Reflexionaba y escribía días pasados sobre la maldad y he podido ver mi escrito publicado en este periódico digital, en el que cada día aprendo algo nuevo gracias a tantos buenos escritores, que me ofrecen sus interesantes reflexiones y gracias a ese apartado de Librepensadores, donde podemos publicar los aficionados a escribir las nuestras.
Aquí y ahora ampliaré la reflexión sobre la bondad y también sobre los pegoletes, que decimos en Córdoba y provincia.
La bondad suele estar bastante menospreciada por una gran cantidad de personas que la consideran "un pegolete", que para nada sirve, y despreciando el gran valor que ésta tiene para tanta gente de bien.
No suele notarse a simple vista y pasa a nuestro lado sin grandes aspavientos, porque es bastante tímida y recatada, pero también alegre y con radiaciones muy positivas para quien tiene la suerte de detectarla y tengo el pleno convencimiento de que hay infinitamente más personas buenas que malas, solo que éstas hacen mucho más ruido.
Cuando veo alguna persona portadora de este maravilloso virus, siempre pienso: esta para mí para siempre y procuro demostrárselo, cuidarla y mantenerla entre mis amistades.
Es francamente gratificante tener amistades con decenas de años, y eso en verdad no tiene precio, ni se compra con dinero.
Cito lo de pegolete, una expresión muy propia de Córdoba para referirse a cosas que parecen no tener importancia y que para muchas personas efectivamente no la tienen, pero que, sin embargo, son ironías con cierta gracia que esconden una manera sencilla de filosofar sobre temas variopintos.
En nuestra ciudad hay un antiguo y viejo barrio con mucha historia escrita y publicada para la alegría de sus vecinos, desde los años 50, en la posguerra. Pues bien, en esa entrañable barriada que se llama Los Olivos Borrachos, está la sede de Renacer para la recuperación de las personas alcohólicas y para su tratamiento.
¡No te lo pierdas!
La zona residencial frente a la tapia del cementerio San Rafael donde está la tumba del mítico Manolete, se la conoce por Vista Alegre y de hecho así se llama el pabellón deportivo municipal allí situado y ahí también está la sede central de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles). El otro es el cementerio de La Salud…
Sin comentarios.
Rafael Guerra Bejarano, Guerrita”, famoso torero cordobés, después de una memorable corrida en Madrid, tuvo un encuentro con José Ortega y Gasset que filosofando le decía: “Yo soy yo y mis circunstancias”. Y el torero, poniéndose también filosofo, saltaba con un pegolete muy cordobés: “Ca uno es ca uno”.Caca
Y seguía filosofando con: “Lo que no pué se, no pué se y ademá ej imposible” o con “Hay gente pa tó”, impresionado por la profesión de filósofo de Ortega y Gasset.
Un retrato con palabras de estas reflexiones:
La maldad tiene bandera
muchos que le dan calor
y se ponen por montera
lo que ocurre alrededor.
La bondad es más sencilla
es callada y con pudor
por eso en cualquier rencilla
el malo es el ganador.
Más con el tiempo al pasar
el que pareció perder
no dejará de ganar
por su manera de ser.
Entre el ganar y el perder
suelen haber alternancias
y es difícil comprender
sí pérdidas o ganancias.
Ya se ha dormido mi niña
no la quiero despertar
yo la echaré en su cunita
y la dejaré soñar.
Ayer mi amigo Baena
con su bebé de acogida
me alegraba la faena
al pasar por mi guarida.
Hay pegoletes muy sosos
también los hay divertidos
pero son los cariñosos
para mí los preferidos.
Me dijo un amigo mío
que yo escribo paseando
y en las tardes del estío
voy recuerdos evocando.
Juan Priego Romero es socio de infoLibre
Reflexionaba y escribía días pasados sobre la maldad y he podido ver mi escrito publicado en este periódico digital, en el que cada día aprendo algo nuevo gracias a tantos buenos escritores, que me ofrecen sus interesantes reflexiones y gracias a ese apartado de Librepensadores, donde podemos publicar los aficionados a escribir las nuestras.