Unidas Podemos ha sufrido dos descalabros electorales en las elecciones generales del 28A y en las europeas, autonómicas y municipales del 26M, por las cuales la dirección de Podemos ha quedado muy debilitada y por ello no es el momento oportuno de ahondar en sus heridas aún más, ya que existe un mandato contundente de un 96,2% de los electores de Unidas Podemos (encuesta realizada por LaSexta) que exige un Gobierno de coalición que represente a sus 3.732.929 votantes.
Sería conveniente esperar la investidura o no de Pedro Sánchez y, a partir de entonces, sería necesario entrar en un periodo de reflexión con el objetivo de devolver la ilusión a los ciudadanos afines y electores y ello pasaría por volver a nuestros orígenes: refundar Podemos dentro de una democracia plena. Es importante que IU y Equo y sus militantes tengan los mismos derechos que los de Podemos. Si las relaciones entre Podemos e IU hubiesen estado dentro de esta dinámica, se hubiese evitado ese desmarque de Garzón de querer negociar en solitario con el PSOE, lo que le resta fuerza a la dirección de Podemos en sus negociaciones con Pedro Sánchez en la exigencia de un Gobierno de coalición.
La Corriente Anticapitalista ha de valorar que el 96,2% de los electores de Unidas Podemos quiere un Gobierno de coalición y sería muy razonable dejar su dogmatismo aparte en aras de una plena democracia, como es la consigna más sagrada de los partidos de respetar lo que demandan sus propios electores.
Ramón Espinar podría tener sus razones, pero en las circunstancias actuales no es el momento oportuno de abrir una vía de agua para que el barco se vaya a pique ni establecer líneas rojas en estas negociaciones con el PSOE.
Todo no van a ser contratiempos, Juan López de Uralde, diputado de Equo, ha dado prueba de su madurez política al exigir en sus conversaciones con el monarca un Gobierno de coalición PSOE – Unidas Podemos que respete los votos de los electores en la configuración de un Consejo de Ministros.
Ante el cordón sanitario que el PSOE ha impuesto a Unidas Podemos desde 2016 hay que responder con una actitud plenamente democrática, con firmeza y sin concesiones. Si se configura un Gobierno de coalición con un número de ministerios proporcional al número de electores la respuesta será positiva. En caso contrario, los socialistas perderían el apoyo de Unidas Podemos en la sesión de investidura.
En Unidas Podemos se tiene claro que esos ministerios que le corresponden pertenecen a sus electores y tienen que cumplir una función y un servicio para el bienestar de todos los ciudadanos.
Por ello hay que defender “a capa y espada” los ministerios que le pertenecen a Unidas Podemos, al pueblo, pues sabemos de antemano que los del PSOE prestarán su servicio a la CEOE, a la gran banca, a las grandes empresas... Son estas instituciones y grandes empresas las que están recomendando y exigiendo su botín, un Gobierno monocolor dócil a sus intereses, donde tratarán que no se produzcan interferencias de representantes del pueblo llano, cuyo objetivo es la justicia social.
Carmen Calvo y Ábalos están intoxicando a la opinión pública con sus manifestaciones: “El PSOE tiene vocación de formar Gobierno monocolor”.
Hasta el 1 de junio de 2018 en que se produjo la investidura de Sánchez, al prosperar la moción de censura contra Rajoy, todos los gobiernos del PSOE fueron monocolor, cumpliéndose tres premisas:
- Estaba instalado el bipartidismo.
- Siempre el PSOE obtuvo más de 159 escaños.
- Siempre contaron con más diputados que el PP (que era su único rival). Felipe González en 1993 consiguió 159 escaños frente a 141 del PP. Zapatero en 2004 consiguió 164 escaños frente 148 de Rajoy y en 2008 consiguió 168 diputados frente a 154 del PP. Además hay que añadir que las tres primeras legislaturas de Felipe González fueron mayorías absolutas.
Ningún presidente de Gobierno ha sido investido con 123 escaños, a excepción del mismo Pedro Sánchez que luego analizaremos.
El PSOE tiene actualmente 123 escaños frente a 147 que ostentan PP+Cs+Vox = 66+57+24 = 147. Es decir, están en minoría frente a la derecha, no tienen ninguna mayoría holgada como presumen. Peor aún, están en franca minoría frente a la derecha o, dicho de otra forma, necesitan imperiosamente los votos de Unidas Podemos y los de los independentistas para conseguir la investidura. Esa es la situación real, y no la que están pintando los socialistas.
Por otra parte, después de las elecciones del 26M, los votos y escaños del Congreso de los Diputados son los mismos que los contabilizados el 28A. Por tanto, a nivel nacional, las opciones no han variado en absoluto.
El cinismo de la vicepresidenta en funciones puede llegar a niveles estratosféricos. El 6 de junio, después de pedir el voto a Unidas Podemos, pidió a Ciudadanos y PP que se abstuvieran. Esto constituye una ofensa a la inteligencia de los ciudadanos y certifica las sospechas muy fundadas de Unidas Podemos de que sólo un Gobierno con presencia en el Consejo de Ministros garantizaría un gobierno de izquierdas.
Sánchez se ha delatado en repetidas ocasiones, al quejarse del “cordón sanitario” que le ha impuesto Ciudadanos, lo que demuestra sus deseos de pactar con él, como lo hizo en 2016.
El Gobierno alemán tardó en formarse más de 5 meses con un número de ministerios proporcional al número de sus electores, que comprobamos a continuación:
El SPD consiguió colocar en el Consejo de Ministros, además del vicecanciller, a los ministros de Finanzas, Asuntos Exteriores, Justicia. El presidente de la República Federal Alemana es del SPD.
Para la formación del Gobierno español se ha seguido el ejemplo del último gobierno de Merkel:
Hay 16 ministerios en la República Federal Alemana. Vamos a calcular cuántos ministerios le corresponden a SPD si se reparten de forma proporcional al número de votos obtenidos: Se aplica una regla de tres simple: si a 24.856.725 votos le corresponden 16 ministerios, a 9.539.381 le corresponden X. El resultado es: ministerios de CDU/SDU = 10; del SPD = 6.
Por todo lo expuesto anteriormente, y para que exista una democracia plena en un asunto ligado al futuro de Podemos, es necesario llevar a cabo una consulta vinculante a las bases de Podemos para saber si aprueban un Gobierno de coalición con el PSOE. En caso afirmativo se votaría sí en la sesión de investidura de Pedro Sánchez; en caso contrario, la votación sería negativa.
Para no crear falsas expectativas ante “el cordón sanitario” impuesto por el PSOE desde el 2016, hay que ser claros y comunicar al propio electorado y al PSOE que en este momento las negociaciones están en punto muerto y, por tanto, al no haber acuerdo, el voto de investidura sería negativo.
Ni Podemos ni su electorado puede sufrir una nueva discriminación por parte del PSOE. Los electores de Podemos no pueden ser considerados ciudadanos de segunda categoría y los del PSOE de primera, no más humillaciones. Por simple dignidad no se pueden regalar 42 votos como sucedió el 1 de junio de 2018 (moción de censura de Rajoy), que luego gracias al Gobierno monocolor Sánchez rentabilizó al 120% su total protagonismo con sus 84 escaños a poca distancia de Unidas Podemos con 71 y con una diferencia abismal con la derecha y sus 169 diputados. De nada sirve regalar 42 votos para que el PSOE con las manos libres realice las políticas de derechas que ya le está encomendando la CEOE, los grandes bancos, las grandes empresas, sus barones y sus viejas glorias de derechas.
Sánchez ha repetido hasta la saciedad que los independentistas no son de fiar, cuando son claros como el agua cristalina, sus reivindicaciones las conocen todos los ciudadanos: “excarcelación de presos políticos” y “referéndum pactado”.
Los que no son de fiar son los socialistas, pues tenemos muy reciente la segunda legislatura de Zapatero, que después de llevar a cabo una buena primera legislatura, la segunda fue nefasta, pues fue él quien inicio las políticas de austeridad y recortes (en contra de la opinión mayoritaria de su propio partido y Gobierno), congelación de pensiones, establecer el fatídico coeficiente de sostenibilidad (con el objetivo de empobrecer a los pensionistas), congelación del SMI, la promulgación de la reforma laboral y para rematar la faena, la fatídica modificación del artículo 135 para darle prioridad al pago de la deuda, frente a las medidas sociales necesarias para el bienestar de los ciudadanos, con el agravante de que no era necesario reflejarlo en la Carta Magna, como se demostró en la mayoría de los países miembros de la UE, que no la modificaron. Este engaño a su propio partido le supuso perder 58 diputados: de los 168 que tenía a los 110 conseguidos, el peor resultado obtenido por el PSOE, desde el régimen del 78.
Fue muy significativo que IU multiplicara por 5 el número de sus escaños pasando de 2 a 11.
El PSOE es libre para pactar con quien quiera, ya ha mostrado en repetidas ocasiones su deseo de pactar con Ciudadanos, en contraposición a sus bases, que la noche del 28A entonaron “con Rivera no”, “con Rivera no” , “sí se puede”, “sí se puede”. El problema que tiene Sánchez es que Ciudadanos lo ha rechazado.
Ver másMás bipartidismo y más abstención: tentaciones y riesgos de una repetición electoral
Sánchez también tiene la opción de convocar nuevas elecciones, pero ahora tiene asegurada la presidencia del Gobierno si está dispuesto a compartirlo. Hay que tener en cuenta el refrán “la ambición rompe el saco”, “más vale pájaro en mano que ciento volando”. Ahora PSOE y Unidas Podemos suman 165 escaños, después de una repetición de elecciones, ¿puede asegurar esa cifra?
Hay que seguir la estrategia de Olaf Scholz, líder del partido socialdemócrata alemán, que le pidió a Merkel lo que le correspondía y cuando ella accedió, el Gobierno se formó. _______________________
Manuel Cuadrado es socio de infoLibre y miembro de la Plataforma por la Dignidad de Tenerife
Unidas Podemos ha sufrido dos descalabros electorales en las elecciones generales del 28A y en las europeas, autonómicas y municipales del 26M, por las cuales la dirección de Podemos ha quedado muy debilitada y por ello no es el momento oportuno de ahondar en sus heridas aún más, ya que existe un mandato contundente de un 96,2% de los electores de Unidas Podemos (encuesta realizada por LaSexta) que exige un Gobierno de coalición que represente a sus 3.732.929 votantes.