PSOE: regreso al pasado

Eso es lo que parece, que vuelven muchos sociatas con el equipaje rancio del pasado, al redil de la primarias, en apoyo de Susana Díaz como aspirante oficialista de todos ellos. Y regresan con ese plagiado lema del errejonismo, Recuperar la ilusión. ¡Poco creativos y convincentes la Gestora y Susana Díaz! Todos reaparecen en la Casa del Pueblo del PSOE (Ferraz), a la que muchos de ellos vilipendiaron, vendieron, insultaron y vejaron en estos años pasados. Y lo peor es que lo siguen haciendo en la actualidad. Qué regeneración del PSOE es la vuelta de González y su Guerra o el retorno del profesor de Química Orgánica, Rubalcaba, con José Bono, Corcuera, Leguina, Valenciano, Jáuregui, etc. Faltan otros muchos pesos pesados del socialismo español que no apoyan a la sultana del Guadalquivir. ¿Y Zapatero ha cambiado algo? ¿Ya no es aquel que hundió al socialismo con la nefasta gestión y reconocimiento de la crisis económica? Después se rindió a las imposiciones de la Troika y les facilitó la reforma constitucional del artículo 135, acabando así con el Estado del Bienestar y las políticas sociales.

Y todos acuden a Ferraz para reivindicar que el susanato díaz es su candidata perfectasusanato díaz. "Tiene todas las condiciones para el liderazgo político; se la ve muy ducha y como excelente candidata a ser secretaria general del PSOE", según declaraciones de Zapatero. Bueno, esperemos que el expresidente se equivoque, como siempre últimamente. Creemos que poco servicio va a hacer al socialismo la que promovió la división interna y el golpismo contra Pedro Sánchez, como secretario general del PSOE, e impuso la gestora actual ¡Dios mío, en manos de quién dejan el saneamiento del socialismo! Su mandato en la Junta de Andalucía deja mucho que desear (ya perdió las últimas elecciones generales). La autonomía que gobierna es una de las de mayor paro y pobreza de España, con una gestión de la Educación, la Sanidad y la Dependencia propia de la más dura derecha política.

"Sumáos al cambio", gritaba la sultana andaluza en la faraónica presentación de su candidatura. Pero sus acompañantes del aparato sólo desean mantener su momios, su falsa socialdemocracia trasnochada y doblegada a la aristocracia financiera y fáctica. Y con ello preservar sus prebendas y sus puertas giratorias. ¿Y por cierto, quién o quiénes han pagado ese masivo acto pro Susana Díaz en el Pabellón I de IFEMA, donde se multiplicaron las descalificaciones para sus dos oponentes, sobre todo contra Pedro Sánchez?

Ante la catástrofe electoral que se adivina en el partido intentan engañar con artimañas de marketing emocional a la militancia, simpatizantes y votantes, de que ellos son la esencia del histórico socialismo. ¿Ellos, que fueron los responsables de las grandísimas pérdidas de votantes socialistas en varias elecciones generales, autonómicas y municipales? Ellos, que perdieron millones de votos, una votación tras otra, y cada vez peor hasta la debacle electoral.

Y también fueron culpables de que España no diera un giro más renovador. Se perdió una oportunidad de un cambio de Gobierno y de régimen que modernizara las estructuras del Estado y de la sociedad española, siempre desde la perspectiva de una izquierda progresista y popular.

Así que es verdad, muchos barones territoriales, exministros, exdirigentes y eurodiputados, vuelven a la Casa del Pueblo con el pasaporte de un socialismo démodédémodé. Pero en ella ya no están los mismos ingenuos militantes y votantes, ni hay tanto turrón y mazapán para usurar. Javier Fernández y Susana Díaz defienden el socialismo del siglo pasado, atado de cadenas por la corrupción y el ninguneo a la democracia y a los derechos sociales y laborales de muchísimos de españoles. A millones de ellos les decepcionó, y ahora van camino de cometer el mismo error, consustancial al modelo sociata de Susana Díaz y de la Gestora. ¡Dicen que vienen a recuperar y a salvar al PSOE! ¿De quién, de ellos mismos? Afirman que quieren restablecer la socialdemocracia de antes. ¿La que nos llevó a la profunda depresión? Son un poco ilusos y muy obcecados con esa añoranza tradicional. El cambio no viene con tanta gente de arriba, históricos y anacrónicos ya, sino de abajo, de las bases, de la militancia y de los votantes, verdadero patrimonio del socialismo.

Zapatero y sus ministros, en su ultima legislatura fundamentalmente, llevaron a este país a la ruina: un 26% de paro, recortes sociales, una reforma laboral brutal, deuda pública desorbitada, ley para acelerar los desahucios, rescate bancario, indulto a banqueros condenados y amnistía fiscal para defraudadores. Ahora Zapatero, con los pesos pesados del aparato apoyan a Susana Díaz y a la Gestora. Ella es la candidata del establishment de un PSOE viejo, continuista, nostálgico y anquilosado, que ha vuelto a dar un cheque en blanco al PP de Rajoy prolongando la hegemonía de la derecha española.

Siempre la misma historia en el PSOE: al final acaba siendo el mayor fraude para la izquierda española porque se ha desconectado de sus votantes, perdiendo el apoyo, fundamentalmente, de los sectores más dinámicos de la sociedad (jóvenes y grandes núcleos urbanos).

Todo este estrambótico apoyo del socialismo oficialista está perjudicando a Susana, pues ya le han quemado las naves. Le han sacado los billetes de AVE para "volver a casa" –ni a Ferraz ni a La Moncloa–, y tienen fecha de ida y vuelta, y de caducidad. __________________

Ángel Lozano Heras es socio de infoLibre