El informe nos debería volver a ponercolorados ante los resultados académicos de nuestros niños/as, muy por debajo de la media.
“Los estudiantes no saben distinguir entre hechos y opiniones”. Y de nuevo el ojo de la acusación recaerá directamente sobre el rendimiento de los alumnos/as, como sujetos de su alicorto rendimiento. Al tiempo que los responsables, autoridades educativas, maestros/as, profesores/as, familias y sociedad en general lograrán evadir, precisamente, su ¿responsabilidad… o tampoco?
Es curioso, destacable o significativo que la educación está por debajo de las diez primeras preocupaciones de los españoles. O se desprecia la incidencia, la importancia de la formación integral de nuestros niños/as, o la sociedad ya ha tirado la toalla. Esto último sería letal.
“Andalucía sigue en la cola del informe PISA en ciencias y matemáticas”. Y de paso se constata que, prácticamente, el 35% de la población escolar en Andalucía no llega a Bachillerato, es decir, descarrila antes, queda eliminada del supuesto “éxito” a cambio de haber cosechado un rotundo “fracaso”. Y se asume o se obvia ¿sin mayor alarma?
“Los sindicatos atribuyen el retroceso “a la baja” inversión por alumno y a los recortes”. Sin duda, de hecho podríamos explicarlo y justificarlo porque parece que a la población ¿no le interesa demasiado o no cree lo suficiente?… en el carácter revolucionario de la educación. Tal vez o seguro no interese mucho a la dirigencia y, de paso, el personal de a pie no haya sido capaz de alcanzar la importancia de la educación.
De hecho es que, a menudo, se toma el proceso de formar, de educar, de enseñar, de guiar, de orientar… como “algo personal”, repleto de “afrentas” de niños hacia sus maestros/as … sujetos unos y otros a un encontronazo diario que no conduce a nada más que al callejón sin salida de una forma de educación poco eficaz para muchos de los educandos… sometidos a los vaivenes de la Ley de Educación en boga y partidista.
Es curioso que se criticó descarnadamente a la LOGSE. Ahora que ha fracaso la LOMCE y la ley Wert, podrán entender los máximos responsables de la “gobernanza” que la Educación es un “asunto de Estado”.
Desde que yo inicié mi labor docente hasta que me retiré, cuarenta años después, siempre he escuchado al profesorado de Secundaria “pedir, rogar,suplicar…” a los maestros/as de Primaria que no necesitaban que se incidiese en “la adquisición de conocimientos específicos”,si no que preferirían que se trabajase en “lectura comprensiva, escritura creativa, argumentativa, en cálculo básico, en lenguaje matemático…”, porque si eso se conseguía luego los niños podrían desarrollar los niveles de Secundaria con mucha menos dificultad.
Naturalmente jamás se ha hecho caso, ¡en 40 años! El programa era sagrado y las buenas palabras pura entelequia mentirosa e hipócrita.
Parece que solo interesa la selección, el embudo, y la acumulación de fracasos… ¿personales?, no, ¡colectivos!… y muy costosos a la larga para una sociedad que también ha fracasado.
Y mientras no se asuma esa responsabilidad y esa gravedad jamás se reinvertirá el rendimiento académico, integral y formativo de nuestros niños/as.
Comentando con una joven que me atiende cuando yo desayuno mi café matutino me ha comentado que, a sus 21 años recién cumplidos, está actualmente compaginando trabajo y estudio. Concretamente está intentando “aprobar”“ Matemáticas e Inglés de 2º de Bachillerato. Paralelamente me ha comentado que no lee absolutamente nada. ¿Es sorprendente, penoso, calamitoso, o desgraciadamente real y muy frecuente?
Antes de que pasen muy pocos días el informe PISA y sus resultados se habrán desvanecido, una vez más, y la derrota a timón fijo seguirá a su aire sin que nada mejore salvo, de vez en cuando, los discursos para “sacar pecho o para atacar al adversario”.
Y como siempre, la sociedad habrá de seguir medio navegando, medio zozobrando con un lastre insoportable de niños, jóvenes y adultos con un bagaje “disimulado” de “haber fracasado en laescuela”.. ______________
Antonio García Gómez es socio de infoLibre
El informe nos debería volver a ponercolorados ante los resultados académicos de nuestros niños/as, muy por debajo de la media.