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Yolanda Díaz resiste la presión de la cúpula de Podemos y mantiene la exclusión de Irene Montero

Yolanda Díaz presenta el acuerdo de coalición para el 23J, este sábado.

No habrá cambios en las listas de Sumar ni se levantará el veto a la número dos de Podemos y actual ministra de Igualdad, Irene Montero. Así lo garantizan desde la organización presidida por Yolanda Díaz, que este sábado ha presentado el acuerdo rodeada de su equipo. "España quería que nos diéramos la mano. Se nos exigía un acuerdo y traemos un acuerdo”, reivindicó Díaz. Un discurso en positivo en el que no hizo alusión al conflicto latente con la dirección de Podemos por la exclusión de Montero, una batalla que los morados no dan por perdida.

Por contra, la vicepresidenta busca pasar página tras las agónicas negociaciones que le llevaron a registrar la coalición pocas horas antes de que se terminara el plazo legal. En Sumar aseguran que los ciudadanos están hartos del ruido interno e insisten en el logro que supone haber reunido a una quincena de organizaciones en una misma papeleta electoral. El portavoz de campaña de Sumar, Ernest Urtasun, ha presumido de haber conseguido el acuerdo más "amplio y diverso" en la izquierda en democracia. Un acuerdo "robusto", ha insistido, en el que llevaban trabajando desde hace tiempo.

Podemos es una de las formaciones que estampó su firma en la coalición, pero su secretaria general, Ione Belarra, afirma que la rúbrica se produjo "sin acuerdo". En una carta enviada a la militancia, la líder de Podemos denuncia la presión ejercida por Sumar para alcanzar ese pacto. "Se nos ha amenazado con que, de no aceptar estas condiciones, seríamos excluidas de la coalición electoral, como ya ocurrió en Andalucía" señala. Una decisión que "más tarde no se puede revertir", en sus palabras.

Belarra explica así que su formación se sumara a la coalición, pero insiste en que el veto a Irene Montero "es un error y debe ser levantado". La Junta Electoral Central da de plazo hasta el 19 de junio para entregar las listas y la dirección del partido morado insta al equipo de Díaz a "continuar negociando durante la próxima semana" y sostiene que trabajarán "hasta el último minuto" para lograr un acuerdo "justo".

Una queja que también ha verbalizado la secretaria de organización del partido, Lilith Verstrynge, que ha calificado de "preocupante y peligrosa" la exclusión de Montero y ha reclamado a Sumar que rectifique: "No estamos de acuerdo con el veto impuesto a Irene Montero por parte de Sumar y Yolanda. Es un error político de manual y manda un mensaje muy peligroso, de disciplinamiento al movimiento feminista", ha señalado en declaraciones a los medios. Los morados consideran que Montero es su "principal activo político" y un ejemplo de resiliencia frente al acoso mediático, político y judicial.

"Romper con el pasado"

El principal motivo para excluir a Montero, según explica un miembro de Sumar, tiene que ver con el hecho de que Díaz quiere "romper" con el Podemos "del pasado" que, a su modo de ver, representa el tándem Montero-Iglesias, en alusión al exlíder de la formación morada, que este sábado también ha reclamado a Díaz que rectifique. En ese sentido, la citada fuente cree que mantener a la ministra de Igualdad no ayudaría a dar esa imagen de "renovación" que busca la vicepresidenta con su nuevo proyecto.

El desgaste de la figura de Montero por las rebajas de condenas a agresores sexuales derivadas del ley sí es sí es uno de los factores, pero no el único. La compleja relación entre las dos ministras se explica, en parte, por sus maneras antagónicas de hacer política. Mientras que la ministra de Igualdad busca de manera clara el conflicto y mantiene un discurso duro, la de Trabajo tiene un estilo más sosegado y se reserva los reproches para las conversaciones privadas. Una forma de ser que, según Sumar, la ciudadanía prefiere, de ahí que Díaz sea una de las ministras mejor valoradas.

Con todo, en la organización dirigida por Díaz temen que Podemos trate de estirar la polémica hasta el punto de que los reproches se mantengan en una campaña electoralo hasta que dé comienzo— en la que vaticinan que los morados tendrán un "perfil bajo". En ese sentido hay voces que apuntan que la dirección del partido busca deliberadamente "boicotear" las opciones de Díaz para que la derecha tenga más posibilidades de ganar y, así, garantizarse cuatro años para reconstruir.

Sumar considera que Podemos logrará, como mínimo, ocho escaños

Podemos y Sumar logran un acuerdo in extremis sin Irene Montero en las listas para el 23J

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Oficialmente desde Sumar cierran la puerta a cualquier cambio en las listas y argumentan que los puestos de salida ya están adjudicados a personas con nombres y apellidos. Es más, recuerdan que tanto Belarra como Verstrynge concurrirán como número cinco de Madrid y cuatro de Barcelona respectivamente, por lo que tendrán un asiento –casi– garantizado en el Congreso la próxima legislatura. Estas mismas fuentes desmienten que ofrecieran a Montero ser la número uno por la provincia de Bizkaia, como apuntaban algunas informaciones, pero evitan profundizar en los motivos para excluir a la número dos de las listas.

Asimismo, remarcan que los acuerdos alcanzados con Podemos y el resto de aliados son fruto de la negociación y consideran que los morados tendrán una destacada presencia en la Cámara Baja si se mantiene el resultado de 2019. Entre esos escaños que se dan por seguros estarían el de la eurodiputada Idoia Villanueva que concurrirá como número uno por Navarra; el del coportavoz nacional Javier Sánchez Serna por Murcia; el de la diputada Pilar Garrido por Gipuzkoa; el del también diputado Roberto Uriarte por Álava; el de la candidata de Podemos en Canarias Noemí Santana por Las Palmas, y el de la coordinadora de Podemos en Andalucía Martina Velarde por Granada.

Sumar también garantiza que, con el acuerdo firmado, ninguna de las formaciones podrá pasarse al grupo mixto o intentar constituir otros grupos parlamentarios. Fuentes de la organización indican que el existe una "clausula de compromiso" en el acuerdo suscrito por todas estas organizaciones, por lo que no hay opción a que, por ejemplo, fuerzas regionalistas constituyan un grupo aparte, como en algún momento llegó a deslizar Compromís, o dejar la disciplina parlamentaria de Sumar por cualquier diferencia interna.

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