácticamente desierto como consecuencia de la pandemia. De pronto, un Boeing 747 Jumbo toca tierra en una de las pistas. En cuestión de minutos, las clásicas escalerillas se acoplan a la aeronave. Y, desde allí, desde lo más alto, un hombre con chaleco fluorescente, gafas de sol y mascarilla posa con gesto heroico. Mientras levanta su brazo derecho con el pulgar hacia arriba, sostiene con su mano izquierda una bandera de la Comunidad de Madrid. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se encarga de distribuir la imagen a todo trapo entre los medios. Al fin y al cabo, es el cuarto vuelo repleto de material sanitario procedente de China que llega a la región en plena crisis sanitaria. Es el RU9778.
Los denominados aviones de Ayuso ocuparon un papel relevante dentro de la política comunicativa del Ejecutivo madrileño en los momentos más duros de la pandemia. Entre el 1 de abril y el 14 de julio de 2020, llegaron a la región 24 aeronaves de este tipo, según la información ofrecida por la Comunidad de Madrid. Ahora, casi dos años después, la oposición madrileña pone el foco sobre uno de ellos. En concreto, sobre el RU9778. El PSOE sospecha que las mascarillas vinculadas al contrato de 1,5 millones de euros con Priviet Sportive SL, en cuya compra y traslado jugó un papel importante el hermano de la presidenta regional –cobrando por ello algo más de 67.000 euros con IVA–, pudieron haber llegado en esa ruta concreta pagada por el Gobierno de Ayuso.
Las sospechas de los socialistas se apoyan sobre tres pilares. Primero, que la aeronave llegó a Barajas pocas horas antes de que buena parte de los tapabocas a nombre de Priviet fuesen recogidos en el aeropuerto madrileño y llevados a destino. Segundo, que según dijo en su momento la Comunidad de Madrid aquel avión traía material sanitario para el pabellón décimo de Ifema, el almacén al que también se dirigieron las compras que se hicieron a la empresa administrada por Daniel Alcázar, amigo de la familia. Y tercero, que parte de la carga que vino en aquel vuelo es coincidente con la que se compró a la sociedad a la que emitió facturas Tomás Díaz Ayuso, el hermano de la presidenta. Tres hilos para tirar que el PSOE puso sobre la mesa de la Fiscalía Anticorrupción el pasado miércoles a través de una ampliación de la primera denuncia que interpusieron.
"En esos días aterrizaban pocos aviones y pocos procedentes de China. Nos surge la duda de si en ese avión pagado por la Comunidad de Madrid vino el material que entró en Ifema", dejó caer a comienzos de semana el portavoz socialista en la Asamblea de Madrid y secretario general del PSOE regional, Juan Lobato.
"Mascarillas KN95" llegadas de Shanghái
La aeronave sobre la que ponen la lupa los socialistas salió del Aeropuerto Internacional de Shanghái Pudong, según consta en los diferentes Air Waybill –documento que acredita un contrato de transporte aéreo de una mercancía– vinculados a ese vuelo, a los que ha tenido acceso infoLibre. Y llegó a Madrid tras hacer escala en el Aeropuerto Internacional de Krasnoyarsk, una ciudad ubicada al este del país, cerca de la frontera con Mongolia. Las facturas, además, ofrecen otros datos relativos al itinerario. Por ejemplo, que el número de identificación de la compañía que se encargó del vuelo es el "580", un código que, según la información que ofrece la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), se corresponde con AirBridgeCargo Airlines, el transportista de carga aérea regular del grupo ruso Volga-Dnepr.
La documentación obtenida por este diario alrededor de dicho vuelo incluye más de media docena de Air Waybill diferentes. Documentos en los que también se especifica el material que se traía en el avión. En sus bodegas llegaron, según la información que en su día facilitó la Comunidad de Madrid a este periódico a través del Portal de Transparencia, medio millón de guantes desechables de nitrilo, 124.020 prendas de protección médica o 20.000 batas protectoras de aislamiento desechables. Pero no solo eso. También traía consigo mascarillas, muy codiciadas en las semanas más negras de la pandemia. En concreto, 301.000 unidades.
La información facilitada en su momento por el Ejecutivo regional hablaba de "Mascarillas FFP2". Las cartas de porte aéreo, por su parte, hacen referencia a "KN95 Disposable Mask" –"Mascarilla desechable KN95"–. En total, aquella aeronave llevaba, según la información oficial, 79 toneladas de suministros. De ellos, casi dos centenares de bultos con una carga de más de una tonelada se correspondían con los tapabocas.
Un avión fletado por Sport Logistics
El contrato por aquel flete fue adjudicado a Sport Logistics Solutions, la misma empresa que se había hecho cargo de otro vuelo que llegó a la capital dos días antes: el RU9776, que trajo 20.000 mascarillas, 20.000 batas protectoras de aislamiento desechables, 50.000 gafas protectoras, 168.000 prendas médicas protectoras y 2.051.000 guantes desechables de nitrilo. Cada una de las adjudicaciones, realizadas por el Gobierno de Ayuso por la vía de emergencia, estaba valorada en 1,078 millones de euros, IVA incluido.
La firma en cuestión, una desconocida empresa de Zaragoza constituida en abril de 2018, se hizo con más de la mitad de las 24 adjudicaciones. Y cobró por su trabajo el doble que las compañías que organizaron los otros viajes. Esto se explica, según especifican desde la firma a este diario, por el tipo de aeronaves usadas: "Los aviones contratados por Sport Logistics Solutions SL eran aviones de cara con una capacidad de hasta 680 m3 por vuelo, mientras que las otras empresas fueron aviones de pasajeros con capacidad de 210 m3 por vuelo, lo cual justifica la diferencia de precio".
En la logística de esta operación, tal y como desveló este diario, también aparece otro nombre desconocido para el gran público: Óscar Leyva. Personaje ligado desde hace décadas al PP, en los últimos años se ha dedicado a la búsqueda y comercialización de patrocinios, sobre todo en el ámbito del deporte. "Era la persona asignada por la Comunidad de Madrid para coordinar la operativa desde la llegada a Barajas”, declaró por escrito en su día a preguntas de infoLibre Alberto López Azagra, el entonces administrador único y principal accionista.
No obstante, desde Sport Logistics Solutions se desvinculan por completo de cualquier actuación irregular y destacan que es una empresa "con un bien ganado prestigio, que no tiene nada que ver con el cobro de comisiones ilegales y que fue contratada en el fletamiento de estos aviones, como especialista en este tipo de operaciones".
A media tarde, este diario preguntó a la empresa, a través de los abogados que la representan, si entre la carga que vino en ese vuelo constaban mascarillas para Priviet Sportive. A cierre de esta edición, no se ha obtenido respuesta.
250.000 mascarillas con destino Ifema
Para el traslado de la mercancía desde el aeropuerto hasta su lugar de destino, el Ejecutivo madrileño contrató a la empresa DHL Exe Supply Chain. De hecho, fue esta firma la que se encargó, según la información aportada desde el Gobierno autonómico, de la carga vinculada al vuelo sobre el que ponen el foco los socialistas. Un material sanitario que fue transportado al hospital de campaña que las autoridades levantaron en Ifema. En concreto, según informaba la Administración regional en una nota de prensa, al pabellón décimo para, desde allí, ser distribuido entre los distintos hospitales del Servicio Madrileño de Salud.
Ese fue también el destino de las 250.000 mascarillas que la Comunidad de Madrid compró por 1,5 millones de euros a Priviet Sportive, una firma sin experiencia previa en el sector sanitario administrada por un amigo de la familia Ayuso. Un contrato al calor del cual el hermano de la presidenta, Tomás Díaz Ayuso, cobró algo más de 67.000 euros –IVA incluido– por sus "gestiones" para "conseguir" el material en China y trasladarlo a Madrid.
Por el momento, esta es la única factura emitida por el primogénito de la familia a la empresa adjudicataria del millonario contrato que la líder del Gobierno madrileño reconoce como vinculada a su Administración. Las otras tres que constan del año 2020, y que de forma extraoficial se ha reconocido que suman otros 227.150 euros, aseguran que son por otros trabajos ajenos a la Comunidad de Madrid.
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Según la documentación que consta en el expediente administrativo, el primer traslado en el marco de este contrato desde el Aeropuerto de Barajas al Pabellón 10 de Ifema se produjo el 17 de abril, tres días después de la llegada del vuelo RU9778: 182.000 mascarillas que llevó la firma Procoex. El segundo, el 20 de abril: los 68.000 tapabocas restantes. En los packing list aportados no constan rellenadas las casillas relativas al vuelo, fecha o puerto de carga. Y aunque el contrato era para la compra de mascarillas FPP2 y FPP3, lo que se traslada al hospital de campaña son "Mascarillas FFP2/KN95".
La pasada semana, no obstante, la Consejería de Sanidad negó que los famosos aviones de Ayuso fuesen la puerta de entrada de todo este material en la capital. "No, este es un proveedor distinto que no venía con los aviones. Hacía su entrega de esas mascarillas en Ifema, donde creamos el hospital de campaña, y entra por vías distintas. Unas entran a través de los 24 aviones que contratamos en aquel momento y estas fueron entregadas en Ifema directamente", apuntó el consejero, Enrique Ruiz Escudero.
Desde entonces, este diario ha intentado conocer cómo llegó este material a la comunidad autónoma. Este viernes, se pidió a Sanidad que se detallara el avión en el que vino, la compañía, el número de vuelo, la fecha en la que aterrizó la aeronave, quién la fletó y que carga concreta llegó en ese vuelo. A cierre de esta edición, no se ha recibido respuesta.