“15.000 solicitudes en tres horas": la explosión del voto por correo pone en guardia a Junta Electoral y carteros
La convocatoria electoral en pleno periodo vacacional ha convertido el voto por correo en la alternativa de los españoles para poder compaginar su derecho al sufragio pasivo con la playa y el chiringuito. Y la explosión de solicitudes es una buena prueba de ello. Solo en el arranque de los plazos para optar por esta modalidad se han registrado ya decenas de miles de peticiones. Un aluvión que amenaza con poner en aprietos a una plantilla de Correos que ya experimentó una sobrecarga de trabajo en las autonómicas y municipales. De ahí que los principales sindicatos exijan a la empresa refuerzos para asumir sin problemas el nuevo periodo electoral. Otra cita más con las urnas en la que la Junta Electoral no descarta incrementar el control alrededor del voto por correspondencia.
El plazo para recurrir a esta vía se abrió el martes. Y se extenderá hasta el 13 de julio. Durante este mes y medio, los electores podrán acercarse con el DNI a una de las oficinas de Correos para pedir el voto por correo. Este trámite podrá hacerse también online, pero para ello será necesario disponer del DNI electrónico o de un certificado digital válido. Tras haber completado este proceso, se recibirá en casa un sobre con las papeletas, el certificado de inscripción en el censo y otro sobre con la dirección de la Mesa donde le corresponde votar. Esas papeletas deben ser introducidas en los sobres correspondientes –uno para el Congreso y uno para el Senado–, metiendo a su vez estos en el tercero con el certificado de inscripción. Ese último es el que hay que entregar en la oficina de Correos.
Sólo en la primera jornada, según El Periódico de España, se han registrado más de 30.000 peticiones para votar por esta vía, más del triple de las que entraron en el mismo primer día para los comicios generales de 2019. Una cifra que, sin embargo, no confirman desde Correos: "Solo damos datos oficiales cuando van acabando los plazos". A pesar de ello, las fuentes sindicales del sector consultadas por infoLibre hablan ya de "aluvión" de solicitudes. "Se han disparado", señala José Manuel Sayagués, responsable de Sector Postal de UGT. "El jueves, solo en las tres primeras horas tras abrirse el plazo, se habían recibido ya 15.000 peticiones", expone Regino Martín, su homólogo en CCOO. Y eso que aún no se había habilitado la herramienta online para solicitarlo.
En los sindicatos dan por hecho que en estas elecciones se alcanzarán al menos los dos millones de sufragios por esta vía, el doble de los registrados en las pasadas elecciones municipales y autonómicas. Una cantidad de papeletas que fulminaría todos los récords. Hasta ahora, la convocatoria electoral que más voto por correo ha aglutinado es la de junio de 2016, con 1,45 millones de solicitudes. Es la primera vez que se celebran comicios generales en pleno periodo vacacional, por lo que no hay precedentes a ese nivel que anticipen cómo puede comportarse la participación por correo. No obstante, en las últimas elecciones gallegas, celebradas también en julio y con el coronavirus de fondo, aumentó un 52%.
Al menos 5.000 refuerzos
Los principales sindicatos avisan de que un aluvión de estas características no se podrá afrontar sin más efectivos. Sobre todo en un periodo como el veraniego, en el que las plantillas se ven especialmente mermadas por las vacaciones. Por eso, creen que hay que tirar cuanto antes de la Bolsa de Empleo para reforzar los equipos de cara al nuevo periodo electoral. En este sentido, tanto CCOO como CSIF creen que serían necesarios al menos 5.000 contratos de refuerzo. "Hay que poner los efectivos necesarios para que en este tipo de procesos se pueda atender correctamente a la ciudadanía", apunta Elena Fernández, portavoz de CSIF Correos en Madrid. "Si no se refuerzan las oficinas y secciones de reparto nos vamos a encontrar un problema importante", coincide Sayagués.
Para las pasadas autonómicas y municipales Correos puso sobre la mesa unos 2.500 contratos de refuerzo. Una cifra "ridícula", a ojos de Martín, en una empresa que ha "recortado la plantilla". También desde CSIF consideran que fue "totalmente insuficiente". "El voto por correo lo están blindando los propios trabajadores que se dejan la espalda, no los altos directivos que han demostrado ser demasiado incompetentes para gestionar", dice Sayagués. Este diario se ha puesto en contacto con la compañía para saber si reforzará los equipos para el 23J. "Correos está poniendo todos los recursos necesarios para garantizar el cumplimiento de los compromisos que le son encomendados en los procesos electorales para la gestión del voto por correo", se limitan a responder.
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Una parte importante de la campaña para los comicios del 28M estuvo marcada por los diferentes escándalos sobre la supuesta compra de votos por correo. Todo comenzó en Melilla con una operación policial contra una trama dedicada a la adquisición de este tipo de sufragios, lo que provocó que casi la mitad de estas papeletas quedasen sin efecto. Y fue manchando también otros lugares. Se han abierto causas por supuesto fraude en Albudeite, La Gomera o Arona. Y también en Mojácar. En el caso de la ciudad almeriense hay once personas investigadas. Aunque mayoritariamente las pesquisas giran alrededor de la supuesta compra de votos a favor del PSOE, en las últimas horas se ha abierto una pieza separada tras descubrirse que uno de los detenidos habría beneficiado al PP.
Este tipo de redes se aprovechaban de un vacío en el procedimiento por correspondencia, donde si bien se exige el DNI para solicitar el voto no se pide identificación alguna a la hora de depositar el sufragio en Correos. Un agujero sobre el que ya había alertado la Fiscalía General del Estado hace casi una década. "Cualquier persona diferente a aquella que pretende ejercer el derecho al voto puede hacer entrega de dicho sobre con el voto ya emitido", resaltaba en su Memoria de 2012, en la que proponía reformar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) para corregir ese problema. Algo que nunca se hizo.
Ahora, con la vista puesta en unas elecciones generales que dispararán el uso del voto por correo, la Junta Electoral Central se plantea volver a aplicar la misma medida que ya usó para el 28M en Melilla. En concreto, el órgano está estudiando si impone a nivel nacional la exigencia de presentar el documento de identidad cuando se emita el sufragio por correspondencia, igual que se hace a la hora de solicitarlo. Según las fuentes consultadas aún no hay una decisión tomada, pero no se descarta que este asunto pueda ser abordado en la reunión que está previsto que mantenga la Junta Electoral la próxima semana.