Hace unos días vi en una red social un vídeo de una intervención de Albert Rivera en el Parlamento Catalán; ya sé que no es una novedad ver un vídeo de Albert Rivera, que ya parece el nuevo gatito de los vídeos de Facebook, y en ese vídeo sacaba a colación el artículo 1 de la Constitución de 1978, pero claro lo bonito es coger un artículo de la Constitución y de él hablar de lo que nos parece y como nos apetece.
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político
Y, por supuesto, obvia y menosprecia lo que no le interesa o no le ayuda en el discurso que presenta.
Señor Rivera, el artículo en cuestión reconoce que España es un Estado de Derecho y eso significa ni más ni menos que como rasgos básicos hay un imperio de la Ley, separación de poderes, principio de legalidad y garantía jurídica de los derechos y libertades.
Veamos entonces, ya que tan preocupado está porque los partidos soberanistas catalanes pisotean la Constitución como de preocupado está ante el pisoteo que hace el Partido Popular del mismo artículo y sin embargo no le oigo criticar.
Podemos hacer un ejercicio de consulta al pueblo soberano –por cierto está en el mismo artículo, apartado 2– y preguntar si piensan que impera la ley y un porcentaje altísimo le dirá que la ley impera para el pueblo llano pero que, según se avanza hacia la cúspide, lo que impera es el robo, el pillaje, la corrupción y la impunidad. Y lo que es peor, no sólo es una percepción subjetiva sino que es una plena realidad.
Pensar que en España hay una separación de poderes es pensar que existen los unicornios. Tenemos un sistema judicial tan sumamente politizado e intervenido por los partidos políticos e incluso por otros poderes, como el económico, que la afirmación de aquel alcalde jerezano ya no es discutida por nadie.
Hablar por otra parte de garantía jurídica de los derechos y libertades cuando se acaba de aprobar la calificada como ley mordaza que repudian incluso organismo internacionales y periódicos de solvencia como el New York Times, es simplemente pensar que el maná caerá del cielo.
Esta bien señor Rivera que defienda lo que crea justo defender pero es totalmente despreciable que diga defender un artículo de la Constitución y al mismo tiempo ignore lo que no le interesa.
Defienda la Constitución en su conjunto ya que tanto le molesta que se "pisoteen" algunos artículos, defienda el resto, defienda los que hablan de igualdad, libertad, derecho a una vivienda digna, al trabajo, en resumen defienda los que realmente importan a los españoles más desfavorecidos y necesitados de defensa y por ejemplo, podría repudiar el artículo que garantiza la unidad de España con el uso del Ejército, un anacronismo sólo concebible en una Constitución que fue redactada como se pudo en los convulsos momentos después de la muerte del dictador.
Ya que dice defender a las personas y no a los territorios, empiece ya.
Jose Mera López es socio de infoLibre
Hace unos días vi en una red social un vídeo de una intervención de Albert Rivera en el Parlamento Catalán; ya sé que no es una novedad ver un vídeo de Albert Rivera, que ya parece el nuevo gatito de los vídeos de Facebook, y en ese vídeo sacaba a colación el artículo 1 de la Constitución de 1978, pero claro lo bonito es coger un artículo de la Constitución y de él hablar de lo que nos parece y como nos apetece.