Enrique González Macho, expresidente de la Academia de Cine, está implicado en el fraude de las ayudas del sector. Ha sido acusado por la Fiscalía Provincial de Madrid de falsear en sus cines los datos de taquilla de la película Rosa y negro (2008), haciendo que esta recibiera subvenciones más altas de las debidas. González Macho, gestor de la exhibidora Alta Films (y de una productora y distribuidora), programó el filme de Edmundo Gil, administrador de Flamenco Films, abultando el número de espectadores del mismo. Ambos cometieron, supuestamente, un presunto delito de fraude de subvenciones por valor de 731.972 euros por la película Rosa y Negro (2009).
El supuesto fraude en las ayudas a la amortización de películas, del que informó el diario El País el pasado lunes, afecta a 42 películas subvencionadas desde 2011, según el Ministerio de Cultura. El caso de González Macho fue investigado por la Intervención General de la Admnistración General del Estado (IGAE), que recibió un informe-denuncia relativo al presunto fraude de subvenciones concedidas a la entidad Flamenco Films por la películas Rosa y negro. Rosa y negro El filme recibió 758.675,28 euros, según recoge el BOE, en la convocatoria de ayudas de 2011. González Macho dejó la presidencia de la Academia súbitamente el pasado febrero.
Las subvenciones se conceden en base a la recaudación y al número de espectadores sumados por la película. A más espectadores, ayudas más voluminosas. El supuesto fraude que estudian cuatro juzgados de Madrid consiste en falsificar los datos de taquilla, aumentando ilícitamente el número de espectadores, para que el Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) ofreciera mayores sumas. El informe de la Fiscalía sostiene que "parte de las condiciones requeridas para la concesión de las ayudas resultaron falsas, por lo que existen indicios de que los querellados pueden haber incurrido en la comisión de una infracción penal".
En este caso, González Macho exhibió en los cines de Alta Films —que, tras reducir su actividad en 2013, conserva solo los Renoir en Madrid y Barcelona— la película Rosa y negro. Supuestamente conchabado con el productor, que luego recibiría la ayuda, González macho falseó los datos de taquilla. A juicio del fiscal, "en principio" existen "determinados indicios de que los datos aportados pueden resultar falsos".
Analizando la recaudación bruta de taquilla proporcionada por las exhibidoras al ICAA, el fiscal concluye que el 97,57% de la exhibición de la película Rosa y Negro se concentró en siete salas. De estas, según el fiscal, el mayor número de espectadores y recaudación obtenida recae en los citados cines: 71.986 espectadores y 391.168,50 euros de recaudación.
Sesiones matinales
En cuanto a la distribución temporal de la película, destaca que la mayor afluencia de público resultó entre el 24 de mayo al 19 de julio de 2010, y en sesiones matinales, a pesar de que el largometraje no se publicitó en ninguno de los periódicos de tirada nacional. "En la misma línea, resulta sospechoso que los datos de recaudación que se producen en esta película en las Salas pertenecientes a Alta Films contrastan con los datos de recaudación de otros cines fuera de la esfera de Alta Films", añade el Fiscal.
Por todo ello, considera que existen elementos para inferir que "la exhibidora ha manipulado los datos de los espectadores a los efectos de beneficiar a la productora", que "a través del acusado se ha aprovechado de dichos datos a fin de obtener la subvención que, de otra forma no hubiera obtenido".
En relación con el comportamiento de los responsables de la sala exhibidora, indica que la concurrencia de dicha conducta en distintas salas de diferentes partes del territorio nacional, sobre la misma película, con el mismo modus operandi, hace pensar, en principio, que "puede responder a una estrategia empresarial, por lo que el administrador, de conformidad con el artículo 31 del Código Penal debe dar cuenta de dichas conductas", infracción "de la que podrían resultar autores directos o por cooperación necesaria y/o cómplices".
Asimismo, reitera que el "gran beneficiado" de aumentar ficticiamente el número de espectadores y de recaudación es la productora Flamenco Films que, dependiendo de dichos datos recibe más o menos cantidad de ayuda por lo que, "puede inferirse que los denunciados han intervenido activamente y en connivencia, en la planificación y ejecución de la manipulación de datos con el fin de obtener mayor cantidad de subvenciones".
De este modo, señala que los hechos podrían constituir delito de fraude de subvenciones previsto en el artículo 308 del Código Penal, al haber obtenido la cuantía de 731.972,89 euros en calidad de subvención tras "falsear parte de las condiciones requeridas para su concesión".
"No en comprando una entrada en mi vida"
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González Macho, aseguró este martes 24 de noviembre, en declaraciones a Europa Press, y antes de conocerse la querella de la Fiscalía que su productora, distribuidora y exhibidora Alta Films no ha cometido "ninguna irregularidad". "No he comprado en mi vida una entrada", recalcó.
"El cine es complejo, tiene muchos problemas que si no los conoces se pueden cometer burradas, pero también tiene muchas posibilidades y nunca defrauda", había asegurado previamente el 13 de noviembre durante un encuentro con el candidato del PSOE Pedro Sánchez.
Enrique González Macho dimitió como presidente de la Academia del Cine el 19 de febrero de este mismo año de forma repentina y alegando "motivos personales", en lo que era su segundo mandato después de relegar al director Alex de la Iglesia en abril de 2011.
Enrique González Macho, expresidente de la Academia de Cine, está implicado en el fraude de las ayudas del sector. Ha sido acusado por la Fiscalía Provincial de Madrid de falsear en sus cines los datos de taquilla de la película Rosa y negro (2008), haciendo que esta recibiera subvenciones más altas de las debidas. González Macho, gestor de la exhibidora Alta Films (y de una productora y distribuidora), programó el filme de Edmundo Gil, administrador de Flamenco Films, abultando el número de espectadores del mismo. Ambos cometieron, supuestamente, un presunto delito de fraude de subvenciones por valor de 731.972 euros por la película Rosa y Negro (2009).