Almodóvar, tras recibir el Premio Donostia: "Hagamos que la injusticia y el odio pertenezcan a la ficción"
"Abusando de este premio y de este micrófono, os aconsejo: Hagamos lo posible para que las grandes tragedias, el dolor, la mentira, la falta de empatía, la injusticia social, el odio y todo lo negativo imaginable pertenezcan a la ficción". Con estas emotivas palabras, Pedro Almodóvar recibía esta misma tarde, en el marco del Festival de San Sebastián, el prestigioso premio Donostia. Un galardón que marca un hito histórico más para el cine español en un mes cargado de alegrías para el cineasta manchego.
44 años de carrera, 23 largometrajes y una infinidad de reconocimientos internacionales más tarde, entre ellos dos Óscar y cinco Goyas, Almodóvar continúa elevando a la esfera internacional el cine español. Y esta vez desde casa, tan solo un día después de cumplir 75 años y a escasas semanas de haberse coronado en Venecia con el ansiado León de Oro.
Gregory Peck, Lauren Bacall, Al Pacino, Woody Allen, Penélope Cruz o Javier Bardem. El nombre de Almodóvar se suma al palmarés de figuras destacas del panorama cinematográfico internacional celebradas con este galardón. Todo ello en una gala posterior a la proyección de su nueva película, La habitación de al lado, y que no se ha querido perder ni el mismísimo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado por su esposa, Begoña Gómez. Un gesto que el cineasta ha valorado como una muestra indiscutible de "apoyo a la cultura".
Ha sido precisamente Tilda Swinton, una de las protagonistas de su mencionado largometraje —el primero en el que se ha atrevido con el inglés—, la encargada de entregarle el galardón ante la mirada de un abarrotado patio de butacas, que no ha hecho sino aumentar la emoción que el cineasta revelaba estar experimentando ya esta mañana, en unas declaraciones ante los medios de comunicación: "Estoy viviendo un tumulto de emociones. Entre las proyecciones de mi película, el premio y el cumpleaños estoy al borde de las lágrimas".
"Has plantado en cada uno de nosotros un jardín de tesoros. Tu obra es necesaria para el mundo", le dirigía Swinton, previo a la proyección de un montaje con una pequeña selección de las mejores escenas de su filmografía. "Es difícil mantenerse intacto en un momento como este, pero lo voy a intentar desesperadamente”, confesaba el cineasta ya el escenario del Kursaal y con el galardón en sus manos. "Llevo, desde que llegué a esta ciudad, disfrutando de tantas emociones... Gracias por tanto cariño”, se dirigía al público.
“El cine me ha salvado de muchos peligros y me lo ha dado todo. Ha sido una maldición y una bendición. Mi vida no tiene sentido sin él", continuaba visiblemente conmovido. "Mi carrera no ha tenido que ver con mi talento o no, sino con mi vocación de hacer cine. Es una pulsión más grande que yo mismo. Cuando todo me falle, seguiré haciendo películas, malas supongo, pero incluso a eso estoy dispuesto porque la alternativa es el vacío", aseguraba.
Almodóvar cumple 75 años en un momento dulce, con un León de Oro y un Premio Donostia
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Tras una breve pausa para recomponerse, el director ha querido dedicar el premio a las dos protagonistas de La habitación de al lado, Julianne Moore y la propia Swinton: “Les pertenece". En un discurso en el que no se ha olvidado de compañeras como Penélope Cruz, Marisa Paredes, Cecilia Roth o Rossy de Palma: "He tenido la suerte de trabajar con actrices de enorme talento y les estoy inmensamente agradecido". Tampoco de Carmen Maura, con quien estuvo 20 años sin hablarse a pesar de haber formado uno de los mejores tándems cinematográficos de la historia del cine español, y a quien hoy ha querido dedicar unas emotivas palabras: "Ella fue realmente la que me descubrió". Emoción que también ha transmitido al hablar de su hermano Agustín, que tuvo la idea inicial de fundar su productora, El Deseo, "para poder ser dueños, y no solo en lo económico, de nuestras películas”.
Para cerrar su discurso, el cineasta ha querido, una vez más, alertar de los peligros del ascenso del discurso ultra, del odio y la injusticia promovidos por la derecha política y mediática: "Lo peor que le puede ocurrir a una sociedad es que la ultraderecha se encuentre con el liberalismo más salvaje". Y es que, como ya reconocía en la presentación de esta mañana, todas sus películas "son políticas sin serlo" y contienen un mensaje implícito de libertad. Estas declaraciones se suman al alegato en favor de la eutanasia y en contra de la criminalización de la inmigración y del negacionismo climático con el que presentaba su filme a principios de mes en el festival de cine italiano. "Mi película es la respuesta a los discursos del odio que estamos oyendo cada día, al menos en España y yo creo en todo el mundo", defendía entonces.
"No creo haber cambiado la sociedad en la que vivimos pero cuando me encuentro con alguien al que una película mía le ha dado un nuevo impulso a su vida creo que este oficio es el mejor del mundo", seguía explicando. "Hagamos que la vida real transcurra de un modo justo y en paz. Sé que estoy pidiendo demasiado, pero siempre he sido así", concluía antes de bajarse del escenario entre la ovación de un auditorio en pie.