El calendario juliano, en vigor en vida del cretense Doménikos Theotokópoulos, marcaba el 14 de enero como el inicio del ciclo anual. En un acto en el que se dejaron entrever otros gestos simbólicos más allá de la elección de la fecha 14-01-14, se inauguró ayer también otro nuevo año, el de aquel pintor conocido como El Greco. Seis exposiciones, además de festivales musicales, espectáculos escénicos y otras actividades se dedicarán en los próximos 365 días a recordar y homenajear la figura del “pintor más español de todos los que no hayan nacido de España”, fallecido hace 400 años este 2014.
La cita anterior, del ministro de Educación (y Cultura), José Ignacio Wert, se pronunció ayer en paralelo a sendos discursos provenientes el primero de Gregorio Marañón, patrón de la Fundación El Greco 2014, creada hace cuatro años para organizar los fastos en torno al autor del Caballero de la mano en el pecho; y el último de María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla la Mancha. Aunque nacido en la isla de Creta, fue en Toledo donde el artista vivió (entre 1577 y 1614), creó y formó su taller. De ahí que la también secretaria del PP destacara que, aunque los preparativos comenzaron antes de su llegada a la Junta, este Año del Greco ha sido una “prioridad para el Gobierno de Castilla la Mancha”.
No obstante, y antes de pasar a la crónica puramente cultural, damos cuenta de ciertas incongruencias que se desprendieron de sus mensajes, en los que en varias ocasiones se quiso subrayar la colaboración de la iglesia, gran mecenas de El Greco en su día, en estas actividades.
El dinero
Mientras que homenajes como el realizado en torno al Quijote en 2005 costaron unos 60 millones de euros, estos de El Greco han contado con “tres millones de aportaciones públicas pero un presupuesto de 16 millones de euros, gracias al apoyo de la sociedad civil y de los ingresos que esperamos obtener por las actividades”. Esto lo explicaba Marañón solo unos minutos antes de dar paso a la intervención de Wert y Cospedal, a quienes llamó al estrado proclamando que “se trata de un proyecto público, en definitiva, de su proyecto”. su
Más allá de repetir citas de expertos en la figura de El Greco, Wert también abundó en la cuestión de la financiación, señalando que este modelo “público-privado” es “un ejemplo de política cultural moderna”, uno en el que se deja de invertir dinero del erario público para ponerlo del bolsillo propio (las entradas se pagan, cada una a diferentes precios) y el de los patrocinadores. Dispuestos, como apuntó Marañón, “a convertir Toledo en la verdadera capital cultural europea”, los tres se dieron cita junto a un nutrido grupo de autoridades, incluida la alcaldesa Ana Botella, en el madrileño museo del Prado, que será sede de dos de las exposiciones.
La pinacoteca ha sido en cualquier caso un agente clave a la hora de organizar las muestras, dado que atesora la mayor colección de pinturas que existe de El Greco, incluyendo algunos de sus más relevantes y famosos exponentes, como La Trinidad del retablo de Santo Domingo el Antiguo de Toledo. A contracorriente de los abucheos que se han convertido en costumbre a lo largo de los últimos meses, los representantes fueron recibidos y despedidos con aplausos en un auditorio atestado de invitados, tantos que antes del acto se avisó de la posibilidad de que no hubiera suficuente espacio para sentar a los periodistas.
El arte
La almendra de los eventos, las exposiciones (ver programa completo), se repartirán entre diferentes sedes de Valladolid, Madrid y Toledo, incluyendo allí la catedral y la Sinagoga del Tránsito. La capital castellanomanchega será el escenario de la más importante de todas ellas: El griego de Toledo, una amplia antológica con la que la ciudad volverá a acoger muchas de las obras del pintor, y que es paradójicamente la primera gran muestra que allí se realiza sobre el pintor.
El Greco, redescubierto hace tan solo un siglo después de más de trescientos años sumido en el olvido, es sin duda uno de los más excelsos y, sobre todo, más originales, representantes de la pintura de finales del Renacimiento. Su inconfundible estilo, caracterizado por el estilizamiento de unas figuras casi espectrales y por una profusa imaginación a la hora de representar los temas sagrados, se formalizó principalmente en forma de retratos, de pinturas de devoción y retablos para iglesias.
Las otras muestras previstas se dedicarán a repasar facetas del trabajo del artista como la labor de su taller (El Greco, arte y oficio); su influencia para con un buen número de pintores modernos (Entre el cielo y la tierra, doce miradas al Greco 400 años después y El Greco y la pintura moderna); sus raíces teórico-literarias (La biblioteca del Greco) o recrear a día de hoy la ciudad que tan inmortalmente plasmó como telón de fondo de sus lienzos (Toledo contemporánea).
El Greco toma Toledo
En el apartado de los festivales, estos serán sobre todo musicales, e incluirán una serie de conciertos en la catedral de Toledo y la recuperación de la tradición de las batallas de órganos, que contarán con la participación de organistas europeos. También se realizarán bajo el nombre de Pasearte otra serie de actividades y talleres destinados a dar a conocer detalles de la obra del Greco y los entresijos de su ciudad, Toledo, en cuyas calles la escultora Cristina Iglesias ha colocado tres instalaciones que permanecerán una vez acabe este año.
Cerrando el círculo del simbolismo al que se hacía referencia al principio de esta crónica, señalar que cuatro días después de este acto de inauguración (tres desde hoy miércoles), tañerán las campanas del templo toledano en un concierto que marcará “el comienzo de la fiesta”, como señaló Marañón. Cuatro días más tarde, además, se abrirán las puertas de la sacristía de catedral, que desde ayer, y tras una importante restauración por parte de los expertos del Prado, vuelve a ver colgar en sus paredes el célebre Expolio de Cristo. Para concluir, un día después el Ayuntamiento toledano entregará una medalla de oro por su labor a la Fundación El Greco 2014.
Lo mismo que gestos, también hubo palabras que se intuyeron cargadas de un mensaje con doble sentido. Léanse estas, pronunciadas por Wert, sobre el homenajeado pintor cretense: “Una figura incomprendida, un pintor visionario y libre, totalmente incomprendido durante siglos, hoy considerado adelantado de la modernidad”.
El calendario juliano, en vigor en vida del cretense Doménikos Theotokópoulos, marcaba el 14 de enero como el inicio del ciclo anual. En un acto en el que se dejaron entrever otros gestos simbólicos más allá de la elección de la fecha 14-01-14, se inauguró ayer también otro nuevo año, el de aquel pintor conocido como El Greco. Seis exposiciones, además de festivales musicales, espectáculos escénicos y otras actividades se dedicarán en los próximos 365 días a recordar y homenajear la figura del “pintor más español de todos los que no hayan nacido de España”, fallecido hace 400 años este 2014.