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Israel, no te olvides del dolor del otro

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José Amella Mauri

Algo habrán hecho los judíos para merecer las persecuciones, asesinatos y expulsiones”.

Esta frase fue pronunciada por un conocido dramaturgo, pero es posible que la hayamos pensado o la hayamos escuchado en más de una ocasión. No siempre nuestros pensamientos, razonamientos y expresiones tienen la lucidez y sensibilidad que se precisa, así como los conocimientos necesarios como para aquilatarlos en su justa medida.

Algo habrán hecho los judíos...

Si se desmenuza la afirmación del dramaturgo, se observará que habla de los judíos como un todo e invita a pensar que todos los judíos se comportaban del mismo modo, lo cual no puede ser cierto bajo ninguna de las maneras. Sin duda había judíos ricos y pobres, sin duda unos eran religiosos ultraortodoxos y otros guardaban las apariencias, sin duda había cultos e incultos, unos sabían escribir y hablar el hebreo y otros ni lo garabateaban, sin duda unos tenían amigos cristianos o musulmanes y otros ni se acercaban, unos eran respetuosos con los ritos religiosos cristianos y musulmanes y otros se horrorizaban ante la simbología cristiana o musulmana. En definitiva, entre los judíos había y hay, como entre nosotros, personas apreciadas y apreciables y otros que no lo eran. En ese caso por qué hablar de judíos y no de algunos judíos. Eso se lo tendría que mirar el conocido dramaturgo.

Tomar una parte por el todo conduce a la fobia de colectivos que por minoritarios o extraños a nuestras costumbres no dejan de tener los mismos derechos y obligaciones que el resto de los miembros de cualquier comunidad, local, regional o nacional. Así, ese "algo habrán hecho" se aplica a la totalidad de los miembros de un colectivo, sin diferenciar entre los autores de ese algo y los que han permanecido al margen. En otras palabras, ese "algo" sirve de excusa para culpar a un colectivo, en este caso judío, pasando a un segundo lugar de importancia quiénes en concreto ejecutaron ese "algo". Si esto no fuera así, no se aplicaría a todo el colectivo la condena que debería circunscribirse a los autores de ese indeterminado algo. Esto también tendría que haber sido objeto de reflexión por nuestro conocido dramaturgo.

¿Es posible la justicia imparcial cuando hay prejuicios? Evidentemente no, como lo demuestran las condenas a colectivos por razones de religión, raza, género y nacionalidad, cuando se sabe o sospecha que alguno de sus miembros ha cometido alguna infracción

“... para merecer...”.

¿Qué se merecían los autores de ese "algo"? Pues la aplicación de la ley que rigiera en su momento y lugar. Lo mismo que se les hubiera aplicado a los miembros de la comunidad que hubieran incumplido idénticas partes de la ley vigente.

La pregunta que hay que formularse aquí es: ¿es posible la justicia imparcial cuando hay prejuicios? Evidentemente no, como lo demuestran las condenas a colectivos por razones de religión, raza, género y nacionalidad, cuando se sabe o sospecha que alguno de sus miembros ha cometido alguna infracción. Otra reflexión que debería haber hecho nuestro conocido dramaturgo. Evidentemente no estaba por la labor.

"... las persecuciones, asesinatos y expulsiones”.

La gravedad de lo expuesto se acrecienta cuando la sentencia es de muerte y más cuando esta se aplica con la desmesura de la barbarie callejera o con la precisión de una burocracia para la que las personas valen lo que las ristras de papel en el que sus nombres están grabados. En este apartado, nuestro dramaturgo careció de sensibilidad, capacidad de sentir como propio el dolor ajeno.

Previamente, nuestro dramaturgo ha mostrado escasez de conocimientos y un torpe intelecto, pero de ambos se puede salir, para ello basta con aprender de los fracasos anteriores, y a escuchar otras voces, otros lamentos que nos hablan más fuerte que el retumbar de las armas. La falta de sentimiento por el otro es más ardua, pero en ningún caso imposible, basta que se ubique en el lugar del otro. Entonces comprenderá.

No te olvides del dolor del otro, Israel.

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José Amella Mauri es socio de infoLibre.

Algo habrán hecho los judíos para merecer las persecuciones, asesinatos y expulsiones”.

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