CONGRESO DE ERC

Junqueras recupera el control de una ERC dividida tras imponerse a Godàs en la segunda vuelta

El líder de la candidatura Militància Decidim, Oriol Junqueras, celebra la victoria sobre Xavier Godàs tras la segunda vuelta.

Oriol Junqueras se ha impuesto por un 52,2% de los votos y volverá a presidir el partido con el apoyo de 3.437 militantes ante Xavier Godàs, que se ha quedado en el 42,2%, es decir 2.777 votos. La segunda vuelta ha certificado la victoria de la candidatura de Militància Decidim, que en la primera vuelta se quedó a las puertas de lograr la victoria definitiva.

La candidatura de Junqueras partía como favorita porque ninguna de las dos candidaturas que se batían en duelo lograron integrar a la tercera que quedó fuera en la primera vuelta, y por lo tanto no lograron recoger el voto de Foc Nou, que obtuvo un 12% del apoyo de los afiliados. De este modo, Oriol Junqueras volverá a presidir el partido tras 13 años en su cabeza, ahora con Elisenda Alemany de número dos y una candidatura que tendrá veinticinco miembros que nunca antes habían estado en la ejecutiva del partido.

Finaliza así el pedregoso camino por el que ha pasado la militancia de ERC para decidir a su nueva cúpula directiva en el Congreso Nacional. Una campaña electoral que volvió a demostrar la división interna que existía en el partido entre el sector junquerista y el de Xavier Godàs, apoyado por Marta Rovira y Pere Aragonès. “Las relaciones han quedado tocadas”, advertía Godás a Junqueras durante el debate electoral de esta semana en la sede del partido.

Pese a ello, la participación ha vuelto a ser histórica y ha superado a la votación de la primera vuelta de hace quince días. De los 8.032 militantes inscritos para participar, un 81,98% ha votado en esta ocasión.

Ahora Oriol Junqueras tiene el reto de unificar un partido que ha sufrido fuertes tensiones internas en los últimos meses, reconectar con la ciudadanía y proponer una hoja de ruta ilusionante que recupere a votantes para su partido, encauzar las relaciones con el partido socialista y, a la larga, definir también quién será el candidato a la presidencia de la Generalitat del partido. 

Primer paso: recoser unas relaciones “tocadas”

La recta final de la campaña electoral había elevado el tono entre la candidatura de Godàs y Junqueras. Godàs afirmó durante los debates electorales que la contienda de los últimos meses había afectado a las relaciones personales, pero fue tras el resultado electoral que el líder de la candidatura de Nova Esquerra Nacional denunció este sábado “insultos" y “desautorizaciones” de “militantes que traspasaron el límite del respeto”. El líder de Nova Esquerra Nacional afirmó que será necesario “trabajar codo con codo” para “recoser” el partido, pero también exigió no traspasar más esos límites.

Lo que también dejó claro Godàs es que no participarán de la Comisión de la Verdad que plantea Oriol Junqueras. “No queremos ningún órgano paralelo a los órganos de partido”, afirmó Xavier Godàs. Ambas candidaturas discrepaban en la forma para investigar la estructura B. Junqueras siempre ha afirmado que desconocía ese nivel que se encargaba de una estrategia de comunicación al margen de la oficial y que publicó los carteles de falsa bandera de Ernest Maragall. Pero un informe interno filtrado antes de concluir el proceso de investigación le salpicó. Ahora Junqueras quiere que sea una Comisión de la Verdad, externa a los órganos del partido y liderada por Joan Tardà, quien realice la investigación.

La estructura B ha sido el origen de los reproches y desencuentros entre los junqueristas y los roviristas y ha dividido el partido hasta llegar al punto de convocar el congreso nacional que se ha resuelto con la victoria de Junqueras. El proceso vivido por el partido en los últimos meses deja una formación altamente dividida entre dos grupos apoyados por un 52,2% y otro 42,2% de la militancia. El reto de la dirección ahora será unir estas dos militancias enfrentadas.

“Sólo hay un partido, aseguró Junqueras este sábado tras conocerse el resultado electoral. “El tiempo de las candidaturas se ha acabado” y “la democracia ha decidido”, continuaba. Pero lo cierto es que ahora el líder de ERC tiene que hacer que esas palabras sean creíbles. En el aire está la duda, por ejemplo, de si se renovará alguna portavocía del partido. “Estamos a favor de la continuidad de lo que es bueno y de la renovación de lo que se puede mejorar”, ha afirmado el nuevo presidente.

Segundo paso: los compromisos con el Partido Socialista

ERC deriva la presión ahora hacia los compromisos de investidura de Illa y Sánchez. Tanto Godás como Junqueras, y también la tercera candidatura, la de Foc Nou, que no logró pasar a segunda vuelta, consideran que el PSOE debe dar pasos de mayor calado en el cumplimento de los acuerdos, y sitúan dos cuestiones urgentes, cumplir con la condonación en el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y con avances claros en la financiación singular.

Junqueras ha sido tajante en este sentido. “No habrá nuevos acuerdos con quien no cumpla los que están establecidos”, afirmó. El presidente considera que con anterioridad el partido ha podido ser más permisivo y eso está en la causa de que una parte de sus votantes hayan “perdido la confianza”, pero “eso ya no pasará” en la “nueva” ERC. Eso significa en la práctica que, si el PSOE no avanza en la condonación de la deuda y en la financiación singular, ERC no apoyará los Presupuestos de Illa ni de Sánchez.

El acuerdo entre ERC y el PSOE de noviembre de 2023 incluyó la condonación del 20% de la deuda de Cataluña con el Estado, unos 15.000 millones de euros. ERC acordó además con el PSC que la futura hacienda catalana podría recaudar los impuestos de la renta de 2026, pero ahora cree que los avances en financiación están yendo más lentos de lo que deberían ser para cumplir el calendario acordado. La Agencia Tributaria Catalana no cuenta, por ejemplo, con los recursos materiales ni con los trabajadores suficientes para llevarlo a cabo.

Tercer paso: movilizar votantes perdidos y reforzar su liderazgo

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Otro reto importante para el líder de ERC será recuperar la confianza de los votantes desencantados y mostrarse como un candidato presidenciable. Oriol Junqueras ha afirmado que quiere volver a ser el candidato del partido a presidente de la Generalitat. No obstante, el último Barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) señalaba sólo un 18% de los votantes de ERC le consideraban como el líder preferido para presidir un gobierno catalán. De hecho, un 76% de los simpatizantes de ERC no elegirían a ningún miembro de Esquerra como president. Y si la pregunta se hace a toda la sociedad catalana, el porcentaje de apoyo a Junqueras baja al 3%, frente al 11% que tiene Puigdemont o al 18% de Illa. No obstante, estos datos salieron a la luz cuando Junqueras ya no era presidente del partido y formalmente era sólo un militante. En marzo, cuando el líder aún presidía el partido, era el candidato de ERC con una tasa de conocimiento y de aprobación interna más alta de la formación, lo que indica que podría tener la capacidad para recuperar ese apoyo en un futuro.

Cuarto paso: el futuro candidato a presidir la Generalitat

A la larga, Junqueras deberá abordar la cuestión de si puede o no ser candidato a la presidencia de la Generalitat. Ahora mismo aún está inhabilitado hasta 2031, ya que el Tribunal Supremo desestimó su recurso pese a haberse aprobado la ley de amnistía.

El presidente del partido tiene por delante unos años de margen hasta las próximas elecciones catalanas pero, si no logra que la ley de amnistía tenga el efecto deseado, deberá buscar a una figura afín para sustituirle.

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