No llenan estadios, no les piden autógrafos por la calle y algunos ni siquiera han sacado disco en 2016. En un momento en que la caída de la industria discográfica y la precariedad en el directo están polarizando las clases sociales del sector, muchos de ellos ni siquiera viven de lo que tocan. Pero, cada uno en su género, estos artistas están dejando entrar aire fresco en la música española. Lo han hecho en 2016, a veces a paso de hormiguita, y ya están cargando las pilas para el año que viene.
Triángulo de Amor Bizarro
Intrusos permanentes en los festivales indies, Triángulo de Amor Bizarro no ha conseguido solo llegar a un gran público haciendo noise-rock, sino convertirse en uno de los mejores grupos del país en el intento. Vuelven a demostrarlo con Salve discordia, Los gallegos huyen de la canción protesta como de la peste, pero el clima social se cuela con no poca agudeza en temas como "Gallo negro se levanta" (100 ahogados / brindando por sus amos / mientras cantan: / "moriremos por usted, señor, no le haremos ningún daño / porque aunque es un asesino es nuestro asesino") o "Euromaquia" ("Europa es una zorra / y está matando a su juventud"). Un grupo que sabe mantener el sonido propio sin caer en la repetición y que combinan géneros sin complejos. ¿Cómo gustar a muchos sin conceder ni una pizca de simpatía? Que se lo pregunten a ellos. Lee la entrevista con el grupo.
Niño de Elche
Voces del extremo, su último disco, es una de las joyas de 2015, pero este cantaor que se cansó de las peñas flamencas no ha parado en todo el año. Se ha dedicado girar con la cantaora Rocío Márquez (ver más abajo) o a llevar de aquí para allá el espectáculo Raverdial, concebido para el Sónar de Barcelona, el festival de música electrónica más importante del país. Este delirio de rave —fiestas ilegales de electrónica— y flamenco da una idea de la valentía del músico. Se ha atrevido a unir los palos tradicionales con versos de la poesía de la conciencia contemporánea —Inma Luna, Begoña Abad, Antonio Orihuela— y estilos tan lejanos a la guitarra española como el kraut rock o el ambientkraut rockambient. Su último trabajo, un villancico flamenco junto a Steve Shelley y Lee Ranaldo, de Sonic Youth, que denuncia la hipocresía europea con la crisis de los refugiados, es una muestra del alcance de su proyecto.
Cuando se cumplen 20 años de Omega, el disco que nació del encuentro entre Enrique Morente y Lagartija Nick y que cambió para siempre tanto el flamenco como el rock patrios, el trabajo de Niño de Elche hace pensar que aquella revolución no ha terminado. Lee la entrevista con el músico.
Silvia Pérez Cruz
Parece que todo lo que haga la catalana está llamado a ser de lo mejor del año. Lo fue granada, junto a Raúl Fernández Refree en 2014 y, aunque su último disco, DomusDomus, no tiene la fuerza desgarradora de aquel, es sin duda uno de los trabajos más finos de la música española de 2016. El disco, del que asume de nuevo la composición tras 11 de novembre, ha nacido de la banda sonora de Cerca de tu casaCerca de tu casa, la película de Eduard Cortés que se ha lanzado a protagonizar. El resultado: "Ai, ai, ai", uno de los temas del LP y el filme, está nominado al Goya a mejor canción original, y como favorito. En Domus, Pérez Cruz ha tejido su voz y las melodías mestizas y cálidas que suele recorrer con el contenido social: Cerca de tu casa es un musical sobre los desahucios, y la música no puede sino reflexionar en sus letras sobre la crueldad de los bancos, la soledad y la lucha. Un paso más en una carrera que se entrevé inmensa. Lee la entrevista con la música.
Manel
Cuando, en 2008, el grupo catalán Manel lanzó su primer disco, Els millors professors europeus, era impensable que aquel folk de arreglos cuidados y letras misteriosas acabaría convirtiéndose en un triple salto mortal hacia el rock e incluso los ritmos latinos tres discos más tardes. Su último trabajo, Atletes, baixin de l'escenari, el conjunto estuvo suspendido entre lo primero y lo segundo, dando un aspecto de estilo a medio hacer ante el que muchos se echaron a temblar: ¿era aquello el principio del fin? En absoluto. Jo competeixo (para el que han contado con el productor de Grizzly Bear o Yeasayer), el disco lanzado este año, se tira de cabeza a la piscina de la experimentación. Se entregan al rock en "Les cosines", a los arreglos de big band venida a menos en "Cançó del dubte", al tropicalismo (homenaje a Juan Luis Guerra mediante) en "La serotonina" y "Sabotatge". ¿Qué esperar de Manel a partir de ahora? Cualquier cosa.
Rocío Márquez
Otra cantaora que está agitando el flamenco, aunque si alejarse tanto de él como Niño de Elche. Su buena relación con la tradición —fue premio Lámpara Minero en 2008— le permite volar con cada vez mayor libertad y tensar sin miedo los hilos entre las raíces y las vanguardias. En su disco en homenaje a Pepe Marchena estuvo acompañada por Raúl Fernández Refree (uno de los mejores guitarristas actuales que lo mismo sirve para una habanera que para un ensordecedor solo de guitarra eléctrica, y si no que se lo digan a su otra compañera de escenarios, Silvia Pérez Cruz), con quien sigue girando. Su último salto ha sido la colaboración con Fahmi Alqhai, violagambista barroco con el que acaba de tocar en el Auditorio Nacional. Lee el perfil de la cantaora.
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Maika Makovski
Cuando a esta mallorquina (hija de una andaluza y un macedonio) que canta en inglés le dijeron que tenía una gran voz, se puso a componer melodías más sencillas. Cuando celebraron su éxito como rockera, volvió a sentarse al piano, no con menos energía. Cuando alabaron su ritmo de trabajo (un disco en 2010, otro en 2011, otro en 2012...), se centró en el teatro, donde suele trabajar como compositora (en Solo son mujeres, de Carme Portaceli, por ejemplo). Para su regreso a la escena musical no ha hecho nada de lo anterior. Se ha puesto en manos de John Parish (el productor de su tercer disco y también en el de PJ Harvey) para lanzar un disco de folk turbio y luminoso por momentos que llevará al directo con trompa, batería y cuarteto de cuerda. "Siempre he tratado de romper con los cumplidos que la gente me hace, de modo consciente o inconsciente", dijo en una entrevista en 2012. Quizás ese sea su secreto.
No llenan estadios, no les piden autógrafos por la calle y algunos ni siquiera han sacado disco en 2016. En un momento en que la caída de la industria discográfica y la precariedad en el directo están polarizando las clases sociales del sector, muchos de ellos ni siquiera viven de lo que tocan. Pero, cada uno en su género, estos artistas están dejando entrar aire fresco en la música española. Lo han hecho en 2016, a veces a paso de hormiguita, y ya están cargando las pilas para el año que viene.