‘The bear’, el infierno está en nosotros

Portada de 'The Bear', serie de Fx en Disney+.

Comenzar a ver la serie The bear puede convertirse en una experiencia desasosegante porque nos traslada de golpe la ansiedad galopante de su protagonista. Y además lo hace con eficacia.

La sensación no desaparece, sino que se incrementa durante toda la temporada, pero se compensa ampliamente con la admiración por la puntería con la que describe a sus personajes y a las situaciones que se cuenta.

De chef famoso a preparar sándwiches

Carmy pasa de ser uno de los mejores chefs del mundo a encargarse de un local en horas bajas que vende sándwiches de carne en Chicago. Su hermano se lo dejó en herencia tras suicidarse y el cocinero protagonista parece expiar su angustia cargando el ingrato trabajo sobre los hombros.

La serie describe perfectamente esas etapas en las que la vida se hace bola, cuando los problemas de todas las dimensiones se acumulan desordenadamente. Facturas, estrés laboral, desgracias familiares, poca autoestima… Un infierno inevitable hasta llegar a un nuevo equilibrio más soportable.

Drama laboral, drama familiar

En solo ocho episodios de media hora, esta producción disponible en Disney+ aborda una enorme cantidad de temas. En primer lugar, se trata de un drama laboral. Sitúa su acción dentro de una cocina, en un restaurante modesto, que arrastra problemas de dinero, de organización y de concepto.

Una rueda de hámster demoniaca en la que todos corren todo el tiempo sin avanzar. Da igual que madrugues, pases calor o lo intentes con todas tus fuerzas, hay demasiados elementos en juego, fallos de los proveedores, baños que se atascan, problemas en el cableado eléctrico o un compañero que te boicotea.

Una serie de cocineros que sí funciona

La serie buscaba en su origen este enfoque profesional de una cocina. Frente a los abogados, médicos, policías o periodistas, las ficciones sobre restaurantes no suelen funcionar en pantalla y el canal estadounidense FX analizó los porqués con Chris Storer, el creador de The Bear.

El análisis los llevó a enfocarse en el estrés del trabajo, con su satisfacción, pero con una enorme carga de esfuerzo. Pero Storer superpuso una serie familiar a la profesional.

En seguida tuvo claro que quería utilizar los guiones sobre esta empresa que, como tantos bares y restaurantes, está dirigida por una familia para contar las historias de adicciones, abusos y duelo que él mismo ha experimentado en la suya.

Una familia llena de traumas y adicciones

Así que también abundan las relaciones tóxicas, los traumas sin resolver, los familiares que se llevan como lastres inevitables, los malentendidos y por debajo de todo ello un amor doloroso e imperecedero.

Hay quien ha visto esta serie como entretenimiento o incluso como comedia. Para mí el humor solo entra como un contrapunto de alivio en un drama con mucho peso, con momentos de tragedia.

Un héroe camino a la locura

Tragedia en su sentido más original, como forma clásica dramática en la que el héroe, un personaje de importancia, como el que aquí aparece, debe afrontar un destino fatal, que le lleva a la muerte o la locura.

En este caso se roza, pero se esquiva ese destino fatal. Habrá segunda temporada para el grupo de personajes que han aparecido en esta tanda. Y puede que haya un espacio mayor para la el género de la comedia desastrosa en la siguiente tanda de episodios.

Mientras, se ha podido disfrutar de una historia en la que la intriga ha residido en ir conociendo las motivaciones y los antecedentes que hacen comportarse a los personajes como lo hacen.

Un grupo entrañable de luchadores

El arco de la temporada los ha ido elevando a todos hasta conseguir un grupo entrañable de luchadores, más torpes unos, con más talento otros, que pueden seguir dando mucho juego.

La serie se apoya en un montaje rápido, en una fotografía saturada y potente y en una música con personalidad para potenciar el constante peligro de que algo se tuerza en la cocina, de que se malogre el guiso.

Puesta en escena realista de las fatigas del trabajo

La puesta en escena y las interpretaciones terminan por componer una imagen realista y agobiante del trabajo. Las ollas pesan, los chefs sudan, la comida salpica y mancha y toda esa presión puede sentirse en cada escena. El creador de la serie ha utilizado a su hermana, chef, como asesora de los varios problemas que pueden encontrarse en la trastienda de un restaurante.

En algún momento se alude también a la cultura enrarecida en la alta cocina. El caso de referencia en la serie es el ocurrido en el restaurante danés Noma, comandado por René Redzepi, que a pesar de aparecer como número uno mundial, no consigue ser sostenible y ha anunciado su cierre programado para el año que viene.

Redzepi ha confesado que creó una cocina llena de gritos, bajos salarios y menosprecio y que salir de esa dinámica le ha costado años de terapia, meditación y estudio sobre gestión.

Un protagonista carismático

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El protagonista de esta serie lucha por crear unas dinámicas más sanas en su equipo de trabajo y la serie consigue reflejar de manera potente como todo puede estar constantemente a punto de saltar por la borda.

The bear ha reunido un reparto estupendo y un protagonista con un carisma absolutamente capaz de liderar la historia con fuerza. Jeremy Allen White, que había interpretado un personaje también lleno de atractivo y liderazgo en la serie Shameless demuestra que puede superar el reto de seguir haciéndolo en esta franquicia.

Su tándem en la cocina con la prometedora y ambiciosa chef Sydney, interpretada por la cómica y guionista, además de actriz, Ayo Edebiri, promete nuevas horas de conflicto y lucha por crear un mundo mejor plato a plato.

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