Durante todo el mes de septiembre, se suceden cada año en Granada las violaciones de la aconfesionalidad exigida a las administraciones públicas. Distintas autoridades e instituciones se acercan en distintos días a la basílica de las Angustias para rendir honores a la patrona de la ciudad (la virgen de las Angustias), a la que además realizan una ofrenda el día 15, y rinden pleitesía en una procesión y una misa el último domingo del mes.
Entre dichas autoridades cabe destacar al alcalde de Granada, José Torres, junto con el resto de concejales del Partido Popular en la corporación municipal, como Rocío Díaz, Isabel Nieto, Francisco Ledesma, Juan García Montero, Raquel Fernández, Juan Antonio Fuentes, María Francés y Antonio Granados. Por parte del grupo municipal socialista, el portavoz, Paco Cuenca y Miguel Ángel Rodríguez. De Ciudadanos, su portavoz Luis Salvador y el concejal Manuel Olivares. En representación del gobierno socialista de la Diputación Provincial, su Diputado de Turismo. Asimismo participan mandos militares del Ejército del Aire y de Tierra, incluyendo al Teniente General del MADOC en representación del Rey. También jefes de la Policía Local y Nacional y de la Guardia Civil y representantes de Protección Civil y de los Bomberos municipales.
En la lista de entes y cargos públicos que rinden honores a la virgen de las Angustias figuran, además, el subdelegado del Gobierno en Granada, representantes del cuerpo de Correos y Telecomunicaciones de Granada, la delegada de Hacienda, el director del Centro Penitenciario de Albolote, el Presidente de la Audiencia Provincial, y el Presidente y el Fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Además, personal de distintos departamentos y Fuerzas, y bandas de música municipales y militares. Por último cabe destacar el uso de vehículos públicos y la exhaustiva cobertura de la televisión municipal, de marcado carácter ‘cofrade’.
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La abrumadora lista de servidores públicos que faltan gravemente a su deber de servir a todos los ciudadanos por igual, sin distinción de credos, y no solamente en septiembre sino durante todo el año, pone de manifiesto lo lejos que estamos del cumplimiento de la aconfesionalidad del Estado, en una situación aberrante que supone un reverdecimiento del nacionalcatolicismo que confiábamos que se extinguiese con el franquismo. Que el confesionalismo se mantenga, e incluso crezca, en la democracia, representa un inaceptable atentado contra ésta, una vergüenza que descalifica a quienes la ejercen.
Desde Granada Laica manifestamos nuestra repulsa a ese confesionalismo antidemocrático, y a las autoridades y cargos que lo ejercen, y exigimos de ellos que cumplan con su deber de servidores públicos obligados a respetar a toda la ciudadanía, sean cuales sean sus creencias y convicciones.
Juan Antonio Aguilera Mochón es responsable de Prensa de Granada Laica y socio de infoLibre
Durante todo el mes de septiembre, se suceden cada año en Granada las violaciones de la aconfesionalidad exigida a las administraciones públicas. Distintas autoridades e instituciones se acercan en distintos días a la basílica de las Angustias para rendir honores a la patrona de la ciudad (la virgen de las Angustias), a la que además realizan una ofrenda el día 15, y rinden pleitesía en una procesión y una misa el último domingo del mes.