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La pobreza divide a España en dos y a las ciudades en pedazos: el 20% sigue en riesgo de exclusión

Voluntaria de la ONG Mensajeros de la Paz preparando bolsas de comida para personas necesitadas en Madrid.

En España hay 12,3 millones de personas en riesgo de exclusión social, de los que 4,2 se encuentran en pobreza severa. Es una situación que sigue afectando de manera mucho más intensa a la mitad sur de España: en Extremadura, Andalucía y Canarias más de un 30% de la población presenta riesgo de vulnerabilidad. Esta situación contrasta con la que viven los hogares en la mitad norte del país, que presentan tasas de pobreza compatibles con las medias europeas y que, a día de hoy, son inalcanzables para las regiones sureñas, que casi las duplican.

Son datos de un exhaustivo informe difundido este lunes por la Red Europea de la Lucha contra la Pobreza y que analiza la situación de las comunidades autónomas. Esta ONG, no obstante, señala que la brecha se ha reducido ligeramente en los últimos años y concluye que la situación sería incomparablemente más severa de no existir la capacidad redistributiva de las administraciones públicas, que llevaría a duplicar las tasas de pobreza en todo el territorio nacional.

Según otras estadísticas difundidas también este lunes, en este caso por el Instituto Nacional de Estadística, la brecha no solo divide el país en dos: también las ciudades. El barrio San Cristóbal, en Madrid, repite en el ranking de los más desfavorecidos de España, con una renta media anual de 6.918 euros, pese a que se encuentra a escasos 20 minutos en coche de El Viso, el más privilegiado, con una renta media anual por habitante de 40.815 euros

“Si no hay redistribución, no hay justicia fiscal”, explica a infoLibre José Javier López, director en España de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza. “Para tener repercusión en la vida de las personas hay que mantener una garantía de ingresos y una garantía de techo. Esto es lo que cambia la vida de las personas: darles seguridad vital y un sustento mínimo”, añade el portavoz de la ONG. 

La pobreza sigue estancada en el sur

La presencia de la pobreza sigue manteniendo una brecha muy importante entre la mitad sur y norte del país. El documento, presentado este lunes por la Red Europea de Lucha contra la pobreza concibe el territorio en el que nace y se desarrolla una persona como “fuente significativa” de desigualdad: “La cohesión territorial debería ser, no solo desde un punto de vista formal, un importante objetivo político”, explica el documento. 

En Extremadura, Canarias, Andalucía hay aproximadamente alrededor de un 30% de habitantes que persisten en riesgo de exclusión social, y alcanza casi el 35% en las ciudades de Ceuta y Melilla. Mientras tanto, en Navarra, País Vasco, Cataluña, Cantabria y la Comunidad de Madrid este porcentaje está por debajo del 15%. En resumen, el documento concluye que en la mitad sur la tasa de riesgo de pobreza asciende al 27,1%, mientras que en el norte se queda en el 15,3%. 

El objetivo del informe de la ONG es evaluar el cumplimiento de los objetivos incluidos en la Agenda 2030. La conclusión es que la desigualdad territorial ha empezado a reducirse, pero a ritmo que el organismo califica de “insuficiente”. Actualmente, la tasa de riesgo de pobreza norte y sur, que era de 16 puntos en 2016, hoy es de 11,7. La media nacional se queda en 20,4%, aún muy lejos del objetivo del 11% marcado para 2030. 

El informe destaca que hay 4,2 millones de personas en situación de pobreza severa, es decir, que viven en hogares con unos ingresos de unos 6.725 euros anuales, lo que supone unos ingresos de 560 euros al mes. Esto representa el 8,9% de la población. Es un porcentaje que aumenta notablemente en las regiones sureñas, como Andalucía (1,2 millones; el 14,4%), Canarias (unas 300.000 personas, el 13,2%) o Murcia (unas 175.000, el 11,6% de los habitantes de la región). En Ceuta y Melilla se dispara al 23%, unas 19.000 personas en cada una. 

El documento pone en evidencia el papel que desempeñan las administraciones públicas para alejar a las familias del umbral de la pobreza y reducir las brechas territoriales. Por ello, calcula que la tasa de riesgo de pobreza, que en España es del 20,4%, sería del 27,9% sin ayudas públicas, excluyendo las de supervivencia y las pensiones. Si excluimos también estas dos últimas, la tasa de pobreza escalaría al 44,5%.

Un barrio con una renta media siete veces superior a 20 minutos en coche

Las diferencias entre los barrios también persisten dentro de las ciudades. Según el proyecto Indicadores Urbanos, que presenta anualmente el INE, El Viso, en Madrid, repite con la renta anual media más alta: es el único barrio donde, de media, cada habitante percibe más de 40.000 euros anuales. 

Esta situación es similar en otros de la capital madrileña como Recoletos, Castellana, Piovera, Nueva España o Almagro, donde cada vecino, de media, percibe en todos ellos más de 33.000 euros anuales. Esto es así pese a que escasos kilómetros al sur, los vecinos de San Cristóbal perciben unos 6.900 euros anuales, de media. 

Entre los primeros 15 puestos, al margen de 10 barrios madrileños, también aparecen cuatro barrios de Barcelona: Les Tres Torres, Pedralbes, Sant Gervasi-Galvany y Sant Gervasi-la Bonanova. Cierra la lista Armentia, ubicado en Vitoria-Gasteiz. 

La lista de vecindarios donde los vecinos perciben menos rentas está menos concentrada, aunque coinciden en capitales sureñas. Así, el ranking de la pobreza lo encabeza un año más el barrio Polígono Sur, de Sevilla, seguido por el de Los Pajaritos y Amate. También aparece una región censal de Alicante que incluye mayoritariamente el barrio Juan XXIII, los barrios de Azahara-Palmeras y Polígono del Guadalquivir, en Córdoba, el de Rosaleda, Palma-Palmilla, en Málaga. En todos los casos, la renta media de los habitantes es de menos de 8.000 euros anuales. 

Sin embargo, los programas electorales obvian estas brechas. Las propuestas persisten en sus similitudes entre los territorios y en muchas ocasiones resultan intercambiables entre sí, pese a las enormes situaciones sociales que hay entre ellas. Por ejemplo, las principales medidas de los dos partidos con posibilidad de gobernar el Ayuntamiento de Sevilla, PSOE y PP, para el distrito Sur de la ciudad, no abordan de manera directa su grave problema de exclusión.

En este distrito se encuentra el mencionado barrio del Polígono Sur, que cada año encabeza en el ranking de la pobreza, y, salvo algunas propuestas puntuales en materia de vivienda, las principales medidas tienen más que ver con equipamientos urbanos, áreas infantiles, tráfico u oferta cultural, que con la situación de pobreza estructural persistente en el vecindario.

“La pobreza no gusta reflejarla en política, mucho menos en campaña electoral”, explica José Javier López, de la Red Europea de la Lucha contra la Pobreza. “Sobre todo esto tiene que ver cuando tienen que presentar soluciones para problemas que no se resuelven en cuatro años. Las zonas de especial vulnerabilidad siguen siendo las mismas desde hace muchos años. Se reproducen, pasan de padres a hijos, y no se solucionan aunque se inviertan fondos o se apliquen estrategias”, añade el portavoz de la organización.

“La única manera que vemos es que los partidos hagan pactos. Los partidos tienen que hacer programas a cuatro años, pero deberían tener una mirada más allá. Hace falta una estrategia que yo diría que debe ser generacional. Venimos observando que falta esa voluntad para hacer pactos de larga distancia y lo que acaban haciendo es poner parches, con mayor o menor impacto, pero que no resuelven problemas que no tienen soluciones a cuatro años. Siguen manteniendo esos espacios en una situaciones de las que es muy difícil salir”, remacha López.

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