ERC da por cerrada la crisis por Pegasus y apremia al Gobierno a resucitar la mesa de diálogo

ERC no quiere estirar más el conflicto con el Gobierno a cuenta del conocido como caso Pegasus. Una vez consumado el cese de la directora del CNI, Paz Esteban, los republicanos se disponen a retomar la senda del diálogo y la colaboración con el Gobierno conscientes de que, en clave electoral catalana, alimentar más la confrontación solo beneficiaría a sus socios de Govern (pero competidores en las urnas) de JuntsxCat.

Por eso, a lo que aspira ERC ahora es a que la reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès se pueda concretar lo antes posible y que de ella salga además algún compromiso concreto. El Gobierno ya ha confirmado que está dispuesto a colaborar en la desclasificación de la documentación del CNI que piden los independentistas. Y se espera incluso que del encuentro pueda salir una fecha para la reactivación de la mesa de diálogo a corto plazo, una apuesta estratégica de ERC.

Lo que tienen claro los de Oriol Junqueras es que deben dar carpetazo de manera inmediata al cuerpo a cuerpo vivido en las últimas semanas con la Moncloa. "Hay que pasar página cuanto antes", admiten fuentes republicanas convencidas de que cualquier turbulencia que se prolongue en el tiempo solo serviría para dar alas a la corriente independentista que apuesta por hacer saltar todos los puentes con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

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Un escenario en el que también influye la propia inestabilidad de la legislatura en Cataluña. En ERC hay quien contempla que la relación con sus socios de Govern se siga complicando por momentos. Este miércoles, sin ir más lejos, Laura Borrás anunció una consulta a la militancia de Junts sobre el pacto con Esquerra, algo que podría poner en solfa el mandato de Aragonés antes incluso de que tenga lugar la moción de confianza ya apalabrada. Y por eso en gran parte, interpretan en el PSOE, los republicanos tienen ahora prisa por volver al pragmatismo. "La bronca y el ruido solo fortalecen a Junts. ERC necesitaba exaltar su enfado por lo del CNI para su electorado independentista, pero no pueden enfrascarse más tiempo en eso si no quieren acabar engullidos", razonan los socialistas.

El espionaje al actual president de la Generalitat, corroborado por el propio CNI y sustentado en una autorización judicial, junto con la denuncia del observatorio canadiense Citizen Lab de que esos seguimientos podrían haberse extendido a otros 67 líderes independentistas, llevaron a los republicanos a escenificar que las relaciones políticas con el Gobierno quedaban "congeladas". Para salir del atolladero exigieron al Ejecutivo "pasos firmes" y la asunción de "responsabilidades políticas", señalando directamente a la ministra de Defensa, Margarita Robles. La decisión de Pedro Sánchez de destituir a la directora del CNI argumentando "fallos de seguridad" parecen, sin embargo, aplacar ya en gran medida las críticas de ERC. "Eso ha sido para ellos un punto de inflexión", se muestran convencidos en el Gobierno.

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En la Moncloa se esfuerzan, sin embargo, en intentar desvincular el cese de Paz Esteban al frente del CNI de cualquier negociación política con ERC. El propio presidente aseguró este miércoles en la sesión de control del Congreso que "es evidente que ha habido un fallo en la seguridad de las comunicaciones del Gobierno de España". Y defendió que "lo que ha hecho el Gobierno de España ha sido lo que hemos hecho siempre: cumplir con la ley, poner en conocimiento de la Justicia estos hechos delictivos y actuar con absoluta transparencia ante la opinión pública", aseguró antes de "reconocer" el trabajo de Paz Esteban tras su "relevo" y de los tres mil funcionarios del CNI.