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Los gobiernos de Pablo Iglesias

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Rafael Sánchez

Pablo Iglesias se encuentra de nuevo en un intento de llegar al gobierno. Digo nuevo porque no es la primera vez que el líder de Podemos y su partido se presentan ante los españoles como preparados para gobernar, como partido de gobierno o con personas suficientemente preparadas para asumir las tareas de gobierno. Pero hagamos un recorrido por los momentos en los que Iglesias ha intentado llegar a la Moncloa y también en los que ha hecho todos los esfuerzos para impedir que otros llegaran.

Nadie niega que Podemos alcanzó un notable éxito en las elecciones europeas de 2014, las primeras a las que se presentó tras su fundación como partido político. Éxito que se confirmó en las elecciones generales de 2015 en las que consiguió 60 diputados. Pero tras estas elecciones España atravesó una larga etapa de bloqueo político en la que el líder de la formación morada tuvo un gran protagonismo. Pablo Iglesias no apoyó una posible investidura de Pedro Sánchez por “incompatibilidad con Ciudadanos”, que en ese momento estaba en la fórmula política que habría llevado a Pedro Sánchez a la Moncloa. Pero en el inicio de ese complicado camino de negociaciones, que no condujo a ninguna parte, Pablo Iglesias propuso al PSOE y a Izquierda Unida formar un gobierno de coalición en el que él fuera vicepresidente. Entre las imágenes de esa etapa de bloqueo político está el famoso posado de Pablo Iglesias rodeado de sus posibles ministrables, entre los que se encontraban Íñigo Errejón, Irene Montero, Carolina Bescansa y Julio Rodríguez, este último fue jefe del Estado Mayor de la Defensa en el segundo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pues bien, este fue sin duda el primer intento de Pablo Iglesias de llegar a la Moncloa. Nadie duda de que, con esta foto de sus posibles ministros, Iglesias buscaba un golpe de efecto. Los conocimientos de estrategias de comunicación política que posee el líder de Podemos son incuestionables y el objetivo que perseguía con esta iniciativa también estaba claro, aparecer ante los españoles como un partido con capacidad y opciones para gobernar y de liderar, ya en ese momento, la izquierda española. Pablo Iglesias no se planteaba favorecer la formación de un gobierno de izquierdas en España presidido por Pedro Sánchez. Si hubiera sido esta su intención habría apoyado la investidura del líder socialista. Pero además es importante recordar que en ese momento Pablo Iglesias se convirtió, sin saberlo o a sabiendas, en un aliado de Rajoy. El propio líder del PP siguiendo instrucciones de su fontanero y veterano asesor, Pedro Arriola, le animó a superar al PSOE en estas segundas elecciones. Rajoy llevó a la práctica aquello de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”.

Resulta interesante recuperar, para ilustrar esta reflexión, un artículo de Ernesto Ekaizer que con el título de “La trampa” describía a la perfección esta estrategia de Mariano Rajoy. El líder del PP en plena campaña de las elecciones de 2015 aprovechó la coincidencia con Pablo Iglesias en el Congreso con motivo del día de la Constitución para animarle a superar al PSOE, “vais muy bien” le dijo, en referencia a las encuestas que manejaba el gobierno en ese momento. Ese espíritu de triunfo que transmitió Rajoy a Pablo Iglesias le llevó a aliarse con Izquierda Unida en las elecciones de 2016, con el convencimiento de que así conseguiría su ansiado sorpasso que le llevaría a convertirse en el líder absoluto de la izquierda. Pero el resultado fue otro, no solo no consiguió el sorpasso, sino que Rajoy salió reforzado electoralmente. Lo que vino después fue el tortuoso camino hacia la investidura del líder del PP tras conseguir la traumática abstención de parte del PSOE.

El siguiente intento de Pablo Iglesias de llegar al gobierno lo encontramos en la moción de censura contra Mariano Rajoy que presentó en solitario en junio de 2017 y que perdió al no contar con apoyos suficientes. Pero más allá de este fracaso que estaba previsto, Iglesias consiguió que Podemos apareciera como una posible alternativa de gobierno.

El siguiente momento en el que debemos detenernos fue la moción de censura de mayo de 2018 que interpuso Pedro Sánchez, como secretario general del PSOE, tras conocerse la sentencia del caso Gürtel en la que se condenaba al PP como partícipe a título lucrativo. En esta ocasión Iglesias si apoyó a Pedro Sánchez y con el voto favorable del PNV y los partidos independentistas catalanes triunfó la moción de censura y Pedro Sánchez fue investido como presidente del gobierno. Pero el apoyo de Iglesias no era gratis, sin duda el líder de Podemos sabía bien que apuntalando el gobierno de Pedro Sánchez se haría imprescindible y de nuevo tendría una oportunidad de llegar al gobierno. En esas estamos, pero Iglesias tiene un problema. Podemos ya no es el que era, se han ido prácticamente todos los que aparecían en el grupo de amigos y dirigentes de la emergente formación que nació al albor del 15M. Podemos está roto, dividido, y el resultado conseguido en las últimas elecciones así lo refleja.

Pablo Iglesias sabe muy bien que Pedro Sánchez le necesita para ganar la investidura y que su única opción para remontar el vuelo electoral es entrar en el gobierno. Es el triunfo que quiere presentar a sus seguidores y el gobierno de “colaboración” que le ofrece Pedro Sánchez, en el que Podemos podría tener secretarías de Estado, le parece poco y no lo acepta. La negociación entre Podemos y el PSOE ahora es “secreta”, ya lo dijo en la misma noche electoral del 28 de abril, “ahora toca trabajar con paciencia y discreción”. Criterio bien distinto al que aplicó cuando se ofreció en enero de 2016 a negociar un gobierno de coalición, en ese momento quería luces y taquígrafos y hasta pidió que se retransmitiera en streaming.

En todo este tiempo Pablo Iglesias no ha cambiado, sigue siendo el mismo y tiene el mismo objetivo, llegar al gobierno. En 2016 la consecuencia de ese empeño fue permitir que gobernara Rajoy, ahora es posible –esperemos que no– que se repitan las elecciones y si esto ocurre, una vez más él será el responsable. _________________

Rafael Sánchez Sánchez es socio de infoLibre y autor del libro El mitin en España. De la plaza de toros a la señal institucional.

Pablo Iglesias se encuentra de nuevo en un intento de llegar al gobierno. Digo nuevo porque no es la primera vez que el líder de Podemos y su partido se presentan ante los españoles como preparados para gobernar, como partido de gobierno o con personas suficientemente preparadas para asumir las tareas de gobierno. Pero hagamos un recorrido por los momentos en los que Iglesias ha intentado llegar a la Moncloa y también en los que ha hecho todos los esfuerzos para impedir que otros llegaran.

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