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El cine español ya solo puede remontar en 2022 tras descender este año hasta la peor taquilla del siglo

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El cine español ya solo puede remontar en 2022 después de hundirse en este año pandémico hasta la peor taquilla de lo que va de siglo. No tiene otra opción. A falta de de dos semanas para cerrar el ejercicio y tener la cifra definitiva por parte del Ministerio de Cultura y Deporte, la recaudación de 2021 se sitúa actualmente en 39,1 millones de euros, todavía por debajo incluso de los dramáticos 43 millones de 2020. Lógicamente, esto se traduce también en una pérdida de espectadores: 6,5 millones frente a los 7,3 millones que acudieron a las salas el pasado año, marcado por el confinamiento y la desescalada.

Las severas reducciones de aforo y las restricciones sanitarias han marcado la tendencia del cine español en taquilla desde marzo de 2020 hasta prácticamente el momento actual, pues fue apenas en octubre cuando las salas pudieron reabrir al máximo de su capacidad. La incidencia de la covid-19, por tanto, es determinante a la hora de analizar estas cifras tan pobres, que sitúan la recaudación y la asistencia en menos de la mitad de 2019, cuando se alcanzaron los 94,1 millones de euros y 16 millones de espectadores. Desde la densa oscuridad de diciembre de 2021, apenas se divisan a años luz los 125,7 millones de euros recaudados por el cine español en el histórico 2014.

"El último año ha sido muy difícil para todos, pero en los últimos meses hemos podido observar una tendencia positiva que nos lleva a creer que durante 2022 podremos recuperar a todo el público de épocas anteriores a la pandemia", apunta a infoLibre el director general de Cinesa, Ramón Biarnés, quien explica que su compañía empezó 2021 "con gran parte" de sus cines cerrados, pero el avance de las vacunas, la flexibilización de medidas y el retorno a la pantalla grande de grandes estrenos cinematográficos han hecho que poco a poco la gente se haya animado a volver a las salas, que es donde se disfruta del cine de la mejor manera posible".

El cine español ha tenido este año, efectivamente, una serie de grandes estrenos que han salvado los resultados a final de año. Como ya es habitual, la taquilla española se ha beneficiado del más reciente estreno de Santiago Segura, quien con A todo tren, destino Asturias (estrenada en julio) ha recaudado 8,4 millones de euros con 1,5 millones de espectadores, gracias al tirón popular de Leo Harlem y Florentino Fernández. A más de tres millones de distancia, ocupa el segundo puesto Way down (estrenada en noviembre, aún en cartelera e indudablemente un potente revulsivo final), dirigida por Jaume Balagueró, con una recaudación de 5 millones de euros y 797.000 espectadores.

El tercer lugar lo ocupa Operación Camarón (estrenada en junio) gracias a los 597.700 espectadores que se dejaron en taquilla 3,5 millones de euros. Completan el sexteto más popular del año El buen patrón (de Fernando León de Aranoa, candidata al Oscar y máxima favorita para los Goya, en cines desde octubre) con 3,1 millones de euros y 492.400 espectadores, Maixabel (de Icíar Bollaín, estrenada en septiembre) con 2,8 millones de euros y 512.600 espectadores, y Madres paralelas (de Pedro Almodóvar, desde octubre en cartelera) con otros 2,6 millones de euros y 424.000 espectadores.

"Para un año de pandemia ha sido bastante productivo", afirma a infoLibre el director de relaciones institucionales y comunicación de EGEDA (Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales), Rafael Sánchez, quien pone el foco en la "calidad" al tiempo que remarca la cantidad al recordar que a los últimos Premios Forqué, entregados hace unos días, optaron un total de 289 obras audiovisuales, de ellas 176 películas de ficción. "Ha habido un gran esfuerzo en la industria en un momento lógicamente condicionado por la covid. Pero la industria audiovisual española tiene mucho talento y muchas capacidades", resalta.

Por su parte, el vicepresidente de la Red de cines independientes españoles (PROMIO), Javier Pachón, reconoce que en este 2021 hubo un momento en el que todo el sector esperaba "tal vez un poquito más, siempre sin esperar grandes cosas". Así, apunta que noviembre ha sido un mes "más complejo de lo esperado", puesto que el año iba en una "línea ascendente muy buena" para acabar el año donde esperaban acabarlo, a medio camino entre 2019 y 2020. 

Para tener una visión panorámica del momento del cine español es importante también atender a su cuota de pantalla respecto a las películas internacionales que se estrenan en nuestro país. En este capítulo, a falta de datos finales consolidados, el porcentaje en 2021 está en el entorno del 15% tanto en recaudación como en espectadores. Una cifra similar a la de 2019, pero sensiblemente inferior a la de 2020 cuando, con la taquilla por los suelos y ante la falta de grandes estrenos globales, el cine español llegó al 25% de recaudación y el 23% de espectadores.

Estas fluctuaciones se deben, principalmente, a la desigualdad de condiciones en distribución (número de copias en cines) y promoción (inversión en publicidad). Si el público desconoce la existencia de una película, es imposible que se acerque al cine a verla, más aún si ante la escasa respuesta termina siendo retirada de la cartelera en cuestión de días. "Las salas independientes somos, en cantidad, la ventana principal para las películas producidas en España", sentencia.

Y prosigue Pachón: "Luego, la mayor parte de la taquilla, en cantidad de cifras, la producen una serie de películas muy concretas, por el problema de concentración que tiene la industria en general y que también pasa en el cine español. Pero parece que nuestro tipo de público está volviendo un poco más al cine, estamos normalmente unos diez puntitos porcentuales por encima de la media de la industria en general. Y eso se nota también en las películas del cine español".

El cine español es sinónimo de calidad y la gente a la que le gusta el cine lo sabe, sostiene el director general de Cinesa

Desde Cinesa, Biarnés apunta que "el cine español es sinónimo de cine de calidad y los espectadores, la gente a la que le gusta el cine, lo sabe". "Esto es solo una prueba más de que hay ganas de volver y de disfrutar del cine en pantalla grande", destaca, al tiempo que deja claro que todos los tipos de cine "tienen su importancia en el negocio" y por eso son necesarios tanto el cine internacional como el español. Y pone en valor algo tan evidente como que los proyectos de Santiago Segura han supuesto un "empujón muy grande en lo que a taquilla se refiere".

Llegados a este punto, abre una nueva vía Biarnés al señalar que hay un sector del público, concretamente la gente más mayor, que se ha mostrado "más reticente a volver" a las salas de cine, "en gran medida" debido a los mayores riesgos que supone la pandemia para este tipo de edad. No obstante, subraya que los cines han demostrado ser un "espacio seguro donde se aplican todas las medidas de seguridad para la protección" de los asistentes.

Por la misma senda camina Sánchez, pues desde EGEDA opina que "el público está volviendo regular a todos los sitios, no solo a las salas de cine". "Estamos todavía en época de pandemia y tampoco se han recuperado como se tenían que recuperar las industrias de la música o del turismo, por ejemplo", plantea, lo cual le lleva a afirmar que "en el cine, como todos los demás sectores, esa deseada recuperación de la normalidad no llega de forma abrupta". "Hasta hace dos meses no se normalizó el aforo en las salas, y es muy difícil tener buenas cifras estando al 50%", remata.

En este contexto, el director general de la Federación de Cines de España (FECE), Luis Gil, resta influencia en los datos de taquilla a las plataformas de streaming, por ser un "canal complementario" a las salas. Lo que sí defiende, en cualquier caso, es que se sigan manteniendo la ventana de exhibición en cine, para que las películas se estrenen en las salas y estén "en cartelera durante un tiempo". "Eso al final tiene un impacto positivo tanto para el desarrollo de la propia película como para todo lo que se genera de una sala de cine", asevera, para después recordar que este es un sector "seguro" que "lo ha pasado realmente mal", por lo que es importante no dar pasos atrás en la recuperación.

Las ayudas del Gobierno y de las Comunidades Autónomas han sido "muy escasas y pequeñas en comparación con otros países europeos

Con la recaudación en mínimos históricos, muy importantes para esa recuperación serán las ayudas del Gobierno y de las Comunidades Autónomas, que hasta ahora "han sido muy escasas y pequeñas en comparación con otros países europeos", tal y como denuncia Biarnés. Y entra en detalle: "No palian casi nada los daños producidos por la pandemia. En lo que se refiere a la exhibición cinematográfica, pedimos 140 millones de euros, de los cuales se nos han otorgado apenas 20 millones. Este 2022, el sector va a seguir necesitando, por un lado, ayudas económicas para garantizar su supervivencia y, por otro, que las administraciones se involucren tanto a nivel local, como de Comunidades Autónomas y Gobierno central".

En este apartado coinciden las salas comerciales con las independientes pues, desde PROMIO, Pachón lamenta que las ayudas no han tenido la "cantidad suficiente". Algo debido, básicamente, a que se han presentado más salas de las esperadas, a pesar del "buen trabajo" del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) por tener un censo previo acertado. "Esto nos demuestra que la crisis está aquí, que no se acabó en 2020. Los cines seguimos trabajando, pero no nos pueden dejar solos porque entonces la concentración no será solo de títulos de películas, sino también de empresas que concentren los visionados", alerta.

Incide Pachón en que en este escenario actual, el futuro es una "incógnita" con todavía "muchísimas variables". Por eso, manifiesta cierta esperanza contenida ante 2022, al tiempo que demanda un "trabajo público-privado para seguir intentando establecer y encontrar un adecuado marco político-económico". "Hay que seguir trabajando para que no haya oligopolios y sí haya distribución y diversificación de contenidos, porque eso es bueno para todos", propone, para al mismo tiempo reclamar también que los cines no se acomoden y luchen para "encontrar cada cual su hueco en la sociedad".

El cine español viene viendo este rubicón desde hace ya una larga temporada. Por eso, la preocupación reinó en la reciente Asamblea General de productores independientes europeos celebrada en Madrid, en la que Mariela Besuievski, productora de Tornasol e integrante de la junta directiva de la Asociación Estatal de Cine (AECINE), calificó de "preocupante" la recaudación de taquilla, admitiendo, además, que las medidas para paliar las pérdidas provocadas por el "huracán" de la pandemia tardarán en llegar.

"Es un hecho objetivo que hay menos espectadores, pero también hay una alarma sanitaria. Hay que pedir paciencia, aunque no siempre se pueda tener por los problemas económicos. El presupuesto con el que se dota a la producción desde el Ministerio de Cultura y Deporte es poco y no se ha subido lo suficiente", apuntó entonces Besuievski quien, asimismo, manifestó su impaciencia ante las medidas legislativas aún por llegar. Como esa nueva Ley del Cine prevista para 2022 y que, en este contexto de desconcierto, tiene que afinar lo máximo posible su banda sonora.

El cine español ya solo puede remontar en 2022 después de hundirse en este año pandémico hasta la peor taquilla de lo que va de siglo. No tiene otra opción. A falta de de dos semanas para cerrar el ejercicio y tener la cifra definitiva por parte del Ministerio de Cultura y Deporte, la recaudación de 2021 se sitúa actualmente en 39,1 millones de euros, todavía por debajo incluso de los dramáticos 43 millones de 2020. Lógicamente, esto se traduce también en una pérdida de espectadores: 6,5 millones frente a los 7,3 millones que acudieron a las salas el pasado año, marcado por el confinamiento y la desescalada.

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