Admitamos que en el diseño de la moneda no se lo han currado mucho: una amazona con un arco. Pero, claro, la novedad no hay que buscarla en la cara de una moneda cuyo destino no es el monedero de quien la use, sino su cuenta online: lo importante es el concepto.
Amazon ha lanzado su propia divisa digital, Amazon Coin, con un valor equivalente a 0,01 dólares. La idea, anunciada en febrero, está desde el lunes en marcha y ha sido concebida como una nueva manera de comprar aplicaciones y juegos en su tienda online Amazon.com Appstore y mediante sus tabletas Kindle Fire. Y para atraer al público, ha decidido regalar a los usuarios nuevos y antiguos 500 per cápita por un valor de 5 dólares.
¡Bah!, dirán quienes lo leen, eso es como los vales del Spar… En cierto modo. También sigue la senda de otras divisas virtuales (los Puntos Microsoft para Xbox Live Marketplace o los créditos Facebook; nada que ver con Bitcoin), monedas que se compran con dinero del bueno pero que luego no se pueden volver a cambiar, limitación que tiene por objeto evitar que los usuarios se beneficien de las fluctuaciones en la cotización, o que se sirvan de ellas para lavar dinero negro.
Es verdad, no hay nada radicalmente original. Se trata, evidentemente, de una estrategia para atraer clientes, aumentar el tráfico en su página, incrementar el número de descargas. Los impulsores sostienen que es también una forma de monetizar sus productos digitales: por ejemplo, quienes compran Monedas Amazon reciben un descuento, y cuanto más compras, mayor es el descuento que, en adquisiciones al por mayor, puede alcanzar un 10%.
No obstante, conviene señalar que el lanzamiento de esta moneda permite avanzar a Amazon en su proyecto envolvente. El objetivo no es sólo servir de sitio de encuentro entre creadores y compradores, sino convertir Amazon en el lugar donde los creadores crean (juegos, aplicaciones o libros) y los compradores compran, ahora con una moneda propia.
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Es, dicen, la última propuesta de una variedad de servicios que hacen de Amazon “el ecosistema más completo de principio a fin para construir, monetizar y comercializar sus apps y juegos”.
Porque sí, lo que Amazon propone es que “vivamos” en sus páginas. Que los desarrolladores se muden a sus instalaciones virtuales. Que trabajen en la plataforma tecnológica de sus servicios web, lo cual les “permitirá centrarse en lo que diferencia sus apps” y no preocuparse por la infraestructura necesaria para diseñarlas. Y que, una vez hecho el producto, muestren sus productos en sus escaparates virtuales, beneficiándose de una gran visibilidad.
Amazon Coin está disponible de momento, solo en Estados Unidos y para los productos citados, aunque Amazon prevé que a no tardar estarán en condiciones de abrir la experiencia a otros países y a otros productos.
Admitamos que en el diseño de la moneda no se lo han currado mucho: una amazona con un arco. Pero, claro, la novedad no hay que buscarla en la cara de una moneda cuyo destino no es el monedero de quien la use, sino su cuenta online: lo importante es el concepto.