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DIÁLOGO SOCIAL

Los expertos piden a Trabajo que revise el SMI en seis meses por el impacto de la inflación en las rentas bajas

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la coordinadora de la comisión de expertos, Inmaculada Cebrián, en la presentación del informe sobre el SMI.

La comisión de expertos recomienda al Gobierno que suba el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) entre un 4,6% y un 8,2% en 2023; es decir, entre 46 y 82 euros más al mes. Como el suelo salarial se sitúa en 1.000 euros al mes brutos en 14 pagas, tras las fuertes subidas de los últimos años, el alza propuesta debería ir entre 1.046 y 1.082 euros. La opción más generosa de los 12 sabios se encuentra, no obstante, por debajo de los 1.100 euros que reclaman los sindicatos. “No puede subir menos del 10%”, ha exigido el vicesecretario General de Política Sindical de UGT, Fernando Luján. Para hacer su propuesta, los expertos no han tenido en cuenta la subida de la inflación, que en promedio será este año del 8,5%. La mejora quedaría igualmente por debajo de la que experimentarán las pensiones, alineadas con esa alza del IPC.

No obstante, el propio informe recomienda al Gobierno que revise dentro de seis meses el SMI para tener en cuenta el “contexto de alta inflación” y el “impacto asimétrico” de los alimentos y la energía en el poder adquisitivo de las rentas más bajas, “entre los que se encuentran los hogares perceptores del salario mínimo”. En concreto, menciona que el 70% de los hogares con al menos un perceptor del SMI se localiza en los estratos más bajos de distribución de la renta. En su artículo 27 el Estatuto de los Trabajadores prevé una revisión semestral del salario mínimo en caso de que “no se cumplan las previsiones” sobre el IPC. Además, el informe precisa que la estimación del salario medio que han utilizado los autores para hacer sus cálculos del SMI es el de 2022, no el de 2023, “que razonablemente cabe esperar que será superior”. Por tanto, también le correspondería un SMI más elevado.

Este miércoles, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se reunirá con sindicatos y patronal para consultarles sobre la subida del SMI. Pero la decisión final corresponde sólo al Gobierno. La CEOE se opone a cualquier subida que no sea moderada. Su presidente, Antonio Garamendi, ha advertido del “peligro” de que el salario mínimo “rebase las bandas salariales bajas de los convenios colectivos”. También repite que el SMI supera el 60% del salario mínimo en algunas comunidades autónomas y que una nueva subida perjudicaría a la agricultura. Para sostener su rechazo a un aumento significativo del SMI, Cepyme asegura que la subida del 35,9% experimentada por el SMI desde 2028 ha destruido 71.600 puestos de trabajo y evitado la creación de 145.900 empleos.

Problemas para aprobar la subida antes de fin de año

La cita del miércoles servirá para ver si, como anunció la pasada semana, la patronal ha roto el diálogo con el Gobierno por la enmienda que ha pactado por EH Bildu para que la Inspección se pronuncie en su informe sobre el cumplimiento de las causas de un ERE por parte de las empresas. “No hay nada roto”, respondió Yolanda Díaz a los periodistas en la presentación del informe de los expertos cuando se le preguntó por la presencia de la CEOE en la reunión de este miércoles. “Todas las mesas [del Diálogo Social] siguen haciendo sus tareas; a los empresarios no les pido que asistan, sino que atiendan a su mandato constitucional”, explicó la vicepresidenta, quien también expresó su deseo de que la “bronca política” de los últimos días en el Congreso “no contagie al Diálogo Social”. “Si alguien no va [a la reunión sobre el SMI]”, añadió, “tendrá que dar cumplidas explicaciones no al Gobierno, sino a los españoles, que sufren el impacto de la inflación”.

La reacción de CCOO y UGT ha sido pareja e inmediata. “El SMI tiene que subir, al menos, lo mismo que la media de la inflación de este año, un 8,46%, y en un momento en que el precio de los alimentos básicos ha aumentado un 15%, los casi dos millones de trabajadores que lo cobran no pueden tener ninguna merma en el poder adquisitivo”, ha apremiado el secretario general de CCOO, Unai Sordo. De forma que pide un salario mínimo entre 1.082 y 1.100 euros en 14 pagas. UGT, por su parte, ha recordado que en los Países Bajos el SMI subirá un 10%, en Bélgica un 13% y en Polonia y Alemania, un 15%. Por lo que en España debería estar en consonancia con esas cifras y situarse en 1.100 euros, apuntó Fernando Luján.

Fuentes del Ministerio de Trabajo consideran posible que, por cuestiones técnicas, la subida del SMI no sea aprobada en las últimas dos reuniones del Consejo de Ministros este año, previstas para el 27 y 29 de este mes. De forma que la decisión se postergue a enero. En ese caso, la aplicación del alza será retroactiva, aclaró Yolanda Díaz durante la presentación del informe. En pleno acto, un grupo de inspectores de Trabajo interrumpió a la vicepresidenta con una pancarta y gritos de “vamos a la huelga”, que han convocado para este miércoles. Los inspectores protestan por el incumplimiento del acuerdo que firmaron en 2021 con Trabajo para dotar de más medios al servicio, cada vez con mayores atribuciones, sostienen CCOO, CIG, y los sindicatos de inspectores y subinspectores SITSS, SISLASS y USESS.

1.856 euros, el salario medio neto en 2022

La coordinadora de la comisión de expertos, Inmaculada Cebrián, profesora de Economía de la Universidad de Alcalá de Henares, cifró en 1.856 euros el salario medio neto a tiempo completo en 2022. Para elaborar sus cálculos, los autores del informe emplearon la Encuesta de Estructura Salarial de 2020, la última disponible, así como la Encuesta Trimestral de Coste Laboral –ambas elaboradas por el INE– y las subidas registradas en la Estadística de Convenios Colectivos del Ministerio de Trabajo. Con esos datos han realizado cuatro simulaciones del salario medio neto a tiempo completo de 2022 para, a partir de ellas, hacer cuatro estimaciones del SMI para 2023.

Además, han incorporado una estimación aportada por el Ministerio de Economía de lo que habría variado el salario medio en 2021 y 2022 si no hubieran existido los ERTE en 2020, cuando 3,1 millones de trabajadores tuvieron suspendidos sus contratos o reducidas sus jornadas y salarios por culpa del covid-19. Según sus resultados, el aumento salarial en ese periodo fue de sólo el 1,11%. Aplicada esa subida, el SMI para 2022 se queda en 1.046 euros al mes, la propuesta más baja.

No destruye empleo

El SMI ha subido en España desde los 735,9 euros de 2018 hasta los 1.000 euros actuales, por lo que ha pasado de ser uno de los más bajos en relación con los salarios brutos de la UE a situarse por encima de la media: es el séptimo país –equivale al 47,5% deñl salario bruto–, por delante de Reino Unido, Países Bajos o Alemania, pero detrás de Luxemburgo, Francia o Portugal. “Ya podemos decir que la del SMI es una historia de éxito”, se felicitó Yolanda Díaz, tras resaltar que el debate sobre el salario mínimo ha cambiado “radicalmente” y ahora hay un “consenso”, desde el G20 hasta la OCDE y un buen número de países, sobre los beneficios de subirlo y sobre su “ínfimo” efecto sobre el empleo. No sólo no se han destruido puestos de trabajo, sino que, por el contrario, se han creado más de un millón de empleos desde 2018 y éstos son de calidad, beneficiando más a mujeres y jóvenes, aseguró.

Es lo que también concluye el informe de los expertos, que cita estudios anteriores como los del Banco de España y la AIReF para calificar de “marginal” el impacto de la subida del SMI en 2019, que fue del 22,29%. El Banco de España calculó que se dejaron de crear entre 94.000 y 173.000 empleos. Según la AIReF, el efecto fue mucho menor, de entre 19.000 y 33.000 puestos de trabajo. A juicio de los expertos, se trataría de un “efecto bajo, en términos relativos y absolutos, en comparación con el volumen de personas beneficiadas por la subida”.

Un tercer estudio, realizado por el centro de estudios Iseak y dirigido por Sara de la Rica, una de las expertas de la comisión, concluyó que el impacto de la subida del SMI fue nulo los cinco primeros meses y a partir de entonces fue pequeño, unos 28.000 empleos. Otro elaborado por University College London sobre los efectos de la creación del SMI en Alemania en 2015 –8,5 euros la hora– revela que, además de subir los salarios, no se redujo el empleo. Por el contrario, se mejoró la eficiencia de la economía: se produjo una reubicación de trabajadores desde empresas más pequeñas y con peores sueldos hacia otras de mayor tamaño y mejores retribuciones.

Reducción de la pobreza y la desigualdad

Este es el segundo encargo que el Ministerio de Trabajo hace a la comisión de expertos. El primero, en julio de 2021, fue calcular el salario medio de 2020 para diseñar la correspondiente subida del SMI y una senda de mejora hasta igualarlo con el objetivo establecido en la Carta Social Europea –el 60% del salario medio nacional–. El segundo, calcular el salario medio de 2022 y la subida del SMI de 2023, pero también evaluar el impacto de las alzas en la desigualdad de ingresos y en la pobreza.

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Apoyándose en la Encuesta de Condiciones de Vida, la Encuesta Financiera de las Familias y el Panel de Hogares del Instituto de Estudios Fiscales, los 12 expertos de la comisión señalan que en el caso de los hogares monoparentales que tienen como único ingreso el SMI procedente de un trabajo a tiempo completo, sólo a partir de 2019, cuando tuvo su primera gran subida, pudieron cruzar el umbral de riesgo de pobreza y abandonar la pobreza laboral. Lo mismo ocurrió con los hogares unipersonales. Sin embargo, a las familias con dos adultos y dos menores, las subidas de 2019 y 2020 no les permitieron aún franquear el umbral de riesgo de pobreza.

Para sostener que las alzas del SMI han reducido la desigualdad, la comisión recurre a diferentes estudios en Estados Unidos e Irlanda. En España, otros análisis cifra en entre un 9% y un 17% los asalariados a los que afectó el aumento del salario mínimo de 2019. Sobre todo, benefició, enumeran, a mujeres, jóvenes e inmigrantes, con nivel de estudios bajo, empleados en pequeñas empresas y con contratos temporales, mayoritariamente en el sector servicios y la agricultura, y residentes en Extremadura, Andalucía, Canarias o Murcia.

Los estudios revelan también que la subida de 2019 elevó los ingresos de los hogares de rentas más bajas por encima de la media, más de un 10% en términos reales –contando con la inflación–. Lo que contribuyó al descenso de la desigualdad entre un 2% y un 3,8%. Uno de ellos, de la Fundación La Caixa, precisa que las subidas del del SMI entre 2018 y 2020 redujeron un 2,8% la incidencia de la pobreza en España: más de 250.000 personas salieron de la pobreza, de las cuales 121.000 son menores de 30 años

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