Los Bafta no sorprenden ni a los premiados

Antonio G. Maldonado

La ceremonia de los premios de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión (Bafta)no tiene este año el atractivo de otras ediciones en las que la carrera hacia los Óscar, de la que se considera preludio, estaba más reñida. Argo, el film de Ben Affleck producido por George Clooney, Grant Heslov y el propio Affleck que narra el operativo de la CIA para sacar de Teherán a varios rehenes norteamericanos tras la Revolución Islámica de 1979, ya resultó la gran ganadora en los Globos de Oro, donde fue elegida mejor película.

Daniel Day-Lewis tampoco ha tenido rival en Londres para alzarse con el galardón al mejor actor por su papel como el presidente norteamericano Abraham Lincoln. ¿Quién se atrevería a discutirlo? Quizá sorpresa ha sido la confirmación de que la película no pasa de un correcto biopic con escasa capacidad de entusiasmo. No se explica de otra forma que, por segunda vez, las 11 nominaciones hayan quedado en un solo premio.

Otro de los premios cantados ha sido el recibido por Christoph Waltz, por su papel en Django desencadenado, el aclamado western que ha supuesto la vuelta del mejor Quentin Tarantino. Waltz, al que conocimos gracias a su hipnótico papel de nazi políglota y sanguinario en Malditos bastardos, derrocha aquí un talento tan natural, que el premio al mejor actor de reparto tampoco podía aguardar ninguna sorpresa que no fuera un escándalo, por más que enfrente tuviera a un Javier Bardem en su papel de malo en Skyfall, oscilante entre un villano inolvidable y una parodia de una tertuliana derechona de Telemadrid. La película de Sam Mendes se ha llevado, en cambio, la Máscara a la mejor película inglesa.

Delgado se queda sin Bafta

Otra de las grandes triunfadoras de la noche ha sido Los Miserables, que ha repetido premio a la mejor actriz de reparto para Anne Hathaway y, además, ha conseguido las máscaras por la mejor banda sonora, mejor y mejor maquillaje. La Vida de Pi de Ang Lee, que cuenta el naufragio de un joven indio junto a un tigre de Bengala, también ha repetido premios a los mejores efectos visuales y a la mejor fotografía, como apuntaban todos los pronósticos.

Otros nombres propios han sido, Jacqueline Durran, que ha conseguido el premio al mejor vestuario por Anna Karenina, al que también aspiraba el español Paco Delgado por Los Miserables; David O. Russell, que se ha adjudicado el premio al mejor guión adaptado por Silver Linings Playbook, y Sir Alan Parker y Tessa Ross, que han sido los galardonados de honor. En la categoría de debutantes, Bart Layton y Dimitri Doganis han triunfado como mejor dirección, producción y guión debutante por El Impostor, y Juno Temple como mejor actriz revelación.

En cuanto a las demás categorías, Brave, ha repetido como mejor película de animación; y Searching for Sugar Man ha sido reconocido como el mejor documental. En cortos, The Making Of Longbird se ha llevado el de animación, y Swimmer, el de mejor cortometraje.

La ceremonia de los premios de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión (Bafta)no tiene este año el atractivo de otras ediciones en las que la carrera hacia los Óscar, de la que se considera preludio, estaba más reñida. Argo, el film de Ben Affleck producido por George Clooney, Grant Heslov y el propio Affleck que narra el operativo de la CIA para sacar de Teherán a varios rehenes norteamericanos tras la Revolución Islámica de 1979, ya resultó la gran ganadora en los Globos de Oro, donde fue elegida mejor película.

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