En el Salón de Actos de la ETSII (Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales) se juntaron profesionales, académicos y empresarios del sector industrial para asistir al Encuentro de la Alianza Q-Cero para la descarbonización de la demanda térmica en España. El objetivo de la jornada, con varias mesas redondas y conferencias, era establecer las bases para avanzar hacia una industria descarbonizada y competitiva. “Un reto colectivo y unificador”, se recordaba en el subtítulo del encuentro. Se trataba del primer encuentro de Q-Cero abierto al público, con el objeto de propiciar el debate y la reflexión compartida en torno a los objetivos de descarbonización.
Esta alianza nació en enero de 2024 como un punto de encuentro para acelerar la descarbonización, sobre todo de los demandantes de energía térmica en el sector industrial y de la edificación. Su objetivo era, y sigue siendo, ser un espacio de diálogo abierto a que las empresas y los distintos agentes analicen la situación del problema y elaboren propuestas y actividades que contribuyan a su solución, todo bajo el firme convencimiento de que la descarbonización supone una oportunidad para la dinamización económica de España.
La apertura oficial del acto corrió a cargo de Hugo Morán Fernández, Secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. “El país está buscando respuestas efectivas para retos que van más allá de nuestra capacidad” reconoció Morán, “pero tenemos que construir una respuesta colectiva que no debe distinguir entre administraciones, empresas, academia y colectivos sociales”. Para el Secretario de Estado, “la descarbonización es un win-win para todos los actores implicados, y es la base de la competitividad industrial”.
Según indican todos los informes de la Unión Europea, “a estas alturas, tenemos claro que la única vía posible para reducir la dependencia energética, para no depender de la volatilidad de los mercados exteriores, y así reducir los precios de la energía, pasa por la sustitución de las energías fósiles por la generación eléctrica renovable. La buena noticia es que estamos en condiciones de hacerlo, y que podemos demostrar que lo estamos haciendo”.
“Nuestro país está liderando esta transición energética”, aseguró Morán, “pero esa transición energética tiene que traer un desarrollo industrial robusto y perdurable”. El Secretario de Estado no quiso ocultar que los retos de los próximos años “no son menores. Por ejemplo, la descarbonización de sectores industriales para los que la electrificación no es viable a corto plazo. Aún queda mucho por hacer: se estima que la inversión necesaria de aquí a 2030 es de 241.000 millones de euros, y más del 80% de esa inversión saldrá del sector privado. Hay que seguir colaborando y abandonar los esquemas cortoplacistas”.
A continuación, tomó la palabra Agustín Delgado Martín, el Director de Innovación, Sostenibilidad y Calidad de Iberdrola, una de las empresas fundadoras de Q-Cero. “Hace un año que empezamos con esta aventura”, recordó Delgado, “y la economía española aún utiliza un 80% de combustibles fósiles”. Su discurso dejó patente que no se han hecho los deberes en los últimos años, o al menos no con la premura debida, como sí lo han hecho en China. “La industria es el sector más difícil de descarbonizar, y es algo que hemos ido dejando”, lamentó. No obstante, el pesimismo no es una opción, y la “descarbonización de la industria es una apuesta de futuro. Esta alianza nos tiene que poner a trabajar de forma conjunta para acelerar”.
Henar López Senovilla, Directora de Sostenibilidad, RSC y Asuntos Públicos del Grupo Lactalis, subió a la palestra para explicar que la alianza nació como “una plataforma de intercambio de buenas prácticas y experiencias”. La alianza se compone por 40 empresas demandantes de energía térmica, 40 ofertantes de soluciones y tecnologías para la descarbonización de la industria y 10 organizaciones que actúan como facilitadores. “Estamos en un contexto de emergencia y nos queda poco tiempo”, alertó López, “y tenemos que dotar al Pacto Verde de un impacto industrial. El papel lo aguanta todo, pero hay que convertirlo en actividades efectivas”.
La última intervención de la apertura institucional corrió a cargo de Carlos Mataix, director del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo de la Universidad Politécnica. Sus palabras sirvieron para subrayar el papel crucial de la universidad en el proceso de descarbonización industrial. “La Unión Europea debería plantearse una quinta libertad de movimiento”, propuso el docente, “que es la de un espacio integrado de conocimiento e investigación, porque la generación de ese conocimiento sería mucho más rápida”. Para cerrar de forma optimista, Mataix citó al arqueólogo Eudald Carbonell, cuya conclusión tras estudiar durante décadas la teoría de la evolución es que “los competentes no compiten, cooperan”. Toca aplicarse el cuento.
“Capital, políticas y alianzas”
Tras la bienvenida, tuvo lugar la primera conversación en torno a las perspectivas tecnológicas para la descarbonización. Ejerció como maestro de ceremonias José Luis Elejalde, Director de la Unidad de Transición Energética, Climática y Urbana de Tecnalia, quien abrió insistiendo en la necesidad de “acelerar el proceso y armonizar las exigencias entre transición y desarrollo económico”. No es una quimera lograrlo, y aseguró ser un firme convencido de que España “tiene una enorme oportunidad para lograr una reindustrialización. Hay que descarbonizar, pero lo importante es conseguir un tejido industrial competitivo. Y para eso hace falta innovación, industria y colaboración público-privada”.
En la mesa también participó Araceli Fernández Pales, Jefa de la Unidad de Innovación Tecnológica de la Agencia Internacional de la Energía. “Estamos en un punto de inflexión”, insistió la ingeniera, haciéndose eco de una sensación que sobrevoló toda la jornada, “y necesitamos resultados tangibles”. Uno de los puntos pendientes tiene que ver con la descarbonización de la industria pesada, aún insuficiente, pero en la que ha habido, según Fernández, “una evolución en los últimos cinco años. Existe más conciencia”.
Bianca Dragomir es la Directora de Cleantech for Iberia, una coalición de fondos de inversión especializados en energías limpias en España y Portugal. Dragomir constató que “España se está convirtiendo en un centro neurálgico de las tecnologías limpias, y es una superpotencia en energías renovables”, lo que despierta “el apetito inversor” en el sector. Solo una cifra: las inversiones en este ámbito se multiplicaron por seis en los últimos cinco años. “Hay un ecosistema que se consolida”, aseguró, pero hacen falta tres cosas: capital, políticas y alianzas.
“En algunos sectores, acelerar es desaparecer”
La siguiente mesa de la jornada se centró en las necesidades y dificultades de la empresa para afrontar este proceso. Uno de los ponentes, Emilio Hidalgo, Director de Energía y Medio Ambiente de Sidenor, citó una frase que le parece muy elocuente sobre el contexto actual: “En estos momentos, EE.UU se dedica a renovar, China a producir y Europa a regular”. Efectivamente, según Hidalgo afrontamos “una sobrerregulación que, aunque sea con las mejores intenciones, no tiene en cuenta el impacto en la economía”. Se llega a un punto en el que ”las empresas se transforman no para competir, sino para cumplir la regulación”. El reto, bajo su punto de vista, “no es descarbonizar, sino acertar con el ritmo. Para muchos sectores, acelerar supone desaparecer. Lo complicado es encontrar el equilibrio”.
Otra perspectiva relevante fue la expuesta por Cristina Rivero, Directora del Departamento de Industria, Energía, Medio Ambiente y Clima de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Para ella es fundamental la colaboración público-privada, pues han constatado “una desconexión importante entre el regulador y el regulado”. Para paliar esta brecha propone “la participación de los sectores en la toma de decisiones y en la elaboración de hojas de ruta, con sus tiempos y posibilidades tecnológicas. Cada sector tiene sus necesidades”.
En definitiva, prosiguió, “hace falta sentido común en los objetivos y en los plazos. Hay que bajar a la realidad de los sectores industriales, en los que percibimos mucha preocupación. Algunos sectores tienen una regulación que es imposible de cumplir. Hace falta poner un poco de orden en todo esto. Pedimos seguridad jurídica y certidumbre para las inversiones que hacen falta”. Se trata, para la CEOE, de convertir esta cuestión en un “objetivo de país” que exige “responsabilidad y un sistema que incentive que los negocios se aproximen a la sostenibilidad”.
¿Y la política?
Construir ese sistema es una tarea política. En la última mesa de la mañana se abordaron precisamente las políticas y medidas necesarias para el impulso de la descarbonización. La moderación fue responsabilidad de María García, Directora en España de EIT Climate-KIC, que empezó subrayando “la importancia de este tema en la agenda española y europea”. “La mejor mesa es esta”, bromeó, “porque aquí están las personas que pueden hablar de lo que estamos haciendo y lo que vamos a hacer. Hay un cambio de prioridades muy importante en Europa: la Comisión que empieza su mandato ahora tiene como primera prioridad la competitividad”.
El primer turno de la mesa fue para Concepción García, Subdirectora General de Evaluación de Programas del Ministerio de Industria. “La convocatoria del PERTE, dotada de 3000 millones, ha tenido muy buena acogida”, explicó, “hemos podido adoptar las bases a las necesidades de las empresas. El sector que más solicitudes ha presentado es el agroalimentario, algo que nos ha sorprendido y alegrado”. En total, han recibido más de 140 solicitudes con una inversión propuesta de más de 3000 millones que van a permitir evitar la emisión de varios miles de toneladas de CO2.
A continuación, tomó la palabra Elena Guijarro, Jefa de Departamento de Tecnologías Sostenibles y Materiales del CDTI (Centro para el Desarrollo de Tecnologías y la Innovación), un organismo público dedicado a promover la innovación tecnológica. ¿Qué líneas tecnológicas están impulsando para la descarbonización? “Siempre hemos apoyado a las empresas en función de cómo sus proyectos se acercan al mercado”, explicó, y pasó a desgranar las distintas subvenciones y líneas de crédito de las que disponen para respaldar las transformaciones tecnológicas del tejido empresarial español.
En cuanto a la descarbonización, se trata de una de las líneas de trabajo más longevas del CDTI. “En el capítulo de emisiones, en el año 2020 empezamos con unas líneas sobre energía eficiente y sostenibles, biocombustible, economía circular y toda una panoplia de actividades”. Por ejemplo, han sacado líneas específicas para el reciclado de los materiales necesarios para la energía renovable, para el tratamiento y obtención de materias primas críticas, reciclado de plásticos, para la movilidad eléctrica, hidrógeno verde…
Por último, Víctor Marcos Morell, Director General de Planificación y Coordinación Energética del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, desglosó las herramientas de las que dispone el ministerio para apoyar a la industria. “En mi dirección nos ocupamos de la dirección estratégica a largo plazo”, expuso, “y tenemos una oportunidad inmejorable como país en términos de disponibilidad de energía. Las administraciones tenemos que intentar atraer esa demanda industrial y que no se vayan las industrias que ya están”.
Para cerrar la jornada, dos representantes de empresas miembro de Q-Cero presentaron en público el manifiesto de la Alianza. Este documento expresa la visión de la Alianza sobre la descarbonización de la energía térmica, así como en las oportunidades que esta plantea en España. El manifiesto sienta, además, las bases de una acción conjunta entre el sector industrial y las administraciones que conduzca a una aceleración efectiva de la descarbonización competitiva de la economía. El manifiesto de Q-Cero se puede descargar a través de la página web de la Alianza.
En el Salón de Actos de la ETSII (Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales) se juntaron profesionales, académicos y empresarios del sector industrial para asistir al Encuentro de la Alianza Q-Cero para la descarbonización de la demanda térmica en España. El objetivo de la jornada, con varias mesas redondas y conferencias, era establecer las bases para avanzar hacia una industria descarbonizada y competitiva. “Un reto colectivo y unificador”, se recordaba en el subtítulo del encuentro. Se trataba del primer encuentro de Q-Cero abierto al público, con el objeto de propiciar el debate y la reflexión compartida en torno a los objetivos de descarbonización.