La homeopatía entra en crisis en el país que la inventó: el Gobierno alemán ya no cree en su eficacia
Puede pasar que un clamoroso error científico se cuele en la legislación de un país. Eso es lo que ha pasado en Alemania con la homeopatía atendiendo a lo que explican activistas como Norbert Aust o Udo Endruscheit. Ambos forman parte de la red de personas que en Alemania, en virtud de la defensa de los principios científicos en la medicina, han estado los últimos años explicando a la población germana en qué consiste la homeopatía.
La homeopatía ha echado raíces –con razón– en Alemania. Sus inicios están, de hecho, las investigaciones de hace ya dos cientos años del médico sajón Christian Friedrich Samuel Hahnemann. Los productos homeopáticos son los que se producen siguiendo sus enseñanzas, entre las que figura, la creencia de que se puede curar a alguien enfermo administrándole dosis mínimas de sustancias que, en mayores cantidades, podrían producir síntomas idénticos o similares a los que causa la enfermedad que padece el sujeto con problemas de salud.
“La homeopatía es un invento alemán creado por Hahnemann en 1796 y, como tal, está enraizado en Alemania. Tenemos una larga historia de homeopatía. Tan larga que, digamos, hasta después de la Segunda Guerra Mundial, en Alemana había muchas medicinas y remedios, entre otros, homeopáticos, que estaban registrados. Pero luego, en los años 60, se produjo el escándalo de la Talidomida, y aquello cambió el panorama legislativo”, explica a infoLibre Norbert Aust, integrante de la Sociedad Alemana para la Investigación Científica de las Paraciencias (GWUP, por sus siglas alemanas), una organización que defiende el método científico frente aquellos que atentan contra él.
Así alude Aust a cómo se llegó a la reforma de ley de 1978 en la que se dio entrada y cobertura a la homeopatía al sistema sanitario teutón. En esa ley se dice que los productos farmacéuticos reconocidos tienen que demostrar su eficacia y tienen también que mostrar que no tienen efectos adversos. “Pero con la homeopatía se hizo una excepción, y esto es algo muy raro”, dice Aust.
Endruscheit, portavoz de la iniciativa asociada a la GWUP llamada Red de Información sobre la Homeopatía, explica que aquel trato recibido en su momento por la homeopatía se debió a las tareas de “lobby de la industria homeopática”.
“En el momento de la aparición de la ley de 1978, la industria homeopática tenía suficiente fuerza como para hacer lobby, cosa que hizo, metiéndose en una zona en la que estaba protegida legalmente. Pero es que la homeopatía tenía entonces una credibilidad entre la población”, explica Endruscheit a Info Libre. “Nadie entre la gente normal, la gente de a pie, estaba dotada de información como para cuestionar esto. Así, la homeopatía se había convertido en un sistema de creencias en el país”, abunda Endruscheit.
Su Red de Información de la homeopatía surgió en 2016 precisamente para informar al público alemán. “Llegó un momento en que era imposible seguir viendo la situación de la homeopatía en la sociedad”, señala Endruscheit.
“La primera farmacia libre de homeopatía” en Alemania
Para hacerse una idea de la relevancia que aún tiene la homeopatía y su industria en Alemania, cabe señalar que, según el portal de estadística alemán Statista, los productos homeopáticos generaron un volumen de negocio en las farmacias germanas de hasta 534 millones de euros en 2022. En la farmacia de Iris Hundertmark, sin embargo, desde 2018 no se venden esos productos. Ella es la primera farmacéutica en Alemania que ha dejado de lado esa fuente de negocio por no haber pruebas científicas de que avalen la eficacia de estos productos.
En 2018, Hundertmark era una pionera que, por su rechazo a vender productos homeopáticos, tuvo que llevarse no pocas críticas, incluidas de organismos de representación de farmacéuticos. Por ejemplo, las críticas de la organización regional de farmacéuticos del ejecutivo provincial de Alta Baviera. La farmacia de Hundertmark se encuentra en esa región. Está frente a la estación de trenes de Weilheim (sur alemán), no lejos de a frontera de Alemania con Austria.
“Es verdad que al principio fue difícil. Sobre todo porque los clientes no entendían la diferencia entre homeopatía y los medicamentos hechos a base de plantas. Algunos me malinterpretaron”, dice a InfoLibre Hundertmark.
“Pero desde entonces el tema ha estado mucho en la prensa y se ha convertido en un tema sobre el que ha habido mucha información y explicaciones. Yo ya no tengo que dar tantas explicaciones como sí tenía que dar en principio”, abunda, haciendo referencia a un debate público en el que hasta la Cámara Federal de Médicos y Asociación Federal de Empresas de Seguros Médicos han pedido que se deje de financiar con dinero público tratamientos homeopáticos, algo que parece tener los días contados.
Hundertmark puede seguir siendo un valioso ejemplo de alguien que antepone los principios científicos en el funcionamiento de su farmacia. Pero no es sólo por su comportamiento que la homeopatía está de capa caída en Alemania. Según datos de la empresa IQVIA, especializada en información de salud y clínica, en Alemania se vendieron en 2023 un total de 41 millones de productos homeopáticos. En 2019 la cantidad era mucho mayor: 56 millones.
“Entre los clientes yo observo, sobre todo después del covid-19, que la gente cree más a la ciencia”, señala Hundertmark, quien sigue siendo un caso aislado entre los boticarios alemanes. “Muchas farmacias no hacen como yo, que declaran su farmacia libre de homeopatía, sino que dejan de aconsejarla a los clientes”, agrega.
“La base de nuestra política debe ser la evidencia científica”, dice el ministro de Sanidad
En cualquier caso, el ministro de Sanidad del Gobierno alemán, el socialdemócrata Karl Lauterbach, ha irrumpido en el debate público para anunciar que el Estado germano va a intervenir, a su manera, contra la homeopatía. En concreto, Lauterbach quiere retirar la homeopatía del catálogo de productos farmacéuticos cubiertos por el sistema sanitario alemán.
En Alemania es obligatorio tener un seguro médico, que ofrecen empresas que cuentan con apoyo público. Los clientes pagan un montante mensual por ese seguro que, llegado el día de estar enfermo, sirve para cubrir los tratamientos. Llegado el caso, si el paciente quiere, puede darse que el enfermo no tenga que pagar por el producto homeopático que le han recetado. Eso, cuando la persona con problemas de salud prefiere este tipo de sustancia para tratarse. Pero ese modus operandi tiene los días contados. Porque Lauterbach ya ha dejado dicho que en sus planes figura hacer que los seguros médicos no financien productos homeopáticos.
“La base de nuestra política debe ser la evidencia científica”, repite estos días Lauterbach. En virtud de ese argumento, “la homeopatía no tiene sentido como prestación de los seguros médicos”, según el ministro de Sanidad de Scholz. A su favor juega que Lauterbach es de esos ministros con un currículum muy adaptado para su cargo. Es médico, epidemiólogo y también ha sido profesor de economía médica en la Universidad de Colonia.
Lauterbach dejó la carrera universitaria allá en 2005 para ocuparse de su papel como político. A sus casi 62 años ya es un veterano del Bundestag. Ocupa escaño desde las elecciones de 2005, en las que el canciller Gerhard Schröder cedió el poder a Angela Merkel. La COVID-19 catapultó a Lauterbach a la primerísima línea política como uno de los expertos más activos del debate público. Ese rol le llevaría en 2021 a ser elegido por Scholz para ocupar el cargo en un Ministerio de Sanidad que al principio de la legislatura aún andaba lastrado por la lucha contra la propagación de la enfermedad pandémica.
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Ahora el lastre que cargan los ministerios del Ejecutivo de Scholz es el del gasto. El presupuesto de 2024 implica recortes. Y Lauterbach también ha debido ver oportuno ahora el dejar de abonar dinero para homeopatía a las empresas que ofertan seguros médicos.
El recorte que supone dejar de pagar la homeopatía supone para el erario público ganar no más de siete millones de euros, según datos de 2020 citados recientemente por el diario Bild, el más leído del país. Sea como fuere, el gasto homeopático ha pasado a considerarse “innecesario” para las empresas de seguros médicos, según valoran documentos internos del Ministerio de Sanidad filtrados al semanario Der Spiegel y la radio-televisión pública ARD.
La ley de 1978, sin embargo, es algo a lo que Lauterbach no parece dispuesto a cambiar. Pero el paso que ha dado el ministro es importante para empezar a discutir sobre esa ley que aún ofrece una cobertura legal a la homeopatía. Endruscheit, desde la Red de Información sobre la Homeopatía cita en su conversación con Info Libre a Natalie Gramms, otra integrante de la GWUP. Ella suele decir a este respecto que esa ley de 1978 ejemplifica “cómo en ocasiones una fake news puede colarse en la legislación, y cuando eso ocurre, luego es increíblemente salir de esa situación”.