La (otra más) reconstrucción de la izquierda

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Luis del Castillo Vergara

Llegamos al momento (sí, otra vez) en que la izquierda nos tenemos que redefinir y reconstruir. 

Y afrontamos este momento luchando contra dos frentes: el auge de la extrema derecha y nuestra propia indefinición a la izquierda de un peso que aglutina el mal llamado voto útil.

El ascenso de la extrema derecha reaccionaria y antidemocrática no se entiende sin la permisividad y la complacencia mostrada durante años ante sus exabruptos, ignorando las voces (como la nuestra) que hablaban del peligro de mirar para otro lado mientras asistíamos atónitos a lo que estaba sucediendo. 

Inexplicablemente han ocupado parte de un nicho electoral que deberíamos ocupar nosotros allí donde habita el descontento por el crecimiento de la desigualdad social y las carencias respecto al acceso a la vivienda o a un Estado de bienestar. Tenemos que volver a aglutinar ese sentir de quienes se sienten olvidados por el sistema.

En cuanto a nosotros, esa izquierda a la izquierda del PSOE, nos hemos perdido en personalismos y hemos abandonado la horizontalidad que nos define, creando división cuando más unidos deberíamos estar

El aumento de la presencia de estos partidos en las instituciones y la presión que ejercen en la derecha tradicional lleva a un retroceso en derechos y políticas públicas que no podemos aceptar y frente a las que el resto de fuerzas políticas deberían poner pie en pared, lo que lamentablemente no está sucediendo por el ansia de gobernar a costa de lo que sea que muestra esa derecha tradicional. El anhelo de un cordón sanitario saltó hace tiempo por los aires, y de aquellos barros tenemos hoy día estos lodos. 

En cuanto a nosotros, esa izquierda a la izquierda del PSOE, nos hemos perdido en personalismos y hemos abandonado la horizontalidad que nos define, creando división cuando más unidos deberíamos estar. El miedo a una ultraderecha gobernando con el pp ha descafeinado nuestras posiciones, asumiendo preceptos y evitando la discordancia dentro del gobierno de coalición que formamos. Estas divisiones e indulgencia reducen nuestro espectro electoral, que se divide, se abstiene por hastío o muda al PSOE buscando ese voto útil ante nuestra escasa diferenciación.

Toca reagrupar, recuperar la horizontalidad perdida y encontrar líderes alejados de personalismos y egos omnipresentes.

No es tarde, tenemos tres años por delante para convencer a la ciudadanía de que somos una alternativa válida y diferente para tener la fuerza y el respaldo electoral suficiente que nos permita mejorar la vida de todos las ciudadanas y los ciudadanos de este país.

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Luis del Castillo Vergara es socio de infoLibre.

Llegamos al momento (sí, otra vez) en que la izquierda nos tenemos que redefinir y reconstruir. 

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