La serie 'Cardo' explora la religión, la redención y la reinserción: "Es como una mancha que llevas"

La reinserción es el fin al que deben estar orientadas las penas, medidas de seguridad y otras sanciones que disponen los tribunales. La reinserción supone que el condenado adopte condiciones de vida que le permitan reintegrarse en la sociedad y convivir con el resto de los ciudadanos sin cometer nuevos delitos. La redención es, a grandes rasgos, el perdón. Así, negro sobre blanco, parece claro. Pero a estas alturas todos tenemos igualmente claro que nunca nada es tan sencillo como parece. Menos aún si a las dificultades intrínsecas de vivir le sumamos una temporada en prisión.

Esto último es lo que descubre, por la vía rápida y sin anestesia, María (Ana Rujas), la protagonista de Cardo, premiada serie de Atresmedia creada por la propia Rujas y Claudia Costafreda, que estrena segunda temporada este 12 de febrero en Atresplayer Premium. "En la nueva temporada, María sale de la cárcel dispuesta a recuperar el tiempo perdido y con la firme intención de rehacer su vida. Para ello, quiere alejarse de ese camino de excesos que tantos problemas le han causado y encontrar un trabajo estable, pero muy pronto descubre que la vida no es fácil para una exconvicta y que la relación con sus amigas ya no es lo que era. Se ha quedado sola", adelanta la sinopsis.

Atrás quedan los excesos de aquella María ahora desdibujada por el devenir de sus días. Ya no es aquella chica madrileña al borde de la treintena con problemas con las drogas, una relación tóxica con el sexo, poco dinero y que lucha por sobrevivir como actriz y modelo. Una situación insostenible que trata de reconducir, pero no hay manera, pues en la primera temporada, tras un encuentro humillante con su última pareja, un accidente lo cambiará todo y le obligará a afrontar no pocas verdades dolorosas.

Es por ello que Cardo no es ya tanto un dibujo generacional, sino que más bien María representa toda la vulnerabilidad de una generación, la suya, la de los nacidos en los años noventa, que busca su sitio y que parece encontrarlo una vez dejado atrás el desenfreno del consumismo y los placeres efímeros con los que a duras penas calmaban sus desconciertos y anhelos. Todos parecen encontrarlo menos una María que, a pesar de todo, lucha, y que, en la enésima trampa a sortear, ha dejado las drogas pero se ha enganchado a las pastillas con receta médica proporcionadas institucionalmente durante su estancia de casi tres años en prisión.

"Va en ese camino de intentar hacerlo bien. Lo que se supone que es hacerlo bien, porque esta temporada también habla un poco del bien y el mal, cómo es hacerlo bien y lo que ella entiende por hacerlo bien. Lo que a veces entendemos en la vida por hacer el bien", plantea a infoLibre la protagonista, Ana Rujas. Y Costafreda, directora de la ficción, apostilla: "Ni ella está preparada, ni la gente está preparada para ser amable o respetuosa con personas que han vivido ciertas cosas que nos parecen ajenas o extremas".

Ambas cocreadoras de la serie coinciden en que esta segunda temporada "cambia como cambiamos todos" y parte, además, de la determinación de no hacer lo mismo para que así toda la trama se comprenda como un todo. "Dentro de esa premisa de hacer algo distinto nos parecía interesante cómo podríamos llevar al personaje a otro estado completamente opuesto al anterior, pero que tuviera sentido con lo que había pasado en la primera temporada. Eso era la redención y la reinserción, pues había vivido esa experiencia en el centro penitenciario y nos encontramos con un personaje con el que podíamos manejarnos en otros temas. Esa es la diferencia y lo que ha hecho que el trabajo de Ana y de todo el equipo también nos empujara hacia otro sitio en muchos sentidos", explica Costafreda, sin dejar de señalar que, en cualquier caso, hay puntos de conexión entre ambas temporadas. "Somos las mismas personas, en otro camino", añade Rujas.

Y prosigue la intérprete: "Ella está más vulnerable, ha caído en ella misma. Ella, al final, es el camino hacia de verdad rendirte en la vida. Cuando una se rinde y dice 'mira ya está, esto es lo que hay'. Por eso, esta temporada atraviesa un poco el cielo, el infierno y llegamos a lo terrenal". Un proceso durante el cual, a pesar de vestirse y peinarse "más monjil" en busca de esa aceptación, nunca puede librarse de "esa mirada de juicio de su entorno hacia ella", en palabras de Costafreda, quien, en última instancia, remarca que "al final es como una mancha que llevas".

Para enfrentarse a la vida fuera del centro penitenciario, María se encomienda a la religión con profundo fervor. Según relata Rujas, a ella le entregan en la cárcel el libro de la vida de Santa Teresa y "como una especie de salvación se aferra a esos rezos, como se puede aferrar también a las pastillas de diazepam, para que la salve algo". Asoma así esa "voluntad" de "agarrarse a la vida" y sentirse encaminada, aún con todos los obstáculos del camino: "Lo que llegamos a encontrar es que primero hay que decir 'acéptate tú, tranquila, estate en tu sitio y ya está, no intentes hacer mucho más'".

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"Siente tanta culpa la pobre que no hay un atisbo de que se crea una heroína", señala, por último, Costafreda, a pesar de la fortaleza de su protagonista, animando de paso a los espectadores a ver las dos temporadas, pues "entiendes mucho mejor al personaje si has visto también la primera". "Hay personajes que no vas a conocer igual en la segunda temporada que en la primera. Perderías mucha parte muy interesante de lo que cuenta la primera y por eso todo forma parte de un todo", termina Rujas.

La primera temporada de la ficción consiguió dos Premios Feroz, a mejor serie y mejor actriz para Ana Rujas, y recibirá el Premio Ondas a mejor serie dramática en la ceremonia de 2022, que se celebró en diciembre en Barcelona. Cardo está producida por Suma Content, la productora de Javier Calvo y Javier Ambrossi en colaboración con Atresmedia Televisión.

El guion de cuatro de los seis episodios está firmado por la directora Claudia Costafreda y la protagonista, Ana Rujas, mientras que los otros dos capítulos de la temporada están escritos por Lluís Sellarès. Ana Rujas vuelve a interpretar a María en la segunda temporada de Cardo. A ella le acompañan Diego Ibáñez (cantante de la banda Carolina Durante) como Gabriel, Ana Telenti como Eva, Clara Sans como Bego, Nur Olabarría como Santa, Arrieta Villa como Yasmín y Pilar Gómez como Teresa.

La reinserción es el fin al que deben estar orientadas las penas, medidas de seguridad y otras sanciones que disponen los tribunales. La reinserción supone que el condenado adopte condiciones de vida que le permitan reintegrarse en la sociedad y convivir con el resto de los ciudadanos sin cometer nuevos delitos. La redención es, a grandes rasgos, el perdón. Así, negro sobre blanco, parece claro. Pero a estas alturas todos tenemos igualmente claro que nunca nada es tan sencillo como parece. Menos aún si a las dificultades intrínsecas de vivir le sumamos una temporada en prisión.

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