'Falsestuff' triunfa en unos reivindicativos premios Max que piden acabar con el acoso y llenar los teatros

El espectáculo Falsestuff. La muerte de las musas, una creación del Centro Dramático Nacional (INAEM), se ha alzado con el premio al mejor espectáculo de teatro en una repartida XXVII edición de los Premios Max de las Artes Escénicas, cuyos ganadores se han dado a conocer este lunes en una gala celebrada, por primera vez, en el Auditorio de Tenerife y que ha tenido como eje narrativo la vida y obra del aclamado poeta y dramaturgo canario Ángel Guimerá.

Falsestuff hizo doblete al lograr también el premio al mejor diseño de espacio escénico, galardón que recayó en Adrià Pinar, mientras que la obra Forever de la compañía vasca Kulunka, que partía con cuatro nominaciones, ha sido galardonada finalmente con dos: mejor dirección de escena y mejor autoría teatral.

Eduard Fernández se ha llevado el premio a mejor actor por Todas las canciones de amor, dedicando el galardón a su madre, quien sufrió Alzheimer, mientras que Natalia Huarte logró el Max a mejor actriz por Psicosis 4.48, destacando la importancia de esta obra sobre la depresión al ser capaz de "dar luz a lo oscuro".

El presidente de la Fundación SGAE, Juan José Solana, acompañado al piano por Antonio Onetti, presidente de la Sociedad General de Autores, destacó los 125 años que cumple la SGAE, en los que ha sido capaz de sobrevivir a dos dictaduras, una guerra civil -y a "nosotros mismos", apuntó Onetti-, y en los que también ha sido capaz de alcanzar la cifra de más de 130.000 socios. También pidió que "nunca más, en ningún teatro y en ninguna compañía, se vuelva a dar un caso de acoso ni de agresión sexual" y que las salas de ensayo y los escenarios "sean lugares seguros para todos, todas y todes".

Asimismo, incidió en que el escenario "es un lugar único para contar historias, expresar ideas y verdades como puños", pero dejó claro que todo esto no tendría sentido sin el público. Por eso, para celebrar estos 125 años de obras, funciones y creación, y en nombre de la SGAE, quiso dar las gracias a los espectadores, "a todos los que acuden a los grandes teatros, a las salas alternativas o aquellos lugares donde una compañía levanta el telón". "Sois nuestras manzanas, nuestro Max. Sigan yendo al teatro porque sin el público no somos nada".

Uno de los momentos más emotivos de la gala ha sido la entrega del Premio Max de Honor a la actriz Nuria Espert por su larga y prolífica trayectoria teatral, recibiendo el caluroso aplauso del público durante varios minutos. La veterana actriz agradeció "la generosidad, la pasión y la hermosura" de los presentes, y resaltó cómo sido testigo de las "extraordinarias" transformaciones que ha ido sufriendo el teatro hasta llegar a convertirse en lo que es hoy, persiguiendo "esa misma pureza y fortaleza" que ha defendido durante toda su trayectoria.

Durante la gala, dirigida por el dramaturgo tinerfeño José Padilla, también fueron concedidos otros dos premios especiales: el Premio Max aficionado o de carácter social, que ha reconocido la labor de la compañía amateur LaTrup Asociación Teatral Universitaria Troysteatro de La Laguna (Tenerife), y el Max Aplauso del Público, para la obra Señora de rojo sobre fondo gris de Pentación Espectáculos y Sabre Producciones.

A esta gala han acudido, entre otras personalidades, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres; el presidente de Canarias, Fernando Clavijo; la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila; el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez; entre otras autoridades y personalidades del mundo de las Artes Escénicas.

Premiados

La gala comenzó entregando el Premio Max al mejor espectáculo revelación a Electra, de Pílades Teatro, galardonada también como mejor adaptación o versión de obra teatral o coreográfica, mientras que Jorge Usón Colomer fue galardonado como mejor autor revelación por La tuerta. Por su parte, Estación Paraíso, de La Maquiné, recibió el Premio Max al mejor espectáculo para público infantil, juvenil o familiar.

En la categoría de danza, Christine Cloux fue galardonada con el Premio Max a la mejor intérprete femenina por Corps seul, agradeciendo que se haya valorado "el trabajo de toda una vida dedicada a la danza" y, especialmente, que se dé visibilidad a las bailarinas de más de 50 años. Ángel Durán se hizo con el Max al mejor intérprete masculino por Cowards, y Mont Ventoux, de Kor'sia, se ha alzado con el Premio Max al mejor espectáculo de danza, logrando también el Premio a la mejor coreografía.

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En los apartados técnicos, el Max al mejor diseño de iluminación fue para Felipe Ramos y Sharon Fridman por Europa; Silvia Delagneau se hizo con el Premio al mejor diseño de vestuario por Alexina B., obra que ha obtenido también un segundo Max a la mejor composición musical para espectáculo escénico.

Por último, Ladies Football Club, de Barco Pirata y Teatros del Canal–Comunidad de Madrid, fue premiado como mejor espectáculo musical o lírico; el Teatro Clásico de Sevilla obtuvo el Premio Max a la mejor labor de producción, y Ciutat dormitori, de Contenidos Superfluos, fue galardonado como mejor espectáculo de calle.

A los Premios Max se inscribieron 522 espectáculos, de los que 44 compitieron en la última fase. Tras la primera fase de selección, designada por cinco jurados territoriales -dos por Madrid, uno por Cataluña y dos por comunidades-, un tribunal formado por los cincos presidentes de los jurados territoriales, cinco personalidades de las Artes Escénicas y un miembro del Comité Organizador fueron los encargados de dirimir los finalistas de las 20 categorías que concursaron en los XXVII Premios Max.