La quinta columna

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Fernando Pérez Martínez

Cuando la fuerza rebelde formada en cuatro columnas se dirigía a tomar Madrid en el año 1936, la propaganda fascista del general Mola decía tener una quinta columna en el interior de la capital. De ahí viene el nombre que se da a quienes desde dentro de una organización trabajan para la competencia, los grupos rivales o el enemigo.

En el PSOE actual, hay posiciones que defienden personajes relevantes, que tienden a colaborar con el PP, partido presidido por una cúpula dirigente imputada, o convicta, o confesa de haber cometido delitos de distinto calado. Es el PP un partido imputado recientemente en la causa que se instruye por la comisión de delitos informáticos, destrucción de pruebas..., es todo un partido el que está imputado.

¿Quiénes pretenden ligar la acción política del PSOE con la de un partido que empieza a no poder acumular más indicios delictivos en su contra por falta de espacio? ¿Qué partido puede por boca de su secretario general definir a un presidente de Gobierno como indecente para, a continuación, considerar aceptable acordar, con el presidente indecente del partido imputado por la comisión de delitos graves, un programa de gobierno para los próximos cuatro años?

La quinta columna emboscada en el PSOE parece estar integrada por las vacas sagradas que protagonizaron la Transición, para a continuación dedicarse a ganar dinero de la mano de aquellos a los que aparentaban combatir. Cuando en el año 79 se conmemoró el centenario del Partido fundado por Pablo Iglesias, con el eslogan Cien años de honradez, alguien maliciosamente le añadió el siguiente estrambote: y ni un minuto más. Entonces no lo creímos.

Esto que llamamos pacto PPPSOE estaba acordado desde antes de las elecciones, los ecos se remontan al año 2014. Fue Pedro el chico obediente seleccionado por el aparato para poner cara a esta maniobra. ¿Tendrá redaños, Pedro, para denunciarla, para combatirla, para pararla? Aparentemente a los integrantes de la quinta columna no les importa colocar al PSOE de escudero de un gobierno del PP. Hay secretos inconfesables que implicarían matar a quien los conociese sin estar en la urdimbre de su ocultación.

La vergüenza que ocultan las espesas alfombras de los despachos delpoder detentado alternativamente por PP y PSOE no debe pasar a los libros de historia. Sólo debe conocerse la leyenda, el mito. Para ello están dispuestos a cerrar filas con el objetivo de unirse, los interesados en mantener en la oscuridad, lo que en la oscuridad se tramó, se llevó a cabo, y se repartió equitativamente en amor y compañía. Pertenecen a distintos y supuestamente enfrentados partidos y no son hermanos de sangre, pero los dirigentes parecen haber bebido la misma leche corrupta que los alimentó y que los convertiría en hermanos de pesebre.

Supieron mantenerse lejos de las miradas del pueblo al que durante casi cuatro décadas mantuvieron en la inopia. Hoy han decidido que España necesita que el secreto se mantenga a toda costa, incluso aliándose los contrarios por no se sabe que misteriosas razones. Hoy el pueblo, con la mosca tras la oreja desde hace tiempo, rebulle y pide explicaciones, y arriesga razones que justifican tan brusco e incomprensible bandazo y los líderes en la sombra no encuentran palabras con las que esconder la patraña que amenaza con salir a la luz. La quinta columna queda al descubierto. Esa es la ofensa, esa es la humillación, ese es el grave insulto que el PPPSOE quiere ver y que veamos en las palabras de Pablo Iglesias, el de Podemos.

Fernando Pérez Martínez es socio de infoLibre

Cuando la fuerza rebelde formada en cuatro columnas se dirigía a tomar Madrid en el año 1936, la propaganda fascista del general Mola decía tener una quinta columna en el interior de la capital. De ahí viene el nombre que se da a quienes desde dentro de una organización trabajan para la competencia, los grupos rivales o el enemigo.

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