Los viejos tipógrafos disponían de largos y finos cajones donde encontraban las mayúsculas –siempre en caja alta, de ahí la metonimia “esta palabra se escribe en caja alta”– o las minúsculas –letras “de caja baja”–.
Con la que está cayendo, hay poca gente en este país que merezca un mínimo de respeto
Escribir, comunicar, intentar ordenar los párrafos es hoy un ejercicio demencial, irracional e ilógico. La actualidad esquizofrénica y los personajes que la configuran escupen una violencia salvaje que los tipógrafos no hubieran sabido de qué caja tirar, probablemente de la del "Perdidos”. Es lo que hay y, resulta cansino intentar darle forma a un artículo. En cualquier caso y entrando en materia, me la suda; con la que está cayendo hay poca gente en este país que merezca un mínimo de respeto. Que les den.
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Pako Martí es socio de infoLibre.
Los viejos tipógrafos disponían de largos y finos cajones donde encontraban las mayúsculas –siempre en caja alta, de ahí la metonimia “esta palabra se escribe en caja alta”– o las minúsculas –letras “de caja baja”–.