Gracias a la Constitución de 1978, Hitler se suicidó en 1945

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Domingo Sanz

Ironía sí, pero no busque demagogia en el título, pues todo está relacionado, y más con esos algoritmos que no dejan de afinar hasta que consiguen ordenar desde fuera las cosas en las que estamos pensando por dentro.

Me ha venido Hitler porque no puedo evitar 1964 cada vez que los de “gracias a la Constitución…” insinúan que también le debemos la paz desde 1978 como si en uno de sus artículos, de los que se hayan cumplido, se ordenara destruir hasta las pistolas de juguete. Aquel año fue cuando los franquistas, que no habrían conseguido nada sin la también criminal ayuda de los nazis, dieron la orden de celebrar los “25 años de paz” desde la jefatura del infierno al que su violencia había condenado nuestras vidas.

Pero ahora es diferente y si hablamos del pasado, contextualizaremos.

Pensando en la Constitución y en el periodo en el que más miedo han sentido los “constitucionales” de ambos bandos a que su ley favorita saltara por los aires, es decir, cuando en 2017 coincidió que los nuevos rojos tenían 71 escaños mientras Pedro Sánchez hacía equilibrios con 85 tras recuperar el liderazgo del PSOE y, por su parte, los independentistas conseguían la mayor movilización contra el poder amenazante que recuerdan los tiempos al juntar a dos millones ante colegios electorales ilegales para poder votar en urnas ilegales, repartida tanta ilegalidad por una Catalunya, toda, tan legal como cualquier otra desde siempre.

Superado el trance, fue conseguir Rajoy que Sánchez lo sacara de La Moncloa, aquel bolso delator, con el truco de una moción, y sentirse tan relajado que tardó nada en confesar que no fue él quien le pidió, al Felipe VI a quien hoy llamaré Masufa más que nunca porque el 62.h también es constitucional, lo de que apareciera por TV el 3-O, aunque también creo que don M. no habría consentido, para tal evento, un disfraz tan militar como el de la foto de la Leibovitz por 170.000.- €. Confieso que ahora estoy especulando con secretos de Estado que jamás conoceremos

Pero a qué viene Hitler, se seguirá usted preguntando.

Los de “gracias a la Constitución…” insinúan que también le debemos la paz desde 1978 como si en uno de sus artículos, de los que se hayan cumplido, se ordenara destruir hasta las pistolas de juguete

Dicen, algunos de los que han leído “Rey servido y patria honrada” (por tanto, el rey primero y los títulos de los libros siempre se calculan hasta la saciedad) que el JEMAD que mandaba en 2017, autor del libro, afirma que volvería a preparar un plan como el que organizó aquella vez para invadir Catalunya, sin duda de manera más “convincente” de lo que se hizo para el 1-O, y sus lectores no mencionan que Alejandre diga que condicionaría tal acción militar a que existiera violencia previa de los secesionistas, por lo que concluiré que sigue vigente lo de que “España, antes roja que rota”, pues quedan muchos generales que nunca soportarán que alguien tenga derecho a desear que su patria-Estado sea más pequeña que la actual.

Como todos saben que ahora todo se termina sabiendo, creo que el JEMAD no puenteó a una ministra como Cospedal para hablar en la intimidad con el MASUFA actual, a diferencia de lo que hizo el anterior contra Suárez y a pesar de que regía la misma Constitución.

En cambio, sí creo que supo que había un plan para invadir Catalunya y que, por si esta vez se perdía una nueva guerra de militares contra vecinos, ordenó a Rajoy que le preparara lo de la tele. Es probable que alguien cercano le dijera que una cosa hubiera sido “derrotar” para siempre a unos cientos de miles de catalanes respondones y poco o nada españoles, y otra muy distinta que el ejército “derrotara”, y también para siempre, a residentes en Catalunya, pero de orígenes castellanos que, aunque se hubieran subvertido, siguen siendo muy queridos por amigos y familiares de allí donde nacieron.

Pero, sobre todo, el contexto.

No era lo mismo 2017 que 1936, cuando Hitler y Mussolini se apuntaron a unos ejercicios militares consistentes en bombardear Guernica o poblaciones que huían desarmadas y con lo puesto, como la que intentaba llegar a la Almería aún republicana desde la Málaga arrasada por los asesinos y militares franquistas, pues quien declara una guerra tras fracasar con un golpe de Estado sabe que solo le sirve ganarla. Y a cualquier precio.

¿Si hoy gobernara un Hitler como en los años 30, habría aceptado el Masufa el plan de invasión militar de Catalunya que elaboró el JEMAD?

De acuerdo, la Constitución española de 1978 consiguió suicidar a Hitler en 1945, pero no acabó con el peligro.

Estas eran la pregunta y la respuesta que justificaban el título. Eran tan fáciles que no he conseguido encontrarlas hasta el final.

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Domingo Sanz es socio de infoLibre.

Ironía sí, pero no busque demagogia en el título, pues todo está relacionado, y más con esos algoritmos que no dejan de afinar hasta que consiguen ordenar desde fuera las cosas en las que estamos pensando por dentro.

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