Antonio Contreras: “A los entrevistadores no les gusta ser entrevistados”

Antonio Contreras es un chaval valiente y atrevido, a pesar de ser sordo, tener escoliosis y padecer problemas motores leves. O precisamente por todo ello despliega un carácter vitalista y salpicado de un humor inteligente y autocrítico. Influido por un ambiente familiar relacionado con los medios de comunicación, asumió el reto de entrevistar a cinco grandes de la televisión y de la radio (Iñaki Gabilondo, El Gran Wyoming, Antonio García Ferreras, Jordi Évole y Ana Pastor) en un libro titulado Palabras sabias a oídos sordos (Roca Editorial).

“El libro”, cuenta este estudiante de Comunicación Audiovisual de 20 años de edad, “es un regalo que me ha hecho mi editora, Teresa Peyrí. Me conoce hace años y pensó que yo tenía algo que contar y que me venía muy bien empezar a salir del nido. Me halagó que pensara en mí y seguramente por inconsciencia le dije que sí en el minuto uno. Sobre la elección de los periodistas nos pusimos de acuerdo enseguida porque los que aparecen en el libro son indiscutibles”.

Como tantos otros jóvenes, Antonio Contreras es un apasionado de la televisión, de los videojuegos o de las redes sociales y menos de la lectura. “Es verdad que yo me informo, sobre todo, por la televisión”, explica, “y periódicos en papel, para qué voy a mentir, tampoco los leo. Me informo también en la web o en las noticias por Twitter”.

Se declara admirador de estos comunicadores a los que ha entrevistado y en los aspectos profesionales destaca de Ana Pastor y de Jordi Évole que “se han inventado los caminos por los que van”. “Ana el camino de las entrevistas implacables”, añade, “y Jordi ese formato con un toque de humor, con mucha calle, su personaje que dice tacos, que va de mosquita muerta…” De García Ferreras lo admira todo y califica a este periodista de La Sexta de “gran persona, aunque a veces vaya de duro”. Mientras de El Gran Wyoming El Gran Wyoming opina que es “un genio que mezcla el humor con ser cañero”. Por último, se rinde ante el magisterio de Iñaki Gabilondo, un periodista respetado por toda la profesión y señala: “Después de saber su vida, es increíble cómo se ha sobrepuesto siempre a los problemas”.

Las largas entrevistas a fondo sobre el periodismo, pero especialmente sobre las trayectorias vitales de los cinco protagonistas, están salpicadas de apostillas que, de vez en cuando, introduce en medio de las entrevistas con la frescura y el desparpajo propio de sus 20 años. “Mi editora”, aclara Contreras, “fue la que tuvo la idea de apostillar en ocasiones sus respuestas. Yo no hubiera tenido tanta jeta, pero Teresa Peyrí pensó que mi opinión sobre lo que me iban contando era lo que convertía el libro en algo diferente, lo que aportaría la diferencia con las típicas entrevistas en formato pregunta-respuesta”.

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Al mismo tiempo, las entrevistas con los cinco periodistas famosos se completan con las visiones de sus hermanos, amigos, compañeros… “La gente que los conoce desde niños”, comenta el joven autor de Palabras sabias a oídos sordos, “conoce sus facetas más personales, que son las menos conocidas de estos comunicadores, las que buscábamos descubrir de aquellos a los que vemos tanto en la tele, pero no en el resto de sus vidas”.

Antonio Contreras despacha con ironía y modestia las preguntas sobre la crisis que atraviesa el periodismo y se define como “un veinteañero despistado, incapaz de analizar algo tan importante”. “Ah, ¿pero hay crisis?”, se pregunta para contestarse a sí mismo en tono de broma: “Que me lo hubieran dicho antes de meterme en esta carrera”. El estudiante-autor no ha tenido autocensura a la hora de abordar a los entrevistados. “Yo les pregunté a todos por su vida sexual”, comenta el joven entre risas, “sobre todo, cuando tenían mi edad. Pero debían ser todos monjas de clausura porque excepto Wyoming, que fue hippy, y Gabilondo, que habla del tema a pesar de ser vasco… madre mía, no había manera de que contaran nada”.

El autor del libro confiesa que en varias entrevistas hubo momentos tensos. “A los entrevistadores no les gusta ser entrevistados”, afirma Contreras, “pero los elegí porque soy muy fan de ellos. Me han pasado dos cosas con ellos. Por un lado, he descubierto su pasión y ahora los admiro más y, por otro lado, estoy en deuda con ellos por lo que me han dado para este libro que es impagable”.