Para el pintor y escultor francés Jean Dubuffet (1901-1985), todo ser humano, por el hecho de serlo, guarda en sí el don de la creación, un corazón que late al ritmo de la pulsión expresiva. En su constante reflexión sobre el significado del arte, acuñó el término art brut para referirse a las obras creadas por gentes ajenas al circuitocomercial y las normas estéticas establecidas, como los niños o los enfermos mentales. Creaciones que no respiran el aire muchas veces tóxico de un mercado que marca la pauta de lo aceptable, la original y lo valioso, sino que viven y beben de una necesidad interior de expresarse a través del color, de la forma o el trazo.
Obra de Chus Oliva | GALERÍA ALEGRÍA
Escasamente expuestas en España, la galería Alegría de Barcelona y Madrid propone una excepción. Con ocasión de la celebración de la iniciativa A 3 bandas, que cada año desde hace cuatro aúna entre abril y mayo a artistas, galeristas y comisarios para crear proyectos en común, el espacio ha levantado la muestra Arte Expósito, con obra de siete de estos artistas outsider,outsider, que se exhibe en ambas sedes del espacio (en Barcelona, hasta el 16 de mayo; en Madrid hasta el 17). “Se trata de un concepto difícil de definir”, explica la comisaria, Graciela García, experta en este arte en los márgenes. “Originalmente era el realizado por personas con enfermedades mentales, y muchas de las obras han sido recopiladas en psiquiátricos. Luego se abrió el marco a los autodidactas y también a los excéntricos, como podría ser Justo Gallego, el hombre que construyó la catedral de Mejorada del Campo”.
Obra de Ramón Losa | GALERÍA ALEGRÍA
Los protagonistas de su muestra por partida doble, cada uno con su particular trayectoria vital, son muchos de ellos novicios -o casi- a la hora de exponer en círculos comerciales, a excepción de uno de ellos, Ramón Losa, que cursó parte de los estudios de Bellas Artes y que ha dedicado su vida a la creación plástica. “La idea en principio era exponer piezas de artistas del taller de la Fundación Auxilia para discapacitados psíquicos, en Barcelona”, explica García, “pero luego fue evolucionando, porque hemos querido ser muy exigentes con la calidad de las obras, y nos dimos cuenta de que solo las de dos de estas personas eran realmente interesantes, así que el resto de la muestra proviene de artistas que yo conocía de antes, o de otros que he ido encontrando aquí y allá…”.
Aunque a día de hoy el arte outsider sí que cuenta con canales de distribución en países como EEUU, Reino Unido o en América Latina, en España, dice la comisaria, estas obras "no tienen tanto calado", aunque -puntualiza- "el concepto a veces se difumuina". De las piezas que se exponen en ambas sedes de la galería (en las que coinciden obras de tres artistas: Chus Oliva, Ramón Losa y Yolanda Marco, mientras que el resto de creadores -Fernando Ventura, Dunya Hirschter, Pily Arjona y Mery Eis- se reparten entre los dos locales), solo unas no están a la venta, las realizadas por Hirschter, ya fallecida, y que en vida, por su enfermedad, se vio abocada a subsistir de la limosna. "El albacea de su testamento no sabe muy bien qué hacer con ellas, siente mucha responsabilidad, y tiene miedo de que las piezas se desperdiguen".
El respeto por estas creaciones -que incluyen dibujos, pinturas, objetos y piezas textiles- es fundamental, dado que -explica la comisaria- estas nacen de un lugar profundamente íntimo. "Lo interesante de este arte es que rompe el corsé de la trayectoria del arte, que es siempre lineal", abunda García. "Esa visión de conjunto se rompe con propuestas al margen del tiempo, cuya intención es más la de hacer que la de ser. El mundo del arte es a veces autodestructivo, porque plantea una carrera constante hacia la innovación, y somos tantos que uno no sabe ya qué aportar. Estas obras lo que despliegan es autenticidad, fuerza. Surgen de una necesidad de crear que te hace sentir humildad, que conmueve".
*Fotografía vertical. Vestido realizado por Dunya Hirschter | ©ANTONIO RICCIO
Para el pintor y escultor francés Jean Dubuffet (1901-1985), todo ser humano, por el hecho de serlo, guarda en sí el don de la creación, un corazón que late al ritmo de la pulsión expresiva. En su constante reflexión sobre el significado del arte, acuñó el término art brut para referirse a las obras creadas por gentes ajenas al circuitocomercial y las normas estéticas establecidas, como los niños o los enfermos mentales. Creaciones que no respiran el aire muchas veces tóxico de un mercado que marca la pauta de lo aceptable, la original y lo valioso, sino que viven y beben de una necesidad interior de expresarse a través del color, de la forma o el trazo.