“Luchamos por volver”: la canción de superación de Supersubmarina

Los integrantes del grupo Supersubmarina José, Juanca, Pope y Jaime durante la presentación del libro 'Algo que sirva como luz'.

No es en absoluto habitual que la presentación de un libro empiece con más de un minuto de ovación en pie por parte del público asistente. Claro que la historia de Supersubmarina tampoco es habitual, pues en su camino hacia el éxito musical se cruzó la tragedia en forma de gravísimo accidente de tráfico volviendo a casa después de un concierto el 14 de agosto de 2016. Un parón en seco que dejó profundas secuelas y que retoma la marcha ocho años después.

No es que la banda vuelva a tocar, no. Todavía no puede y tampoco se sabe si podrá. Pero el cuarteto de Baeza (Jaén) ha decidido abrirse en canal para contar sus vidas en primerísima persona al periodista Fernando Navarro, convertido en catalizador de recuerdos, emociones, traumas y anhelos en Algo que sirva como luz (Aguilar, 2024). Un libro que arranca en aquel soleado y fatídico día de agosto y que repasa todo el camino recorrido hasta llegar al punto actual en el que vuelve a haber, por qué no, ocho años después, un destino arrebatado en su momento por la carretera, pero indudablemente merecido. 

"Yo creo que sí vuelve Supersubmarina, estoy convencido de que sí", ha asegurado arrancando de nuevo el aplauso de la concurrencia el vocalista y guitarrista del grupo, José Chino, quien más severas secuelas sigue acarreando a día de hoy, pues padece anosognosia como consecuencia del traumatismo craneoencefálico y la contusión abdominal que sufrió en el accidente y que le mantuvieron 31 días en la UCI. Luego seguiría una larga recuperación que aún no termina, pues confiesa que perdió la memoria y no recuerda lo que vivió siete años antes y siete años después del golpe. 

"He tenido que aprender a hacer todo de nuevo. Andar, vestirme, lavarme los dientes...", ha relatado este jueves el cantante en una emocionante y multitudinaria rueda de prensa moderada por el periodista Aimar Bretos en el Teatro Pavón de Madrid, convertida en un reencuentro de lo más sentido y con presencia también de un nutrido grupo de fans invitados por la propia banda. Con una sonrisa perenne y un sentido del humor que ha provocado la risa generalizada en varias ocasiones, José ha admitido asimismo que sabe del éxito que vivió "porque hay vídeos", aunque ve poquísimos. "A mis compañeros les pregunto si tocábamos bien", ha bromeado, para después comentar que está intentando volver a tocar la guitarra de vez en cuando: "Tengo espasticidad en el brazo derecho y lo estoy solucionando".

Supersubmarina sufrió este choque en un momento de gran popularidad después de una década de éxito ascendente. Algo que sirva como luz es el nuevo paso de una banda que está de vuelta así, como puede, "para celebrar la vida", en palabras de Jaime, su guitarrista. "Fue muy duro lo que pasó, pudo ser incluso mucho más duro, pero ocho años después estamos aquí los cuatro sobre el escenario", ha destacado, para acto seguido pedir que, si había lágrimas, fueran de alegría. "Estamos celebrando la vida pero también la amistad", ha terciado el bajista, Pope, remarcando que gracias a este libro se han reconciliado con ellos mismos y entre ellos como banda.

"Ya no duele tanto porque lo hemos trabajado mucho", ha proseguido Jaime, contando que han hecho mucha terapia, individual y de grupo: "A base de revivir aquello una y otra vez, sobre todo los dos últimos años, terminas normalizándolo por completo. Dentro de que evidentemente fue un día fatídico, quizás a estas alturas puedas analizar todo de una manera mucho más fría, dejando un poco al lado todos los sentimientos que tenías hace tiempo al pensar en día tan triste para nosotros".

Es por ello que, a partir de su encuentro con Navarro, los cuatro músicos volvieron a conectarse entre ellos y empezaron a ver que quizás había una "nueva oportunidad" esperándoles. "Si algunos de nosotros se hubiera quedado allí ese día nada de esto hubiera sucedido, hubiera sido muy doloroso. Pero estamos aquí los cuatro, nuestros amigos, nuestra familias. Todo esto no habría sido posible de otra forma. Quizás nos toque reinventarnos, hacer otro tipo de cosas, por supuesto teniendo siempre en mente la música, que es lo que estamos luchando por volver a hacer", ha destacado Jaime, quien estuvo a punto de perder una pierda de la que fue operado hasta cuarenta veces.

Navarro, por su parte, desde dentro pero desde fuera, ve en la de Supersubmarina "una historia de generosidad y de bondad que va a hacer mucho a partir de ahora". "Este libro da muchas lecturas de vida, puede ser la historia de muchas vidas", ha defendido, poniendo en valor el "relato de amistad, superación y familia" que aporta ahora mismo el regreso del grupo de esta forma. "Es una banda que por primera vez en la historia de este país se va a comunicar con su publico sin necesidad de un escenario o una canción, sino con su propia historia", ha remarcado, todavía añadiendo que la esencia de Supersubmarina como unión de cuatro amigos estaba "dañada pero no perdida" después de todo este tiempo.

Coinciden con estas apreciaciones los cuatro músicos, tal y como ha resumido Pope al hablar de "la historia de superación de cuatro chavales en la que se puede ver reflejada mucha gente". "La vida puede dar muchos tropiezos pero al final lo importante es retroalimentarte de todo lo que te rodea y tener siempre la perspectiva de que un golpe en seco no tiene que significar que no vaya a volver a ocurrir", ha argumentado el bajista, que era precisamente quien conducía la furgoneta en el momento del suceso: "No supe hasta pasado mucho tiempo cómo estaban mis compañeros. La secuela principal es pensar siempre que tú eras el que conducía. Eso sigue doliendo a día de hoy, pero nunca tuve una mala palabra por ello".

Ser conscientes de la situación de los demás fue un reto añadido para cada uno de los músicos del grupo, pues cada cual tuvo que librar su propia batalla por su lado. Así lo ha contado el batería, Juanca, que pasó también mes y medio en la UCI y que cuando salió del hospital se fue directo al local de ensayo a tenerlo todo preparado con la idea de "hacer conciertos a finales de 2017". "Pero entonces subimos a ver a José a Madrid a la Clínica San Vicente, así que esos meses fueron de 'Juanca, date cuenta que esto es jodido y va a ser largo. Me di un golpe de realidad y empecé a pasarlo realmente mal", ha compartido el batería, actualmente de vuelta en la música junto a Jaime en otro grupo llamado Melifluo, pero siempre esperando de algún modo a Supersubmarina.

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"Han sido ocho años durísimos de rehabilitación, de psicólogos, psicoterapeutas... Sigo con la rehabilitación, pero ya me queda poco, creo", ha revelado José Chino. Y por supuesto sin querer presionarse a sí mismos, Jaime ha reconocido que saben que "hay gente esperando" a que hagan algo: "Nosotros aprendimos a vivir con la presión de las expectativas que levantábamos porque estábamos en un punto muy alto y quizás eso ayude. Más que pesarnos nos impulsa que la gente espere de nosotros que hagamos algo. Evidentemente tenemos que ser realistas. ¿En dos años vais a tener un disco? No lo sabemos. Pero la voluntad por nuestra parte estoy seguro que no va a faltar en ningún momento y eso es lo que nos mueve".

De momento, lo que ofrece también el grupo es un lanzamiento titulado La maqueta que es, como su título indica, su primera maqueta. Una vuelta al pasado más pretérito, al mismísimo epicentro del comienzo. Lo primero que hicieron allá por 2005, cuando casi no sabían tocar, tal y como ha destacado José. "Es la esencia y la base de Supersubmarina", ha terciado Jaime, rememorando aquellos primeros pasos, los primeros conciertos sin apenas públicos en pequeñas salas. "Escuchar La maqueta es un chute de nostalgia bastante gordo", ha apostillado. 

Con el libro y la maqueta, la banda busca "lo que inició aquello, esa fortaleza de los cuatro juntos sin más pretensiones que avanzar", en palabras de Juanca. "Empezar a dar pasos pero no tener la presión y los objetivos demasiado marcados para que no nos dejen avanzar. Sería bueno mirar hacia atrás a esos inicios sin más pretensiones que estar juntos los cuatro y hacer cosas", ha planteado, antes de que Jaime remate: "En la primera charla con Fernando nos dimos cuenta de que habíamos abierto una puerta que estaba cerrada y que no la íbamos a volver a cerrar, sino que la íbamos a atravesar por completo. Desde que rompes el hielo, ya no hay vuelta atrás. Yo me di cuenta de que contarlo absolutamente todo me iba a ayudar a mí y al grupo en general".

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