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España lidera el recorte del gasto en Cultura en Europa: un 50% desde 2011

España es el país europeo que más incrementó el gasto público en cultura durante los diez primeros años del siglo XXI. Sin embargo, a partir de 2011, se observan descensos significativos que en algunos casos –como el de la Secretaría de Estado de Cultura– alcanzan cuotas del 50% de recorte en los presupuestos. En lo que se refiere al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la reducción global de financiación es del 48,1% entre 2009 y 2013.

Estos datos se desprende del informe La financiación de las artes y de la cultura en el contexto europeo que han publicado la Fundación Alternativas y la Fundación SGAE y que analiza las diferentes posibilidades que ofrece la situación económica de España y Europa para desarrollar la cultura.

"La crisis de la cultura tiene dos períodos", explica Arturo Rubio, investigador de la Universidad Nebrija y coautor del informe. "En 2007 se alcanzó el techo de inversión, tanto en Europa como en España, y desde ahí hasta 2011 existió un leve descenso. Es a partir de ese año cuando esta bajada fue mucho más significativa".

Según explica el autor, en el continente europeo existe una disparidad evidente entre los países en materia de financiación de la cultura: "En el norte y en el centro de Europa las tasas e indicadores son más estables y el gasto per cápita es mucho mayor". Rubio cree que la política cultural en nuestro país es "ineficaz con respecto a los nuevos retos que se plantean", que son, por ejemplo, la propiedad intelectual, la digitalización o las descargas ilegales.

El informe señala que España es uno de los países donde la crisis ha tenido mayores efectos negativos y la propia política cultural y el modelo de organización territorial en el que se asentaba la relación entre las diversas manifestaciones culturales se han visto afectadas negativamente por la coyuntura económica. 

Países como Austria, Dinamarca y Finlandia son presentados como casos "de buenas prácticas culturales" por satisfacer las necesidades básicas de la cultura, gestionar adecuadamente el patrimonio y lograr sus objetivos sociopolíticos. En estos países, el gasto estatal es el mayoritario, mientras que en España –con los números de 2010– se observa cómo el gasto público es mayormente local y en menor media regional y estatal.

Soluciones: priorizar y regular

En este contexto, en el informe se propone a la Administración española racionalizar y dar prioridad en el gasto público a las actividades "de mayor valor e impacto social". De este modo, insta a redefinir los bienes y los criterios de apoyo a éstos planificando objetivos entre los usuarios y los promotores, así como creando organismos independientes de la Administración que evalúen las políticas culturales. Los objetivos serían fomentar la identidad, difundir las artes, descentralizar la actividad cultural y fomentar la diversidad. 

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También insiste en fomentar la implicación de la ciudadanía en la cultura –"no es sólo consumir, también participar", sostiene el autor– y reformular la regulación fiscal y de mercado. "El IVA cultural debe ser similar a los países de su entorno"El IVA cultural, recoge el texto. La regularización pasaría además por articular un proceso deliberativo sobre los derechos de autor que converja con una legislación a nivel europeo.

"Las descargas ilegales son una cuestión de ética y de regulación. No estamos educados en el consumo cultural responsable", opina el autor. En esta misma línea se pronuncia también Antonio Onetti, presidente de la Fundación SGAE, preguntado por la afluencia aparente de público en las salas de cine cuando los precios son más bajos: "No es un tema económico, es educación". En todo caso, el informe propone estudiar la creación de tarifas planas culturales "con un precio adecuado mensual" como una alternativa legal.

Nicolás Sartorius, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, saca en claro del dossier que "hay que apostar por un modelo público de cultura" y, en este sentido, "el mecenazgo puede ser complementario, nunca sustitutorio". 

España es el país europeo que más incrementó el gasto público en cultura durante los diez primeros años del siglo XXI. Sin embargo, a partir de 2011, se observan descensos significativos que en algunos casos –como el de la Secretaría de Estado de Cultura– alcanzan cuotas del 50% de recorte en los presupuestos. En lo que se refiere al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la reducción global de financiación es del 48,1% entre 2009 y 2013.

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