Esta es la historia de dos músicos israelíes de jazz que comparten exquisita sensibilidad, se llaman exactamente igual y hasta coinciden actuando en España este mes. Pero los dos Avishai Cohen no tienen nada que ver entre sí.
La confusión está servida. Mejor dicho, el dilema se resuelve en un momento: disfrutar de ambos. El trompetista desembarca este martes en la madrileña sala Clamores, el día 4 en Huesca y el 5 en Barcelona.
¿Y el otro? Pues el contrabajista, que graba para el sello Blue Note, nos visita el 28 de marzo en el Auditorio Nacional.
Damos fe de que, al menos al primero, no le gusta nada que le interroguen por el segundo. Se lo preguntamos y no responde ni que sí ni que no, sino todo lo contrario.
Tal vez este discípulo de Miles Davis está harto del tema. No importa. Su álbum Dark nights habla por él, con un clima cálido que envuelve la estancia más gélida y un 'karma' espiritual en el que su trompeta sobresale por encima de una trama instrumental envolvente, incluida una especie de sutil cama electrónica.
“Me preocupaba crear una cierta atmósfera y tocar de una manera honesta y sencilla”, dice a infoLibre el trompetista Avishai Cohen, residente en Nueva York y líder de una sólida formación llamada Triveni. “Pretendía que sonara de forma muy auténtica, sin nada que ver con toda la basura innecesaria que nos rodea”, añade antes de proseguir: “Intentar ser auténtico conlleva diversas cuestiones: ¿quién eres realmente?, ¿quién es la persona que trata de ser tú? Es como un juego entre observador y observado”.
“Por supuesto que Miles Davis es uno de los músicos que más me han influido. También Clark Terry (recientemente fallecido), Dizzy Gillespie, Clifford Brown, Lee Morgan, Chet Baker, Don Cherry, Art Farmer, Kenny Dorn, Fat Jones, Roy Eldridge… Y, cómo no, Louis Armstrong”, confiesa mientras apunta en otras direcciones, es decir, no sólo trompetistas: Herbie Hancock, Wayne Shorter, John Coltrane, Bill Evans, Bud Powell, Dexter Gordon, Coleman Hawkins, Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Oscar Peterson.
Por su parte, el contrabajista Avishai Cohen se ha labrado un bagaje de músico alejado de la frivolidad, también preocupado por construir ambientes, pero con una sonoridad distinta.
El contrabajista Avishai Cohen
Sus grabaciones, antes distribuidas por EMI y ahora por Warner, alcanzan momentos tan culminantes como Seven seas o Almam, repletos de capas instrumentales basadas en la complejidad, sin prejuicios para beber del mejor jazz clásico pero dispuesto a fusionarlo con actitudes contemporáneas.
Curiosamente, hasta el título de su flamante álbum se parece al de su homónimo, pues las noches oscuras del anterior se convierten aquí en From darkness, desde la oscuridad.
Por tanto, regreso al intimismo por parte de este jazzista, como comprobaremos antes de Semana Santa en la Sala de Cámara del AN, cada vez más presto a ser feudo de conciertos del género.
Esta es la historia de dos músicos israelíes de jazz que comparten exquisita sensibilidad, se llaman exactamente igual y hasta coinciden actuando en España este mes. Pero los dos Avishai Cohen no tienen nada que ver entre sí.